Entrenar la mente de los hijos es algo importante para asegurarles el éxito en el colegio, así como en cualquier actividad intelectual que se planteen. La agilidad que tengan en este sentido es primordial. La buena noticia es que existen varios ejercicios con los que entrenar y mejorar esta capacidad. Actividades que tal y como indican desde el Colegio San Diego no tiene por qué ser aburridos.
Con estas actividades se podrá trabajar en los procesos cognitivos relacionados con la agilidad mental, pudiéndose mejorar al mismo tiempo la memoria, las habilidades motoras y otras funciones ejecutivas que involucran la lógica como son el razonamiento, la solución de problemas o la planificación de las rutinas. Sin andarnos más por las ramas, estos son 10 ejercicios con los que trabajar esta capacidad.
Ejercicios para la agilidad mental
Esta es una propuesta de ejercicios con los que trabajar la agilidad mental de los niños:
– Entender las ilusiones ópticas. En ocasiones hay imágenes que pueden producir la confusión en la mente de las personas, haciéndoles percibir figuras distintas. Descifrarlas requiere un esfuerzo por parte de la mente.
– Rompecabezas en 3D. Un puzle requiere de la atención de las personas, imagina si este además se vuelve en tres dimensiones y hay que aplicar nociones de geometría y ubicación espacial. Eso por non hablar de que también es una actividad que desarrollar en familia y que refuerza el vínculo entre padres e hijos.
– Resolver bingos matemáticos. ¿Y si al tradicional bingo se le añadiesen contenidos matemáticos? Es decir, para resolverlo hay que solucionar operaciones como sumas, restas, ecuaciones, etc. El resultado es el número que aparece en el cartón.
– Encontrar las diferencias. Parecen iguale estas imágenes, pero a poco que se ponga a trabajar la mente se detectarán diferencias, ¿cuántas hay? Desde luego que es una gran actividad para poner en marcha la discriminación visual.
– Cruzar laberintos. Esta actividad es fundamental para trabajar la planificación, descifrando cuál es al camino adecuado entre las soluciones posibles. También sirve para trabajar la atención sostenida, tomando decisiones basadas en la razón.
– Buscar objetos perdidos. Los padres esconderán algunos objetos con valor sentimental para los hijos y se les darán pistas para que estos puedan ubicarlos. De esta manera se estimulará la memoria de trabajo y la atención para fijarse en los detalles que conducen hasta tan valiosos tesoros.
– Adivinanzas. Aunque no se desvele lo que es, en los enunciados se indican interesantes pistas que ayudan a descubrir el enigma. Tan solo hay que prestar atención a estas señales y a los posibles juegos de palabras.
– Sudokus. Se tratan de valiosos ejercicios con los que estimular el pensamiento lógico y se ayuda a mejorar la concentración y planificación para elegir en qué hueco ha de ponerse cada número.
– Cadena de palabras. Cuantas más personas participen, más dinámica será la actividad. La primera dirá una palabra, y la siguiente otra que comience con la misma sílaba con la que finalizaba la anterior. Y así sucesivamente… ¡No vale repetir!
– Memoramas. Hay que encontrar la pareja de cada carta, estas se colocarán boca abajo y arbitrariamente se descubrirán. ¿Se contará con la memoria suficiente para recordar dónde se vio el par de cada elemento?
Damián Montero
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