La falta de entendimiento y las dificultades de convivencia crean una mala relación con los padres y son los problemas de relación familiar que figuran entre las principales inquietudes de los niños españoles, o al menos, de una gran mayoría de los que llaman al Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo de la Fundación ANAR. El maltrato psicológico, los divorcios, los nuevos modelos familiares y la violencia escolar, son otras de las causas que les produce angustia, tristeza, depresión y soledad en niños y adolescentes.
«Inútil, zopenco, no sirves para nada, mal nacida, desgraciado». Descalificaciones continuas como éstas, que minan poco a poco la autoestima, que sumergen a los hijos en una profunda crisis de afectividad, se da con mucha más frecuencia en los hogares españoles de lo parece.
«La incidencia del maltrato psicológico al menor en España es un problema grave, sobre todo porque se manifiesta de manera enmascarada por parte de los adultos, ya que el problema se vive con normalidad, como una pauta educativa más y difícil de identificar por los padres, familiares y educadores», afirma Benjamín Ballesteros, Doctor en Psicología y director de Programas de la Fundación ANAR.
Falta de comunicación en las familias
Además del maltrato psicológico, los problemas de relación familiar constituyen el principal motivo de angustia de los menores. En general, la ausencia de confianza en su entorno y la carencia de figuras de apoyo generan la necesidad de llamar al Teléfono ANAR.
Al Teléfono de la Fundación ANAR no solo llaman los niños y adolescentes para recibir apoyo, ayuda, consuelo, sino también, muchos adultos: padres en proceso de separación, profesores que observan situaciones de violencia, etc. Los padres deben dedicar tiempo de calidad a sus hijos, tiempo para hablar con ellos, tiempo para preguntar, tiempo para escuchar y tiempo para participar de sus intereses e inquietudes. Es fundamental para el desarrollo integral de los niños y adolescentes. La falta de comunicación agrava los problemas de relación en la familia y dificulta su resolución.
«Los niños y las niñas continúan siendo en muchas ocasiones los grandes invisibles. Ante los nuevos cambios sociales y formas de convivencia, necesitan expresar lo que están viviendo y en muchas familias, no son escuchados ni atendidos», afirma José Antonio García, Director General de la Fundación ANAR, quien señala que ésta es una de las razones principales por las que los menores llaman al Teléfono del Niño, para ser tranquilizados y escuchados.
Separaciones y divorcios
La ruptura de la pareja es la principal preocupación de los adultos cuando llaman a la Fundación ANAR. «Los padres no se dan cuenta del daño que produce en los hijos una mala separación o divorcio», asegura Benjamín Ballesteros. Sin embargo, la mayoría de las veces los padres desean resolver dudas jurídicas (custodia, visitas, etc.), mientras que los menores llaman al teléfono para transmitir su angustia: no saben con quién se quedarán, qué pasará, etc», reconoce García.
La mala relación entre los padres es otro de los problemas más frecuentes en el entorno de los niños, por diferentes motivos como la violencia doméstica en la vida de los menores y qué hacer con su padre o madre que consume alcohol o drogas.
Marisol Nuevo Espín
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