Por orgullosos que estemos de ellos, todos reconocemos que nuestros hijos se ponen en algunos momentos del día -sobre todo a media tarde- bastante pesados. Además, esos ratos suelen coincidir con cosas que no podemos hacer esperar, como la cena, las cuentas de la casa, etc. En esos momentos, hay que hacer un gran esfuerzo de imaginación para no abandonarlos en manos de la niñera (llámese televisión, tablet o cualquier otro dispositivo electrónico).
No es tan difícil encontrar ideas que puedan divertirles y, además, les estimulen y refuercen el lazo familiar entre todos… Con o sin preparación, en la cocina, por ejemplo, podréis convertir una tarde «tonta» en algo realmente emocionante y enriquecedor. Pensad que el juego siempre forma, la risa es un ejercicio sano y que más vale sacar partido de lo que tenemos en vez de dejarnos llevar por el agobio. Todo un desafío.
10 juegos divertidos contra el aburrimiento en la cocina
1. La lista de la compra
Si estáis en la cocina o haciendo las tareas domésticas, dictad a los niños la lista de las cosas que son imprescindibles en casa, como lentejas, patatas, detergente, etc. Ellos tendrán que buscar en los armarios y la nevera, y comprobar que hay de todo o que falta algo. Si ya saben escribir, que apunten lo que sea necesario comprar en una lista, que luego podrán llevar a la compra y chequear ellos mismos.
2. Zumos y batidos
Diseñarlos, e ir metiendo las piezas de fruta en la licuadora, turmix o batidora tiene una especial atracción para ellos. También para vosotros, que podéis encontrar solucionado el tema de la merienda o parte de la cena.
3. Kitchen Design
Al más pequeño -siempre que ya no se lleve todo a la boca- podéis darle un puñadito de palillos de dientes, garbanzos y lentejas para que haga dibujos sobre la mesa.
4. Flota de nueces
Partid unas nueces con cuidado de que queden por la mitad. Cuando los niños se hayan comido el contenido, llenad el fregadero de agua y permitidles que -con las mangas remangadas- utilicen las cáscaras para organizar una flota.
5. Cara de huevo
Coced huevos para la cena y permitid que los niños decoren las cáscaras, pintando caras. La mesa de la cena quedará muy divertida si los servís en hueveras y anudáis a cada huevo una servilleta al cuello. Con el pan podréis ponerles sombrero de pico, o de ala ancha, si son rebanadas.
6. Un pastel
Hay varias recetas bien fáciles para que los niños aprendan ya a meterse con las manos en la masa. No os agobiéis por el tema de los cacharros y enseñadles, en cambio, a ir fregando todo aquello que ensucien sin esperar a «después», que nunca llega. No olvidéis que amasar es un buen ejercicio de manipulación, y que la cocina estimula la creatividad y el hábito de trabajar en grupo… ¿Váis a desperdiciar la oportunidad?
7. Limpieza de la casa
Esta no tienen que ser tampoco tarea exclusiva de los adultos. Hay muchas tareas pequeñas -de esas a las que tanto cuesta ponerse- en las que los niños podrán ayudaros, y haciéndolo muy bien, por cierto. Por ejemplo: sacar brillo a los metales, cepillar a conciencia los zapatos y los trajes, limpiar los botes del cuarto de baño, etc.
8. Sabia basura
Intentad que sean ellos los que se ocupen de separar el papel y el vidrio de la basura orgánica. Cuando tengan bastantes botellas o unas cuantas bolsas de papel, pueden ir juntos a los contenedores que os correspondan para depositarlos allí. Tendrán que ocuparse de limpiar las botellas antes de tirarlas, y de que el papel, antes de desprenderos de él, esté usado por las dos caras.
Marisol Nuevo Espín
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