No queda nada para la vuelta al cole. Regresan los horarios, rutinas, madrugones, extraescolares; y decimos adiós a toda la libertad que ofrecía el verano, a la posibilidad de irse a la cama más tarde o despertarse cuando se desee. Por ello no es de extrañar que a los hijos les cueste más arrancar durante estos días en los que uno se acostumbra a los nuevos ritmos.
De hecho, cada niño es un mundo. Y es que hay que tener en cuenta que cada edad enfrenta un curso diferente y con diferentes rutinas. Por ello, desde el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona se brindan varios consejos que tienen en cuenta las etapas educativas en las que se encuentran los hijos para ayudarlos lo máximo posible en su vuelta al cole.
La vuelta al cole de los más pequeños
Hay que tener en cuenta que algunos niños no vuelven al cole, sino que lo empiezan por vez primera. Estos son algunos consejos para que los hijos de las etapas más básica de educación puedan enfrentarse a este regreso a las aulas:
– Es recomendable llevarlos a visitar la escuela antes del primer día de curso. Anticipar el entorno, sus compañeros, profesores y explicar lo que se encontrarán ayuda a que estén más tranquilos y se sientan más seguros.
– Preparar con ellos las cosas que necesitarán para el primer día de curso ayuda a anticipar el cambio, hacerles partícipes y protagonistas.
– Transmitir la vuelta a la escuela con alegría y entusiasmo.
– Poder estar presentes los primeros días para llevarlos a la escuela, recogerlos y preguntar sobre cómo ha ido la vuelta, presentando escucha activa y dando espacio para que puedan explicar lo que han hecho los primeros días.
La vuelta al cole en primaria y secundaria
A medida que cumplen años, los niños ya saben lo que es volver al cole. Pero, aunque sepan todo lo que conlleva, sus responsabilidades también aumentan y por ello enfrentarse a tales madrugones puede terminar por desmotivarlos. Estos consejos para la primaria y secundaria:
– Es importante que los padres transmitan a sus hijos la cultura del aprendizaje para que no perciban la escuela como una obligación, sino como una oportunidad para nuevos retos.
– Puede ser bueno fijar conjuntamente una serie de objetivos para el próximo curso y revisarlos cada trimestre.
– Es bueno que los padres se interesen y conozcan qué hacen sus hijos en clase, ya que los padres motivados generan hijos comprometidos con el aprendizaje.
– Es mejor que los deberes de verano se hagan entre julio y agosto y no en septiembre, para que puedan empezar el curso con la mente más fresca.
– Unas primeras semanas antes del inicio del cole son ideales para ordenar la habitación de cara al próximo curso: guardar todo lo del año pasado, ver qué material del año anterior se puede reutilizar, qué material hay que comprar de nuevo junto con los libros, así como preparar la zona de estudio que se va a utilizar durante el curso.
– Planificar qué actividades extraescolares serán las que acompañarán este curso a los niños. Es importante encontrar un equilibrio entre el número de actividades y el espacio para el ocio.
Damián Montero
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