Cuando pensamos en adicciones es normal asociarlas al alcohol, el tabaco y las drogas, sustancias que son altamente adictivas, sobre todo, en la etapa adolescente y en la juventud. Sin embargo, paralelamente han surgido otras nuevas adicciones, que están relacionadas con la nueva tecnología de los dispositivos móviles.
Los expertos se han dado cuenta de que la adicción al móvil, en muchos casos no es tal, ya que no se es adicto al uso del móvil en sí sino a lo que proporciona, es decir, el móvil es solo el aparato que permite conectarse al juego, a la pornografía o al cibersexo.
Adicciones más allá de las nuevas tecnologías
¿Qué son las adiciones a las nuevas tecnologías y cómo podemos afrontarlas? En los últimos años, progresivamente hemos ido incorporando a nuestra vida el uso de teléfonos y dispositivos electrónicos que, en teoría, nos facilitan la vida y nos ayudan a comunicarnos. Pero no siempre es así, y en muchas ocasiones, podemos hacer un mal uso de estos dispositivos con consecuencias serias para nuestra salud.
Uno de los principales riesgos de este uso inadecuado de las nuevas tecnologías, son las adicciones que se pueden generar en toda la población, pero principalmente, en adolescentes y jóvenes, por la vulnerabilidad de su momento vital.
Según diferentes estudios de los últimos años, se observan también diferencias en cuanto al tipo de adicción según el género, siendo más frecuente el juego, el cibersexo y la pornografía en varones y más frecuente el uso perjudicial de las redes sociales y las compras online en las mujeres.
Además de la edad o el género, hay otros aspectos que pueden influir en el desarrollo de estas adicciones. Entre ellos encontramos la impulsividad, la baja autoestima, la baja tolerancia al malestar y la búsqueda exagerada de emociones fuertes. Enrique Echeburúa, Catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco asegura que también pueden ser factores que predispongan a estas adicciones las alteraciones en el estado de ánimo o el TDAH.
Síntomas de las nuevas adicciones sin sustancias
Pero ¿cuáles son los principales síntomas de estas adicciones? Principalmente los síntomas pasan por aislamiento social y familiar que en adolescentes y jóvenes suele reflejarse en el tiempo que pasan en su habitación. También se suelen observar cambios en el humor, falta de comunicación, descenso del rendimiento escolar o laboral y en algunas ocasiones gastos de dinero excesivos que no se pueden explicar de otras maneras.
Con el uso de estas nuevas tecnologías es fácil que se genere una sensación de anonimato.
Y se puede llegar a crear una falsa identidad que puede dar lugar a una distorsión del mundo real.
Cuando se instala la adicción y la dependencia podemos encontrar falta de control de la actividad en cuestión, como rasgo principal, junto con el síndrome de abstinencia, que en estos casos se manifiesta normalmente con ansiedad, alteraciones en el estado de ánimo y un profundo malestar al no poder llevar a cabo dicha conducta. Y una necesidad cada vez mayor de tiempo empleado en estas actividades con el consecuente deterioro de otros aspectos de la vida cotidiana, como pueden ser los amigos, la familia, el estudio o el trabajo.
La principal vía de prevención no pasa por la prohibición del uso, ni por pensar que los niños y adolescentes en estos tiempos tienen que poder acceder a todo lo que está a su alcance. Es necesario encontrar un término medio que se adapte a las necesidades y peculiaridades de cada persona con estilos democráticos educativos basados en la responsabilidad de los adultos con normas y límites que se apoyen en la protección (no sobreprotección) y el cuidado.
La alarma social sobre este tema es cada vez mayor, ya que la curva que veníamos observado se ha disparado con la pandemia, por lo que es un tema cada vez más presente entre la población general. Y, por tanto, no debemos dejar pasar las señales que podamos encontrar tanto en nuestros familiares como en nosotros mismos, a pesar de las sensaciones de culpa o vergüenza que en numerosas ocasiones pueden aparecer.
La resolución de este tipo de adicciones o del uso problemático de estos dispositivos, no pasa por la abstinencia total, ya que, en nuestra sociedad, no sería posible, pero si es necesario el control del tiempo y del uso que hacemos. Si a pesar de los intentos que podamos realizar para controlar estas actividades encontramos serias dificultades, no debemos dudar en pedir ayuda a un profesional que nos pueda asesorar y orientar.
Patricia Amaro López. Psicóloga Departamento de Adultos de Psicólogos Pozuelo
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