A lo largo del curso escolar, los niños tienen adaptarse a nuevos ciclos y asignaturas, del mismo modo que tienen que asimilar nuevos retos y sumergirse en el ritmo frenético propio del otoño y el invierno académico.
No todos los niños tienen la misma capacidad de adaptación, por eso es imprescindible que estemos muy pendientes de nuestros hijos, sobre todo durante estas primeras semanas de curso, para ayudarlos en la transición y asegurar su bienestar emocional.
En gran parte, la forma en la que evolucionen los niños al principio del curso, es decir, durante el primer trimestre, será ampliamente determinante en su camino a lo largo de todo el curso.
3 juegos y actividades para asegurar el bienestar emocional de los niños
Para asegurar que se encuentran a gusto y con ganas, podemos hacer con ellos algunos juegos y actividades que les ayudarán a asegurar su bienestar emocional a lo largo del curso escolar:
1. El diario de las emociones
Estar pendientes de los sentimientos y las emociones de nuestros hijos es siempre esencial, y en este momento del año, que se enfrentan a tantos cambios, aun más. Para cuidar su bienestar, poder potenciar sus emociones más positivas, detectar las negativas y ayudarles a evitarlas, es esencial que les escuchemos, les motivemos y aceptemos y normalicemos cualquier posible altibajo.
Como actividad extra, que puede ayudarnos a detectar anomalías, podemos realizar un registro de las emociones que van sintiendo cada día. Para ello, podemos invitarles a hacer dibujos que representen su día, utilizar una tabla con pegatinas o hacer un álbum con fotos suyas diarias en las que, cada día, posen intentando expresar la sensación que más hayan sentido.
Esta actividad nos permitirá detectar, además de que días son buenos y cuales no tanto, con qué disfrutan, con qué lo pasan peor y los motivos de ello. De este modo, podremos potenciar los mejores momentos y guiarlos para superar mejor los más difíciles.
2. Actividades al aire libre
Los niños necesitan estar en movimiento físico constante. Después de un verano que siempre suele ser intenso, es importante que no bajemos la guardia y que aprovechemos para continuar realizando juegos y actividades con ellos al aire libre.
Ahora que las temperaturas y las horas de sol siguen siendo propicias para ello, motivar a nuestros hijos y estar el máximo tiempo posible en la calle les hará sentirse mejor tanto física como emocionalmente y les ayudará a hacer frente al nuevo curso.
3. Cápsula del tiempo con objetivos
Como juego que nos permite captar las emociones de nuestros hijos y sus expectativas, a la vez que nos sirve para ayudarles a plantearse metas y objetivos, podemos optar por la llamada «cápsula del tiempo». Esta actividad consiste en meter objetos representativos en una caja, cerrarla, esconderla y no abrirla hasta el momento pactado, por ejemplo, a final de año o de curso.
Es importante que los objetos que se metan en la caja tengan un significado concreto. De este modo, al sacarlos podremos recordar las sensaciones y analizar los cambios hacia las mismas. A parte, es importante que uno de estos objetos sea una carta o lista de objetivos que deberemos intentar cumplir.
Este juego puede incluso alargarse durante varios años. Para que se mantenga la ilusión, debemos recordarlo de vez en cuando e ir recabando nuevos objetos para esta cápsula.
Estas actividades nos ayudarán, no solo a hacer más ameno el comienzo del curso de nuestros hijos, sino a estar constantemente pendientes de su cuidado emocional. Todo ello, para asegurarnos de que cogen la vuelta a la rutina con más ganas e ilusión que nunca.
Abigail Kay. Head of Infants, TEMS, The English Montessori School
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