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Cómo tomar el sol si estás embarazada

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Con el verano los planes se multiplican: terrazas, días de piscina, escapadas a la playa o paseos por la montaña. Ya sea de manera buscada o indirecta, el bronceado se convierte en uno de los protagonistas de la temporada estival. Y aunque lucir un poco más morenas siempre sienta de maravilla, es importante extremar el cuidado de la piel, especialmente durante el embarazo, ya que los cambios hormonales pueden afectar a la piel de las futuras mamás.

Protector solar, un must del verano

Para reducir los efectos dañinos del sol en la piel, es imprescindible usar la crema de protección solar adecuada. El nivel protector de la crema es muy importante, en el caso de una mujer embarazada, es recomendable optar por el más alto, factor 50.

Además, es importante revisar la composición de tu protector solar para evitar reacciones alérgicas y contraindicaciones para las embarazadas. A la hora de elegir tu crema de protección, trata de evitar las cremas solares que contengan PABA o ácido paraaminobenzoico. Esta sustancia puede llegar a provocar fotosensibilidad, alergias y también puede impedir el funcionamiento de la glándula tiroides.

Y de manera general, es preferible optar por cremas solares que no cuenten en su composición con los siguientes elementos, tal y como lo advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU):

Propylparaben y butylparaben. Estas sustancias químicas, conocidas como parabenos, son conservantes que tienen un efecto disruptor endocrino, pudiendo alterar el funcionamiento de nuestro sistema hormonal.

Ethylhexyl methoxycinnamate (OMC). Filtro solar considerado como disruptor endocrino.

Butylphenyl methylpropional. Esta sustancia puede causar alergias y dermatitis de contacto. Además de esto, podrían alterar la información genética, aumentando el riesgo de mutaciones.

Algunas marcas ofrecen protectores solares específicos para las embarazadas. Es recomendable que preguntes a tu médico a la hora de elegir el más adecuado. Esto es aplicable no solo a las cremas de protección solar, sino también a las lociones tipo aftersun y demás productos para hidratar la piel.

Consejos para tomar el sol si estás embarazada

1. Tiempo controlado 

Cabe destacar, que no es recomendable tomar el sol más de media hora, ni tampoco entre las 12 y 16 horas, sino mejor durante las primeras horas de la mañana o del atardecer. Evita que te dé el sol de modo directo, una sombrilla o un lugar con sombra son la mejor solución para poder resguardarte.

2. Bañador, mejor que bikini

Es fundamental el hecho de proteger la barriga y los pechos del sol. Por este motivo, se recomienda el uso del bañador antes que el bikini, para cubrir más tu cuerpo. Además, la línea alba, que se extiende a lo largo de todo el vientre y suele aparecer alrededor del cuarto mes de embarazo, adquiere un color más oscuro cuando le da el sol, por ello, es mejor el bañador, para evitar la exposición de manera directa.

En cuanto a los senos, los expertos recomiendan no hacer topless. La piel del pecho es delicada de por sí, durante el embarazo se vuelve más sensible y vulnerable. Por otro lado, el exceso de radiación solar perjudica a las fibras de elastina, es decir, aumenta la aparición de grietas y estrías.

3. Vigila tus niveles de ácido fólico

En verano, los rayos UVA y UVB pueden disminuir tus niveles de ácido fólico, perjudicando el desarrollo del feto. Por este motivo, es mejor tomar el sol durante máximo media hora y además tomar alimentos que contengan ácido fólico o suplementos vitamínicos con este nutriente.

El ácido fólico es fundamental para la formación del sistema nervioso de un bebé porque reduce el riesgo de defectos en el tubo neural del bebé, es decir, el futuro cerebro y la médula espinal del recién nacido.

4. Tumbada sí, pero mejor de lado

No se recomienda tumbarse boca arriba para tomar el sol durante el embarazo, sobre todo en el último trimestre. Todo el peso del útero cae sobre la espalda, intestinos y vena cava inferior (encargada de devolver al corazón la sangre que viene de la parte inferior del cuerpo) y, en algunos casos, incrementa el riesgo de muerte fetal.

La mejor opción es sentarse en una silla o hamaca que te dé la posibilidad de coger sol semi-incorporada. También es recomendable tumbarse de lado o caminar por la orilla del mar a una hora no muy calurosa, paseando con los pies en el agua.

5. Hidrátate todo lo que puedas

Aunque se tengan en cuenta todas las precauciones anteriores a la hora de tomar el sol, es fundamental beber mucha agua y mantenerte hidratada, especialmente a partir del segundo trimestre de embarazo, cuando la sed de la futura mamá aumenta.

¿Más tips? Haz de tu armario tu mejor aliado y prioriza en tus outfits los tejidos naturales, ligeros y transpirables para protegerte de las radiaciones solares y mantenerte fresca. Además, incluye en tus básicos los sombreros, gorras y, por supuesto, las gafas de sol.

Con todos estos consejos, podrás disfrutar del sol y el verano durante tu embarazo y ante cualquier duda, consulta previamente a tu médico para contar con información y recomendaciones adecuadas a tu historial clínico.

Marina Berrio
Asesoramiento: Intimina

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