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Debate sobre cine: 5 películas para hablar con los niños en vacaciones

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Con tantas horas por delante para aprender y disfrutar en familia, el cine nunca es una opción que dejar de lado en vacaciones. Estas 5 películas te darán pie para hablar de temas interesantes con tus hijos, conocer sus opiniones y aprovechar para educarles en valores.

El séptimo arte, como nosotros, tiene su propia historia y va evolucionando con el paso del tiempo. Pero a los que nos gusta, a los verdaderos apasionados del cine, nos encantan tanto las producciones que se estrenan ahora, como las que llegaban a las salas de cine cuando todavía había acomodadores en los cines.

Y, si algo sabemos, es que aquellas cintas que triunfan, no tardan en volver a grabarse con un elenco diferente, nuevos efectos y «otro aire». Algunos crees que se debe a la falta de innovación en este arte, pero lo cierto es que cuando una historia triunfa, lo hace siempre, y no dudan en explotarlo.

Es por eso que podemos aprovechar este tiempo para ponernos a prueba en familia, estar atentos a la película y después disfrutar de un buen debate con las siete diferencias. Lo podemos hacer con los más pequeños, con amigos, o solo padres y madres, dependiendo del género que elijamos.

Al finalizar nos habremos fijado en cómo se hacía antes el cine, la evolución de la actuación, qué han cambiado, si nos reímos más con una que con otra… y así, sin darnos cuenta, ya habremos compartido más tiempo juntos.

¿Qué películas podemos escoger para este debate cinéfilo?

Trampa parental

Trampa parental

Un campamento de verano y dos niñas muy parecidas, prácticamente idénticas que descubren que son gemelas y deciden intercambiarse para reconciliar a sus padres. Con casi el mismo título Tú a Boston y yo a California es la original del 61, derivó a Tú a Londres y yo a California, de tal forma que, en la reciente, por lo menos, cruzaron el charco.

Sin duda en estas películas lo más interesante es que disfrutemos con los cambios de estrategias que usan las hermanas, primero, para demostrarse una antipatía mutua y, más tarde, para librarse de la prometida, y nada simpática, prometida de su padre.

Tú a Boston y yo a California

Les podemos enseñar, además, varios guiños que se hacen en la nueva película en referencia a su predecesora. La primera es cuando Hallie está cantando mientras espera al ascensor la canción icónica que representa, en su papel doble, Hayley Mills. La otra es que la «tía Vicky» es en realidad la misma actriz que hace de Vicky, la prometida y antagonista de la versión clásica.

Muchos y todos nuestros

Míos, tuyos y nuestros

Míos, tuyos y nuestros, en 2005, y Tuyos, míos y nuestros en 1968. He aquí una película en la que aquellos provenientes de familias numerosas reflexionarán que, ni en sus peores días llegan al nivel caótico de los Beardsley.

Con este film y remake empezarán los primeros debates de verdad. Coloreada o en HD. Caos razonable al estilo al estilo, me encuentro un trozo de corbata en el sándwich del almuerzo porque mi padre estaba en modo trabajo en cadena cortando el pan en mitades. O caos hollywodiense con desastres que sufre principalmente la casa nueva.

Tuyos, míos y nuestros

Es posible que los más pequeños se inclinen por la nueva película, donde la acción no para un segundo y cada fotograma está hecho para elevarla al punto más cómico posible. No es que la segunda no sea divertida, con Lucille Ball es prácticamente imposible, sobretodo en el momento en el que es invitada a la casa de los «todavía no suyos» y es sometida a un motín.

Sin embargo, el humor es mucho más sutil y se mezcla a la perfección con la verdadera esencia de la película, llegar a que todos sientan que se pertenecen los unos a los otros.

De carta a buzón instantáneo

Tienes un email

«Si no te gusta (introducir nombre de la protagonista femenina), no te va a gustar esta chica».»¿Por qué?», preguntó en 1949, Van Johnson, y en 1998, Tom Hanks. Los espectadores de En aquel viejo verano y Tienes un e-mail, respectivamente, ya sabremos para entonces la respuesta. Y lo que también obtendremos es una total similitud en ambas escenas, tan separadas en el tiempo.

Tanto ha pasado entre una y otra, que en la más antigua los protagonistas se enamoraban vía postal, mientras que en la moderna ya utilizaban internet. ¿Qué es más romántico? ¿O más práctico?

En aquel viejo verano

Los escenarios cambian totalmente, así como la forma en la que ambos se desenvuelven fuera de su secreta correspondencia. En cambio, comparten la dulzura con la que surge el romance entre dos personas que veían inviable manifestarse cualquier tipo de afecto.

También descubriremos en familia el poder del cine musical en esa época de Hollywood gracias a la interpretación de la más que reconocida Judy Garland, que contrastará, tanto en canto como en vestuario, con la sencilla, pero siempre encantadora Meg Ryan.

Siempre queda Paris

Siempre queda Paris

Con casi cuarenta años de diferencia, las Sabrinas en blanco y negro en color se encaraman al árbol del jardín de los Larrabee para admirar desde la altura la grandiosa fiesta que se celebra como en otro mundo.

Tanto Audrey Hepburn, en 1954, como Julia Ormond, en 1995, fantasean con un vestido largo y espectacular con el que adentrarse en la pista de baile y danzar toda la noche con el joven David. La historia de la joven hija del chofer a la que mandaron a Paris para desenamorarse del hijo de los señores, se torna en un inesperado romance.

Siempre quedará París

Debatamos, entonces, si encontramos más encantadora a una de las actrices icónicas del cine o si preferimos a la joven moderna que paseaba a lo largo del Sena.

En cuanto a los galanes, encontramos al clásico Humphrey Bogart y, al más que reconocido, Harrison Ford. Ambos interpretarán al serio, y casi atemorizante, Linus Larrabee, en el que encontraremos francas similitudes entre el personaje creado por estos dos actores que no nos decepcionarán.

De amigo, un dragón

De amigo un dragón

Podríamos suponer que, en la gran mayoría de las ocasiones, cuando un niño te dice que su mejor amigo es un dragón, se trata de un compañero imaginario o inventado por su imaginación.

No es el caso de Pedro y el dragón Elliot, esta peculiar pareja que surgió en la película Disney original de finales de los setenta. En un ambiente costero se desarrolla esta historia musical en el que un dragón verde cuida de un joven huérfano y el caos se desata cuando la criatura mítica se da a conocer en el lugar.

De amigo un dragón

La factoría volvió a rescatar esta historia en 2016, por lo que los más pequeños tendrán la oportunidad de evaluar las diferencias de cada una. Por ejemplo, el remake destaca por el cambio de escenario, ahora se desarrollará en un bosque, y se deshace de las canciones que convertían a su predecesora en todo un musical que los mayores no habremos olvidado.

También podrán jugar a debatir cuál de los dos dragones les gusta más, si el divertido dragón dibujado en una película con actores, o el gigantesco y portentoso guardián diseñado por ordenador hasta tal punto que parece real.

Ana Cemborain

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