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Paula Camarós: «Las cifras de cesáreas son exageradas y la OMS las cataloga como alarmantes»

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Paula Camarós Ruiz es mamá de dos niños y una de las matronas de referencia en Instagram (@babysuitebypau) con más de 230.000 seguidores. Tras trabajar en el Reino Unido, decidió volver a España dispuesta a cambiar las cosas. Esta convicción le ha llevado a publicar su guía de embarazo en El poder de crear vida, (Editorial Planeta) donde expone su idea de acompañar a la mujer desde el momento en que decide ser madre desde un enfoque multidisciplinar donde se respete en todo momento sus decisiones.

Durante sus seis años de experiencia en el Sistema Público de Sanidad Británico (NHS), descubrió lo que significa para las mujeres y los sanitarios que las atienden, el parto respetado, que existe «otra maternidad» y que las mujeres tenían mucho que decir sobre cómo vivir su propio parto de una forma especial. Esto le llevó a abrir su propio centro de maternidad Baby Suite basado en tres premisas básicas: confianza, seguridad y respeto a sus decisiones.

Todo lo que una matrona puede hacer por cambiar las cosas

¿Por qué saliste de España para formarte en Reino Unido como matrona?
Tengo familia en Estados Unidos y hablo bien inglés. Hice Enfermería para convertirme en Matrona, era mi sueño, mi objetivo y quería cumplirlo. En España, el acceso que tenemos para hacer la especialidad es Enfermero Interno Residente, es un examen muy complejo, se presenta mucha gente, hay muy pocas plazas y pensé que esto iba a retrasar mi deseo de conseguir mi objetivo. Cuando llegué a Reino Unido me di cuenta de que las cosas eran muy distintas, era un país donde se respetaba la maternidad, los derechos de la mujer, y había un abanico amplísimo de posibilidades donde la mujer podía elegir. Esto me abrió el foco y me hizo volver a España dispuesta a conseguir lo mismo. Tenemos que empezar a cambiar las cosas y así nació Baby Suite, las redes sociales y el libro.

¿Qué diferencias y beneficios tiene para las mamás dar a luz en un entorno humanizado?
Dar a luz en un entorno humanizado no debería ser algo cuestionable, sino algo a lo que todas las mujeres pudiesen tener acceso. Aunque parece una moda, tener un parto humanizado no es más que respetar las decisiones de la mujer, respetar su fisiología, respetar los tiempos, permitir que la pareja esté dentro… no son grandes cosas. Parece que es como una corriente nueva, algo muy complejo y realmente consiste en humanizar un proceso que es un derecho de cada mujer. Los beneficios para las mamás son muchos, desde que no haya separación entre la mamá y el bebé, hasta que el bebé no se vaya a ningún lado por problemas de salud, por ejemplo, si no es con su madre para que exista en todo momento el contacto piel con piel. Son pequeños cambios que marcan grandes diferencias.

Además de matrona, eres mamá. ¿Cómo viviste tus embarazos y partos tras el conocimiento y la experiencia profesional?
Mira, sí te lo contesto yo, te diría que muy serena, muy confiada porque es mi profesión y entendía todo lo que iba ocurriendo. Pero si le preguntas a mi marido, probablemente te diga que ha sido un rollo, porque es verdad que en el parto yo estaba muy pendiente de todo, tanto del registro del bebé, como de lo que me iban administrando. Y es verdad que él, en varias ocasiones me tuvo que decir «¡basta!, recuerda que ahora no eres matrona, eres madre: confía en tus compañeras». Tuve la gran suerte de que al final viví mi proceso con mis compañeras de profesión, con mis amigas y guardo unos recuerdos increíbles. Pero es verdad que sí, que podría haberme relajado un poco más y haberme dejado hacer más.

Dar a luz en un hospital público o privado, ¿qué recomiendas?
Mira, esto podría ser también fruto de debate. Pero para hacerlo corto, yo a las mamás y a sus familias les digo ni en la privada ni en la pública está lo malo, malísimo o lo bueno, buenísimo. En la privada se suele abusar mucho más de las cesáreas, de las episiotomías, de las instrumentalizaciones, tiende a haber menos profesionales, menos especializaciones y en lo que me compete como matrona, por ejemplo, en un hospital público la matrona hace un seguimiento completo del embarazo, te ve en consulta, está en tu parto, si una mujer es de bajo riesgo y sana es la matrona el profesional por excelencia para atender a esa mujer, pero en la privada, la matrona se queda únicamente, salvo excepciones, para lo que es el proceso de dilatación. Entonces, por supuesto, yo recomiendo la sanidad pública y siempre llevar el embarazo por una sola vía, pública o privada para no duplicar ecografías y otras pruebas. Por tanto, pública o privada, la decisión informada debe ser siempre de la mujer, que elija a un buen profesional de confianza y que vaya con él o ella hasta el final.

