Cada vez estamos más cerca de vivir, comer y trabajar como nuestros vecinos europeos. Los españoles nos levantamos a una hora parecida a la de nuestros vecinos de Europa y sin embargo, nos acostamos por término medio una hora más tarde que ellos; nuestras jornadas laborables son más largas pero menos productivas; empleamos dos horas para almorzar y para algunos, es lo mismo estar en el lugar de trabajo que trabajar.
En estas condiciones, conciliar la vida personal y familiar con la laboral, es cada día más difícil y la mujer es la gran perjudicada por estos horarios. Ante esta problemática, el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, ARHOE, José Luis Casero, ha reivindicado «la necesidad de abordar ya una normativa de horarios racionales en España, para todos y todas», durante el XVI Congreso Nacional de la asociación.
Los temas que se han abordado en este congreso han girado en torno a la ‘Flexibilidad laboral y jornada laboral de 4 días, ¿es compatible?’, ‘ODS y horarios racionales. Mujer y empresa’; ‘Educación y conciliación. Ventajas e inconvenientes del cambio horario’ y ‘Experiencia empleado post-covid. Hacia el Pacto de Estado de conciliación e impacto en las personas’.
Infancia, juventud y tiempo: realidades y tendencias
Entre las principales necesidades de las familias destaca la falta de tiempo para escuchar a los niños y jóvenes para poder identificar su percepción del tiempo, solo así, seremos capaces de compartir su tiempo y el nuestro, tiempo de todos.
Además, se ha puesto de manifiesto que es necesario revisar los estilos de vida de los niños y las familias y adecuarlos a sus ritmos biológicos: tiempo para dormir, tiempo para el colegio, tiempo para jugar, tiempo para soñar y que se incluya en los programas curriculares, en todos los niveles, la enseñanza el valor del tiempo y sus usos.
Por otra parte, también es de vital importancia adecuar y compatibilizar los horarios laborales de los padres con los horarios escolares de los hijos y siempre deben primar estos últimos. Se considera urgente solucionar la problemática de las horas lectivas y los horarios con actividades extraescolares, ya que los niños no pueden estar casi doce horas en los centros escolares.
Necesidades de tiempo en la edad adulta
Como medida principal conviene llevar a cabo un cambio cultural en la empresa, tanto a nivel empresarial como personal del trabajador, basado en la gestión, liderazgo y estilo de dirección. También es muy necesario establecer medidas de flexibilidad de horarios de entrada y salida, jornadas continuas y aprovechamiento útil de las nuevas tecnologías.
Por otra parte, debemos centrar objetivos en fomentar la formación y la mayor difusión de medidas encaminadas a la gestión del tiempo, e impulsar medidas prácticas para combatir los trastornos psicosociales provocados por unos horarios inadecuados y poco racionales. Es absolutamente necesaria la planificación de las reuniones para un máximo aprovechamiento del tiempo.
España es uno de los países de la UE en el que se trabajan más horas, y nuestra productividad es la tercera más baja. Por tanto, es necesario erradicar el erróneo concepto de confundir la permanencia en el lugar de trabajo con trabajar. Debe primarse la eficacia y la eficiencia.
En esta línea, la sociedad debe exigir que las medidas que favorezcan la conciliación y la igualdad estén presentes en los convenios colectivos al mismo nivel que los acuerdos económicos.
Para adecuar nuestros horarios a los europeos, también sería útil solicitar a los Medios de Comunicación Social una revisión de los horarios de los programas, con especial interés en la programación infantil y en las franjas horarias de la noche, que sensibilicen a la sociedad acerca de la necesaria racionalización de los horarios,
En relación con los horarios comerciales y de ocio se apuesta por la flexibilidad y por la atención a la diversidad.
Si sabemos valorar la gran importancia de lo que vale nuestro tiempo y el de los demás, priorizaremos la puntualidad como una exigencia ética. Por último, solicitar a la Administración medidas de apoyo y reconocimiento de las políticas de conciliación nos ayudará para organizar nuestro tiempo de calidad en familia y con nuestros hijos.
Tres ideas para vivir mejor
1º Asumir y llevar a la práctica la regla de los tres ochos: 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para nuestro tiempo libre.
2º Dormir no es una pérdida de tiempo sino una necesidad. Recomendamos una siesta «light» de 10 a 20 minutos.
3º Favorecer unos estilos de vida que consideramos más saludables. Recomendamos un desayuno fuerte entre las 7:00 y las 8:30 horas; un almuerzo ligero, entre las 12:30 y las 14:00 horas, y una cena suficiente entre las 19:00 y las 20:30 horas. Acostarnos entre las 22:00 y las 24:00 horas y levantarnos entre las 6:00 y las 8:00 horas.
Alejandra Márquez
Asesoramiento: Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles
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