Si pudieras hablar… es el título del nuevo libro de Patricia Perreau de Pinninck y también el deseo de muchos dueños de mascotas a quienes les encantaría comunicarse con su animal de compañía. Y de esa comunicación precisamente nos habla Patricia porque podemos aprender a relacionarnos con los animales a través de un lenguaje común entre especies que los seres humanos podemos entender de forma innata.
Según manifiesta la autora, todas las mascotas necesitan ser escuchadas y pueden expresar qué necesitan para su bienestar. Y que aunque no seamos conscientes, nuestros animales nos hablan todo el tiempo de diferentes maneras. Como ella misma dice en el libro «No es casualidad que la palabra «animal» provenga del latín animalis y signifique tener alma (‘anima’). Según indica su etimología, los animales están dotados de alma».
Cómo escuchar a nuestros animales
¿Es cierto que los animales nos hablan constantemente? ¿Cómo lo hacen, es necesario aprender a interpretar sus gestos?
Nuestros animales de familia nos «hablan» a traves de un gran abanico de comunicaciones: comunicación vocal, corporal, telepática… Y están contínuamente emitiendo todo tipo de información y señales para que podamos comprenderlos. Es importante formarse y conocer el tipo de comunicación que emiten los animales ligado a su propia naturaleza como especie, porque de nuestra falta de conocimiento pueden nacer algunos de los conflictos en nuestros hogares, conflictos que se han podido originar porque sus personas no hemos comprendido las señales y la comunicación de nuestros perros, gatos, conejos, caballos, etc… y eso puede llegar a generarles estrés, frustración e incomprensión, entre otros.
Vivimos desconectados de la naturaleza, pero en las ciudades crece el numero de personas que convive con una mascota, ¿a qué cree que se debe?
No siento que sea casualidad que aumente el número de personas que decidan compartir su vida con un animal. Como bien indicas, vivimos desconectados de la naturaleza y aún vivimos bastante desconectados de nuestra verdadera esencia y nuestra naturaleza como seres humanos. Los animales tienen esa capacidad de reconectarnos con aquello querealmente importa. Estando al lado de nuestro animal y conectando con lo que realmente ellos son en esencia, las personas podemos reconectarnos también con el momento presente, con la inocencia y la pureza, con la felicidad de las cosas simples, algo que experimentan los animales jugando, observando, estando con plena atención en el ahora, disfrutando de la naturaleza, oliendo, banandose en un río, etc. Ellos nos reconectan con todas estas cualidades ligadas a la vida, a la naturaleza y al camino del corazón.
¿Cuál es la clave para conectar con los animales, como entender sus sentimientos y necesidades?
Conectando con el animal a niveles más profundos, conectándonos con su verdadero ser, más alla de nuestras propias interpretaciones y proyecciones humanas alejadas de su propia naturaleza animal. Y a no hace falta negar lo obvio: los animales tienen sentimientos, y solo basta conectar con el animal para saber eso, desde la unidad, no estableciendo ningun tipo de jerarquía ni nivel de desigualdad. Basta con mirarle a los ojos, conectar con su corazón, y podremos comprender la profundidad del ser que habita. La comunicación animal telepática, tal y como explico en el libro, nos permite también acercarnos más a la esencia del animal y verlo todo desde su propia perspectiva, pudiendo profundizar también en sus aspectos más emocionales.
¿En qué consiste la comunicación telepática animal y por qué se está usando como terapia para niños y adultos?
La comunicación intuitiva o la comunicación telepática animal, es un lenguaje universal común a todas las especies que nos permite establecer un «diálogo» bidireccional con el animal, y así poder escucharle y poder comprender sus necesidades de manera más profunda. Le damos la oportunidad al animal de ser escuchado. Hay personas que ya hemos recuperado esta capacidad de comunicarnos con los animales, como fue mi caso, y que ofrecemos esta labor de comunicación animal a las familias para que puedan entender mejor a sus animales y pueda haber una mejor convivencia si se requiere. En este caso pues, el uso que se le da a la comunicación animal es más a nivel terapéutico, donde se le da la oportunidad al animal de que exprese todo aquello que necesite para su mayor bienestar, lo que permite fortalecer el vínculo con nuestros animalesy nos da la posibilidad de comprender cómo ayudarles para que vivan en mayor armonía en nuestra familia y en nuestros hogares.
