El buen humor es sinónimo de felicidad en casa. Una sensación que se transmite entre todos y genera un entorno de entendimiento, pero para ello los padres deben ser los primeros en promulgar con ello y demostrarlo. Al igual que en otros casos, hay que recordar que os adultos son los espejos en donde se miran los más pequeños de la casa y de los que toman referencias para comportarse.
Desde el Hospital Sant Joan de Déu se recuerda que los padres pueden ayudar a los hijos a cultivar su sentido del humor, A ser un espejo en el que reflejarse para aprender a reír, sin necesidad de herir a nadie. De esta forma se aprenderá a ver sus errores de otra manera, tener otra perspectiva desde la que afrontar la vida. En definitiva, a tener tiempo para ser feliz.
Educar en el sentido del humor
El sentido del humor no es algo exclusivo de la genética. Se trata, también, de una calidad que se puede aprender y desarrollarse en niños. A los pequeños les encanta pasarlo bien y reír. De hecho, los padres disfrutan viendo estallar las carcajadas de los bebés, pero qué pasa cuando crecen. A medida que pasan los años los adultos se olvidan la importancia de mantener este clima en casa.
De hecho, cuando crecen los niños, los padres se esfuerzan porque estos parezcan educados y bien parecidos. Por ello, este perfeccionismo puede hacer que se olvide el buen humor. Es en estos años cuando los adultos pasan la mayor parte del tiempo corrigiendo y señalando errores en los más pequeños. De esta forma, el clima de tranquilidad y sonrisa se vuelve tenso.
Nunca hay que olvidarse de que el buen humor ayuda en la educación. No queda otra, hay que ser modelos en donde puedan mirarse para aprender a ser alegros y divertidos. Algo que también refuerza el vínculo entre padres e hijos. De esta forma, también se ayudará a que los más pequeños se beneficien de las siguientes formas:
– Ver las cosas desde muchos puntos de vista.
– Ser espontáneo.
– Captar ideas no convencionales o formas de pensar diferentes.
– Ver más allá de la superficie de las cosas.
– Disfrutar y participar en los aspectos lúdicos de la vida.
– No tomarse las cosas demasiado en serio.
– Los niños con un sentido del humor bien desarrollado son más felices y optimistas, tienen una mayor autoestima, y pueden gestionar las diferencias.
Beneficios del buen humor en casa
Los especialistas indican los siguientes aspectos como los beneficios más saludables del buen humor en casa:
– Reír es la expresión de la alegría y nos hace menos propensos a estar deprimidos.
– Activa la producción de endorfinas, transmisores químicos que aportan al cerebro alivio y bienestar.
– Libera tensiones.
– Mejora nuestra función inmune, aumentando nuestra resistencia a enfermedades o problemas físicos.
– Experimentamos menos estrés.
– Provoca una respuesta emocional única orientada a la alegría y al bienestar.
– Aumenta la captación de oxígeno.
– Crea un ambiente positivo y cordial.
– Nos ayuda a tomar perspectiva ante los problemas.
Damián Montero
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