Todo padre y madre sabe que el verano significa muchas cosas. Una de ellas es el aumento de las horas libres de las que disponen sus hijos. Y es que con las notas llegan las vacaciones y el tiempo que antes se ocupaba en el colegio, o haciendo los deberes, ahora queda a expensas de rellenarse con otras tareas. Por suerte, siempre hay algo que hacer en casa.
De hecho, estas horas libres pueden ser el mejor momento para volver a jugar con tus hijos. Si el tiempo del colegio y las responsabilidades del resto del año te han impedido poder disfrutar de estos momentos, no hay más que hablar. Este verano será una buena ocasión para fortalecer el vínculo con los niños a través de estas propuestas tan divertidas que te hacemos.
Juegos perfectos para el verano
¿Tus hijos ya recibieron las notas? Este es el momento de empezar a disfrutar del verano con estos juegos.
– Castillos de arena.
Comenzamos por un clásico y que es una gran idea si pensáis ir a la playa. Un cubo, agua y toda la arena que el litoral os ofrezca. Dejaros llevar por la imaginación y a construir esas fortalezas con las que también se puede dejar volar la imaginación.
– ¿Cuántas palabras conoces?
Es un juego muy divertido y que puede hacer que los viajes en coche sean más cortos. Se lanza un tema, como «animales de la jungla», y todos los participantes tendrán que decir una palabra relacionada con esta lista. ¿Cuánto se puede alargar?
– Inventarse un cuento.
Alguien da tres pistas con las que comenzar y acompañar la fórmula «érase una vez». A las siguientes personas les toca seguir la historia y en el momento en el que alguien anuncie que se debe aproximar el final, habrá que darle el cierre.
– Carreras de dos en dos.
Buscad un pasillo largo, una zona del parque donde no se moleste mucho, la cuestión es que habrá que formar parejas que serán atadas por el pasillo que tendrán que recorrer una distancia. ¿Quién ganará? La coordinación será la clave.
– Buscar el tesoro.
En casa se esconderá algo (unas galletas, un juguete, etc.) y los padres prepararán un mapa con una serie de pistas para ver si los hijos son capaces de seguirlas hasta dar con el objeto en concreto.
– Gallinita ciega el agua.
Alguien se la queda y debe intentar alcanzar al resto sumergidos en el agua, con el hándicap de que tendrá vendados los ojos. Todos los participantes que puedan ver tendrán que velar porque quien la ligue no se choque con otras personas o esté en peligro.
– Ni una gota en el suelo.
Se coge un vaso de plástico lleno de agua hasta la mitad y se coloca en la cabeza de los pequeños, que tendrán que hacer equilibrio para que no se caiga. Los padres indicarán un recorrido y los niños tendrán que seguirlo intentando que ni una gota caiga al suelo.
– El limbo.
Una cuerda se tiende a una altura determinada y los niños tendrán que pasar por debajo de ella, arrugando la espalda y pasando al ritmo de la música. ¿Se consigue superar el reto? Se pondrá más difícil para la siguiente, reduciéndose cada vez más el espacio que hay de diferencia con el suelo.
– Gymkana.
Una idea excelente con la que además pueden participar varios niños. Si tienes un grupo de padres con el que te relacionas, es el momento de ponerte de acuerdo con ellos para poner una serie de pruebas que se desarrollen en un espacio abierto, como por ejemplo un parque.
– El karaoke del verano.
Todos los veranos hay una canción que resalta por encima de todas. ¿Quién será quien mejor la interprete en casa? Es el momento de descubrirlo con un karaoke, o siempre se puede apostar por un tema que guste a todos y que sea muy especial en el hogar.
Damián Montero
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