¿Qué debemos hacer cuando llevamos a casa a una mascota, que generalmente suele un «cachorro», un animal de pocos días o meses, a convivir con niños pequeños?
En primer lugar, es muy importante conocer la comunicación de los animales y sus necesidades específicas como especie. Los primeros días en casa con el animal son importantes y van a necesitar de nuestra ayuda para adaptarse a su nueva realidad, con empatía y comprensión. En el caso de ser cachorros, es muy importante también asesorarse bien sobre sus etapas de crecimiento, sus etapas de aprendizaje, socialización, miedos, etc y cubrir muy bien sus necesidades en esos momentos tan vitales. Es importante que las relaciones que el niño establezca con el animal sean experienciaspositivas, es decir, que sean experiencias donde el animal se sienta a gusto, se sienta respetado, con confianza y en calma.
¿Qué hacer cuando nuestros hijos se ponen muy pesados con el animal?
Es nuestra responsabilidad como familia procurar que el animal sea respetado y que sea respetada su comunicación tanto por parte de los adultos como por parte de los niños, supervisando las interacciones que establecen los pequeños de la casa con el animal para intervenir cuando sea necesario. Si por ejemplo el animal no sesiente cómodo con las caricias, con los movimientos impredecibles de un niño o con su contacto, que dependerá del caso concreto de cada animal, deberemos brindar al animal nuestro apoyo.
Para ayudarle primero deberemos entender también cómo se comunica el animal e identificar cuando da señales de miedo o estrés.
Por ejemplo, si un perro no se siente a gusto con los acercamientos o los manipulados de un niño (o incluso de un adulto), podrá mostrarlo de muchas maneras distintas, como por ejemplo quizás pestañeando los ojos sutilmente, girando la cara, bostezando, lamiendo las manos… Si esa comunicación no es comprendida por sus personas y no es respetada, eso podría quizás derivar en posibles futuros conflictos. El animal ha estado intentando decir de forma respetuosa que parase ese tipo de contacto o interacción no deseada, pero si no hemos atendido sus señales y no las hemos respetado, el animal puede verse forzado a ampliar ese repertorio de señales y empezar con otro tipo de comunicación más intensa y entrar en conflicto. Es nuestra responsabilidad que haya una relación armónica entre niños y perros, que interactúen ambos de forma respetuosa, que se le dé tiempo necesario al animal para su adaptación, que sean respetados sus espacios y ratos de descanso, que no se interrumpa nimoleste al animal durante sus momentos de comer, etc. Y si es necesario deberemos intervenir para que el niño también comprenda esas necesidades del animal y entienda cómo debe dirigirse correctamente al cachorro o al animal para que se sienta cómodo con la situación. Una buena convivencia entre animales y niños puede ser una experiencia increíble y enriquecedora para ambos, si se hace de manera adecuada.
¿Es necesario entrenar a las mascotas que conviven con nosotros?
Más que entrenar y que los animales aprendan a que hagan ciertas cosas que nosotros queremos, yo siento que el foco (o lo que verdaderamente deberíamos atender como prioridad) es que nosotros mismos «nos eduquemos» sobre las necesidades del animal y que invirtamos tiempo en conocer sobre su especie, sobre su comunicación, sobre sus etapas de aprendizaje, sobre sus motivaciones, gestion emocional, etc… y de este modo poder acompanar a nuestros animales y si es necesario ayudarles a afrontar las situaciones del dia a dia con empatía y de forma amable.
Algunas personas establecen una relación de dependencia con sus mascotas, ¿esta relación es saludable para las personas?
