Los amigos son muy importantes para el ser humano, dado el carácter social de este. Pero hay ciertas etapas en la vida donde este círculo es todavía más crucial, como por ejemplo la adolescencia. Y es que en estos años los hijos dejan de lado la influencia que tienen los padres sobre ellos, para dejarse guiar por sus compañeros. En este sentido, hay que cuidar la calidad para que este influjo sea lo más sano posible.
Los especialistas de la Clínica Mayo recuerdan que la amistad es muy importante en la adolescencia. Y es que, cuando en algunas ocasiones se complica crear estos lazos, los jóvenes dan por buena cualquier compañía. Con este fin, se dan una serie de consejos con los que los jóvenes pueden cuidar estos vínculos y su calidad. Una decisión que tiene beneficios en la salud y bienestar de los hijos.
¿Dónde encontrar amigos de calidad?
Es posible forjar amistades con otros adolescentes si se tienen en cuenta los diferentes círculos con los que interactúan los jóvenes. Estos son algunos de los que destacan los profesionales:
– Mantener el contacto con personas de clase, en especial alumnos con los que se hayan realizado trabajos escolares o creados grupos de estudio.
– Los mismos vecinos del edificio, o urbanización.
Por otro lado, una cosa es encontrar amigos, otra saber la calidad de los mismos. Estos son algunos consejos en los que tanto padres, como hijos adolescentes, deben fijarse:
– La cantidad de apoyo y su presencia en los malos momentos.
– Nivel de libertad que permiten para expresar opiniones y sentimientos.
– Si acepta, o no, como se es, con virtudes y defectos.
– Se interesa por la situación en la que se encuentran los adolescentes.
Beneficios de una amistad sana
Como se ha dicho una amistad sana repercute positivamente en el desarrollo de los adolescentes. Estos son algunos de los beneficios:
– Aumenta la sensación de que el adolescente forma parte de un grupo.
– Ofrecen más felicidad y reducen el estrés de los hijos adolescentes.
– Mejoran la confianza en ellos mismos y su autoestima.
– Animan a los hijos a cambiar o a evitar hábitos que sean poco saludables, como beber en exceso o no hacer ejercicio.
Damián Montero
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