¿A quién no le gustan las vacaciones? Cualquiera sabe que después de meses de trabajo enfrente esta etapa de descanso sabe lo mucho que se disfruta de la desconexión, los viajes o, simplemente, más tiempo con la familia. De hecho, una vez que finaliza esta etapa, el regreso a las rutinas es más que complicado. Los niños no son una excepción en este sentido.
De hecho, aunque se piense que el síndrome postvacacional es exclusivo de los adultos, los niños también pueden ver cuesta arriba pasar del «modo descanso» al «modo trabajo». Pero se pueden aprovechar los días previos a la vuelta al cole para enfrentar estas sensaciones y empezar a adaptarse a estas rutinas antes de que comiencen. Tan fácil como seguir consejos como los que ofrecen desde Altea Psicólogos.
Cómo ayudar a los niños tras las vacaciones
Hay que tener en cuenta que no todos los niños reaccionan igual después de las vacaciones y que la capacidad de adaptación cambia de un hijo a otro. Estos aon algunos consejos que pueden ayudarte a ti y a los tuyos tras las vacaciones.
– Empezar a establecer rutinas de forma progresiva. Establece un calendario para ir introduciendo hábitos como madrugar u horarios de comida similares a los del curso para que el cerebro de tus hijos se vaya adaptando.
– Ajustar la hora de irse a la cama. El verano trastoca los horarios: nos acostamos más tarde y madrugar pasa a ser un recuerdo. Para asegurar el descanso en los más pequeños es importante establecer nuevas rutinas para irse a dormir.
– No suprimir, de golpe, todas las actividades lúdicas. De hecho, si se prepara bien el calendario, da tiempo a todo, incluso a actividades lúdicas propias del verano.
– Programar encuentros con los amigos antes de ir al colegio. Apelar a su circulo de amigo y hacerle ver que queda poco para el reencuentro es un buen medio para reducir el estrés postvacacional.
– Mantener privilegios del modo vacacional en los fines de semana. Pasear, salir al campo, ir al cine. Muchas de las actividades en las vacaciones no tienen por qué acabar, solo reubicarse.
– No regañarles por las quejas. Hasta a los adultos les cuesta reincorporarse a las rutinas tras las vacaciones, hay que ser comprensible con los hijos y respetar su periodo de adaptación.
– Hacerles participar en la preparación del material de la vuelta al cole. Los niños pueden formar parte de la transición de las vacaciones al colegio formando parte de las compras del material en la vuelta al cole.
– Permitirles un detalle que les haga sentir segura en los primeros días. Algo tan fácil como que puedan llevar un muñeco en sus primeros días puede hacerlos sentir más seguros en su regreso al colegio.
– Mostrarse tranquilos y no mostrarles sentimientos como tristeza porque vayan a reincorporarse a las aulas. Aunque los padres puedan experimentar tristeza por la reducción del tiempo con sus hijos, deben incentivar las ganas de sus hijos por volver al colegio apelando a todo lo que van a aprender.
– Estar presentes al salir del colegio para que el niño vea que sus padres siguen ahí. Aunque las vacaciones se hayan acabado, el tiempo de disfrutar en familia no lo ha hecho.
Damián Montero
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