Cualquier relación de hiper-dependencia o hiperapego no es saludable ni para las personas ni para los animales. En estos casos recomiendo observar este tipo de relación, tomar conciencia y ver cuál es su causa. En realidad no solo podemos establecer relaciones de hiperdependencia y apego con los animales sino con otras personas, objetos, posesiones… Si queremos establecer relaciones más saludables deberemos sanar en nosotros lo que nos lleva a relacionarnos de esta manera.
¿De qué manera beneficia a los niños crecer con una mascota y responsabilizarse de ella?
Que los niños crezcan y convivan con animales puede beneficiarlos en muchos aspectos. El fuerte vínculo que pueden llegar a crear con el animal les puede aportar mucha felicidad, un gran apoyo emocional, favorecer el desarrollo de la empatía y compasión, así comomantener su conexión innata con todas las formas de vida. A través de la compañía de un animal y de la interacción mútua a través de juegos, el niño puede mejorar la confianza en sí mismo, fortalecer su autoestima, mejorar sus habilidades sociales y comunicativas, así como las relaciones o interacciones con los demás y facilitar su aprendizaje. Que los niños participen en el cuidado del animal favorece que tomen responsabilidad y conciencia sobre elcuidado de un animal.
¿Cuál es la clave para entender que debemos tratar a los animales como si fueran parte de nuestra familia, pero no humanizarlos?
La clave está en no proyectar cualidades humanas en los animales, no proyectar en ellos sentimientos o reacciones o conductas que son propiamente humanas, como podrían ser por ejemplo la vergüenza, la culpa, la venganza, etc.
Los animales tienen sentimientos, por supuesto, y experimentan muchas reacciones, pero debemos observarlas más allá del prisma humano.
Todos los comportamientos del animal tienen una razón de ser, y deberemos buscarla en su propia animalidad y esencia como individuo, así como posibles experiencias por las que haya podido pasar en su vida o sus etapas iniciales. Los animales de nuestra familia son seres sensibles, muy sensitivos y con sentimientos, y para que haya una armonía en la convivencia debemos comprenderlos como individuos únicos que son, tratarlos con respeto y empatía como a cualquier otro miembro de la familia y respetar también su animalidad.
¿Qué recomienda tanto a adultos como a niños para superar la pérdida de su animal de compañía?
La pérdida de un animal de familia puede ser un proceso muy doloroso, pues con los animales establecemos vínculos muy profundos y especiales, por lo que hay que permitirse pasar por un proceso de duelo, que será muy individual. Es importante rodearse de personas que comprendan y empaticen con nuestro dolor y que nos acompañen con respeto, empatía y amor. También puede ayudarnos el hecho de tomar conciencia de las distintas etapas del duelo por las que podremos ir atravesando: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Estas etapas de duelo ya pueden iniciarse incluso en la etapa de enfermedad del animal o en la etapa de sus últimos momentos, por lo que el acompañamiento en esta fase también es relevante, tanto para la persona como para el animal.
En el caso de los niños, es una oportunidad para enseñarles sobre la muerte, siendo honestos con ellos para que comprendan de forma amorosa que el animal no va a regresar.
Los niños pueden establecer vínculos muy profundos con los animales, por lo que debemos acompañarles en el proceso de duelo, darles el apoyo emocional que necesiten, ayudarles que expresen sus sentimientos (si no puede ser a través de las palabras, pueden expresar también sus emociones por ejemplo a través de dibujos u otros ejercicios), y podemos hacerles partícipes de actividades para honrar al animal, ayudándoles a recordar experiencias positivas que hayan vivido junto a su animal para que mantengan buenos recuerdos. También es importante comprender que si hay más animales en casa ellos también pueden verse afectados por el fallecimiento de su compañero animal. Tal y como explico en el libro, deberemos también brindarles apoyo emocional al resto de animales de nuestra familia y darles tiempo para que se adapten a la nueva situación.
Marisol Nuevo Espín
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