Que la paternidad cambia a los hombres es algo obvio. Las rutinas son diferentes, las responsabilidades aumentan y todo gira en torno al nuevo miembro de la familia (incluso antes del nacimiento). Sin embargo, estas alteraciones son mucho más profundas de lo que podemos pensar. Y es que incluso el cerebro se ve afectado por la noticia de un bebé.
Algo que ha quedado demostrado en el estudio publicado en la revista Cerebral Cortex y que ha sido realizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Gregorio Marañón. En concreto, esta investigación detalla que el cerebro de los padres primerizos se contrae después del nacimiento de su bebé. ¿A qué se debe esto? Pues ni más ni menos para potenciar la conexión con los hijos.
El cerebro del padre primerizo
Esta conclusión se alcanzó después de que los investigadores estudiaran el cerebro de 40 hombres antes y después del nacimiento de su primer hijo y que hubieran tenido un papel relevante durante el embarazo de sus parejas. El método escogido fue someterlos a resonancias magnéticas y tratar de detectar posibles cambios que se relacionaran con su reciente paternidad.
Los datos obtenidos indicaron que mientras avanzaba el embarazo, el volumen de algunas zonas del cerebro se reducía. En donde más se apreció cambios fue en la materia gris cortical, que está relacionada con el sistema de recompensas y motivación. Los responsables de este trabajo relacionaron este hecho con el comienzo del desarrollo del afecto y el apego entre padres e hijos.
«Este resultado respalda la posibilidad de que el paso hacia la paternidad puede representar una ventana significativa de neuroplasticidad estructural inducida por la experiencia de los hombres», aseguran los responsables de este trabajo y que se vincula a los cambios que también se producen en el cerebro de las madres.
Cambios en el cerebro de la madre durante el embarazo
No solo cambia el cerebro del hombre con motivo de la llegada de un niño. Tal y como indican desde el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, el embarazo conlleva cambios sustanciales y que duran al menos 2 años después del parto en el cerebro de la madre. Estos cambios, se producen en las áreas implicadas con la empatía, pues parecen preparar la madre para afrontar los retos de la maternidad. En concreto, se observó que cuanto más cambia el cerebro, mejor es el vínculo entre la madre y el bebé.
La depresión posparto es una de las complicaciones más comunes en el embarazo. Si no se diagnostica y se trata correctamente, puede tener consecuencias a largo plazo, para la madre y el bebé, afectando negativamente al vínculo materno-filial y al desarrollo infantil. Estos datos nos demuestran la importancia de conocer cómo el cerebro humano se prepara y se adapta a la maternidad.
Damián Montero
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