Tener un hijo significa asumir responsabilidades. Y es que un niño a cargo significa cuidarlo y velar porque su desarrollo sea seguro. Desde elegir la escuela, hasta tener en cuenta las actividades extracurriculares, o conocer sus amistades para ver si puede existir una influencia negativa. Sin embargo, ¿dónde está el límite entre estar pendiente de los pequeños, o convertirse en padres helicóptero?
Según un nuevo estudio de Novakid los padres españoles se encuentran entre los más protectores. Para ello se han acercado a la realidad de al menos 10 países en donde se han vigilado el estilo educativo de diferentes familias y las decisiones que toman sobre sus hijos, opciones que influirán en las posibles carreras profesionales que se elegirán en el futuro.
La elección de una escuela
De los 10 países analizados para este estudio, los padres españoles aparecieron entre los más controladores y protectores. La gran mayoría de estos progenitores asume la responsabilidad de elegir el colegio que creen más adecuado para sus hijos y el seguimiento de los programas de refuerzo, así como actividades extraescolares, como los contenidos de ocio y entretenimiento que consumen.
En donde más libertad conceden los padres españoles es a la hora de moderar gustos musicales, aficiones o el círculo de amistades. Pero hay que tener en cuenta que el terreno de la socialización también da a pie a posibles conflictos y cambios de comportamientos ya que los padres son conscientes de las dificultades en el rendimiento y por ello prefieren actuar ante posibles amistades.
A la hora de planificar el futuro de los hijos, o dejar que sean ellos quienes tomen sus propias decisiones, dos tercios de los padres sienten todo un reto encontrar el equilibrio dada la incertidumbre y dificultades derivados de la toma de decisiones. Pese a ello, los padres españoles aparecen entre los más confiados en cuanto a sus tácticas educativas y métodos de crianza.
Un cambio de paradigma entre los padres
Casi todos los padres de los países encuestados están de acuerdo en que su enfoque educativo es diferente del que recibieron en su momento por parte de sus propios progenitores. La brecha entre generaciones se hace más evidente en España y Francia. En nuestro país hasta el 63% de los entrevistados declara que su metodología de crianza es la más distinta de la época en la que crecieron.
Los progenitores españoles, al igual que los franceses, supervisan con más frecuencia a sus hijos mientras hacen los deberes. El 60% vigila a los niños al menos la mitad del tiempo, con el mayor porcentaje de madres (10%) y sólo un 2% de padres, durante todo el proceso de duración de los deberes. El porcentaje de madres tan sólo es superado por Rumanía, con un 14% de madres que supervisan durante todo el tiempo de deberes.
A su vez, España es el país mayoritario en votar a favor de la anulación de los deberes en edades de 6 a 9 años (el porcentaje más alto de todos los países europeos). Y aquí se abre el debate de si se ponen aún demasiados deberes en España o, tal vez, si el tiempo de dedicación que destinan los padres y madres es lo que les convierte en detractores (más deberes para ellos).
Damián Montero
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