Respecto al parto medicalizado y el exceso de cesáreas. ¿Se sigue registrando hoy en día un exceso de cesáreas como hace unos años?
Las cifras de cesáreas son exageradas y de hecho la OMS lo ha catalogado como alarmante y preocupante. Pensemos que la OMS establece el límite de cesáreas en el 10-15 por ciento y en España estamos en un 25 por ciento. Realmente, ¿hay que demonizar una cesárea? En absoluto, porque una cesárea salva vidas, pero en un proceso fisiológico como es el parto, que desde hace unos años nos hemos empeñado en medicalizar, esto tiene implicaciones en la mujer. Tenemos que hacer algo y hay que cambiarlo ya.

Cada vez nos quedamos embarazadas más tarde. ¿Qué aconsejas a todas aquellas mujeres a las que el proceso de quedar embarazada se les hace largo porque no llega en los seis primeros meses?
Depende mucho de la edad de la mujer. Una mujer que no supera los 35 años, biológicamente hablando, si no se ha quedado embarazada en los primeros seis meses, es normal y debemos esperar hasta el año. En el caso de que supere los 35 años, sí que tenemos que hacer algo.No obstante, una mujer que comienza esa búsqueda, lo ideal es que se relaje, que disfrute del proceso, que mantenga relaciones cuando le apetezca, sin llevar un calendario.Sí que es importante que sea consciente de su ciclo, de los días más fértiles, que aprenda a mirar su moco cervical y entienda un poco cómo funciona su cuerpo y localice aquellos días en los que hay más probabilidades de concebir.También sería muy interesante que esta mujer acudiese primera una cita preconcepcional con su matrona, para que empiece a tomar ácido fólico tres meses antes y esté controlada en el caso de que haya tenido abortos de repetición, deba ponerse las vacunas o tenga alguna enfermedad preexistente.

Engordar en el embarazo también nos preocupa mucho. ¿Cuál es la diferencia entre comer por dos y comer para dos?
El tema de engordar es algo que a las mujeres les trae por el camino de la amargura. De hecho, muchas mujeres dejan de acudir a la matrona porque lo primero que hace es subirles en la báscula y claro, después viene la regañina posterior. Realmente, lo que nos recomiendan las guías clínicas y que es algo que se hacía Inglaterra, es no pesar en la consulta a las mujeres que parten con normopeso porque se sabe que el riesgo beneficio es mucho mayor. Se sabe que una mujer que comienza el embarazo con bajo peso, debe coger un poquito más de peso que una mujer que parte con normopeso. En cambio, una mujer que parte en el embarazo con sobrepeso u obesidad debe coger menos kilos. La diferencia entre comer por dos y comer para dos reside en no aumentar esa ingesta calórica y en elegir alimentos nutritivos sin duplicar cantidades. La dieta mediterránea es fantástica.

¿El sexo en el embarazo es saludable para el bebé y por consiguiente para la mamá y su pareja?
En el primer trimestre, aunque se puede mantener, salvo en algunos casos que hay algunas contraindicaciones, muchas mujeres no lo no lo llevan a cabo. En el tercer trimestre, como la tripa está grande, no es fácil encontrar la postura y estamos más cansadas, también suele evitarse. Por tanto, el segundo trimestre de embarazo es el más indicado para mantener relaciones sexuales, ya que esos primeros síntomas como las náuseas, el malestar, el cansancio han pasado. Las contraindicaciones por las que no se deberían mantener relaciones sexuales son las amenazas de parto prematuro, por ejemplo, sangrados, algún problema de cuello de útero, y si su embarazo es de alto riesgo. En estos casos, hablamos de relaciones sexuales con penetración, que son las que no están recomendadas. Todo lo demás, besos, caricias* no pasa absolutamente nada.

¿Cuál sería un plan de parto ideal para dar a luz entre la semana 37 y la 40?
Cada mujer debería hacer el suyo. El plan de parto es un documento legal. Lo podríamos incluso llamar un consentimiento informado. Y no existe un plan de parto ideal porque para una mujer puede consistir en parir en una bañera y para otra que le pongan la epidural. Cada mujer debe describir y escribir cómo debe ser este momento especial.

¿Qué ocurre en España con los partos en casa que son tan poco conocidos y generan poca confianza?
El parto en casa es seguro y la evidencia lo avala. Lo que pasa es que en España tenemos un sistema de salud pública en el que no está contemplado el parto en casa y lo concebimos como algo hippie, como algo raro, como que el parto en casa no es seguro. Pero lo más normal es que en un proceso natural y fisiológico las cosas ocurran con naturalidad, y con las estadísticas en la mano y con la evidencia, se sigue viendo que dar a luz es dar a luz en casa es seguro, siempre y cuando, por supuesto, se cumpla un criterio de inclusión y de exclusión súper estricto. Es decir, no todas las mujeres son candidatas para dar a luz en casa, por ejemplo, se sabe que las mujeres secundíparas, que ya tenido un hijo antes de bajo riesgo, con un primer parto maravilloso sin complicaciones son mujeres que van a dar a luz sin ningún tipo de problema. También, por supuesto, pueden dar a luz en casa mujeres primerizas, pero el criterio debe ser muy estricto, pues por ejemplo, una mujer con tensión alta no es una candidata para luz dar a luz en casa. Una mujer con obesidad que no puede moverse libremente en caso de un traslado, tampoco es candidata para un parto en casa.Una casa que no tenga un hospital cerca a menos de X kilómetros tampoco es una casa segura para un parto en casa. Pero si cumples los requisitos está más que comprobado que el parto en casa es seguro. Yo he atendido muchísimos partos en casa porque están cubiertos por la sanidad pública inglesa y el despliegue de medios que hacíamos para trasladarse al domicilio es increíble: desde una inspección previa a la casa, hasta charlas con la madre y visitas a domicilio para asegurarnos que todo está en orden y preparado. Cuando llegaba el momento, estábamos en contacto directo con la mujer mediante un «busca» y todo el equipo se desplaza. Acudíamos siempre de dos en dos con equipación incluso para reanimación neonatal.

¿Qué se considera violencia obstétrica y por qué? ¿Qué hacer si nos sentimos víctimas de estas prácticas?
Es un grave problema ya no por lo que acarrea, por lo que supone para las mujeres y sus bebés, y por el dolor que les deja, sino porque en España se está mirando hacia otro lado.De hecho cuando se empezó a hablar y a remover esto de la violencia obstétrica, la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) lanzó un comunicado diciendo de que no, que en España no había violencia obstétrica. Pero cuando vemos los porcentajes de los que ya hemos hablado, un veinticinco por ciento de cesáreas y más de un cuarenta por ciento de episiotomías* creo que debemos cambiar la forma de nacer y humanizar el proceso. Si es que es muy simple: consiste en escuchar a la mujer, respetar sus tiempos* lo cuento mi libro un montón de veces.

Por último, hablamos de la depresión posparto, ¿cómo podemos reconocerla nosotras mismas y qué deben saber de ella las personas que están más cerca de nosotras?
La depresión posparto ocurre y en España como la salud mental sigue siendo precaria, la mujer tiene que sacarse las castañas del fuego por sí misma. Lo que ocurre además es que durante el posparto la mujer vive la depresión en un estado vulnerable de mayor fragilidad y hay que pedir ayuda. La fluctuación hormonal nos sumerge en un Baby Blues durante los primeros días y es normal. Pero cuando avanzan las semanas y esos Baby Blues no desaparecen, esa apatía, ese hastío se instaura y te das cuenta, tanto tú como tu pareja, que ya no tienes interés en llevar a cabo tareas que antes apetecían, que no quieres crear ese vínculo con tu bebé, te sientes muy frágil y con muchas ganas de llorar, hay que pedir ayuda. Cuando una mujer siente un rechazo absoluto por el bebé, hay que solicitar ayuda psiquiátrica urgente, ya que le puede llevar incluso tener pensamientos suicidas autolesivos. Entonces, antes de desembocar en esto tenemos que frenarlo a tiempo.

Marisol Nuevo Espín

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