El ser humano es social por naturaleza. Esto significa que debe comunicarse con las personas a su alrededor: familiares, amigos, y otros muchos en su entorno. Para ello existe el lenguaje verbal que permite compartir necesidades, sensaciones, alegría, y mucho más. Pero, hasta que alguien domina un idioma deben pasar varios años. Por ello, ¿qué sucede en las primeras etapas de la vida?
Que un bebé no hable no quiere decir que no sepa comunicarse, tiene muchas maneras de relacionarse con sus padres y decir qué necesitan en cada momento. Una de estas herramientas es el llanto, que aunque puede parecer igual, existen grandes diferencias que permiten advertir a los adultos qué les sucede. Una información muy importante, en especial para los primerizos.
¿Qué dice tu bebé cuando llora?
Desde el portal Neuropediatra nos explican que el lenguaje humano es complejo y el neurodesarrollo va marcando su optimización. A los padres primerizos les puede resultar difícil de entender que el llanto de su bebé es una herramienta de comunicarse, pero si se presta atención se pueden advertir diferencias cada vez que llora. Algunas veces es más agudo, otras más largo, intenso, etc. Saber el significado de estos mensajes es importante.
Ningún bebé habla, pero todos lloran. Es curioso cómo lo hacen nada más nacer y es así cómo comienza la comunicación con su entorno. Todo esto le sirve al recién llegado a este mundo para hacerle saber a sus padres que están ahí y que necesitan esto. Hay que recordar que estos pequeños se sienten indefensos y precisan de un adulto cerca para pedir cosas tan sencillas como un cambio de postura.
Hambre, llanto, sueño, incomodidad, suciedad… Son muchas las cosas que puede decirte tu bebé y para ello cuenta con un repertorio de vocalizaciones no verbales que se dividen en 12 categorías: llanto, grito corto, gorjeo, gemido, chillido, balbuceo, risa, hipo, gruñido, canto, pedorreta, vocalización. Dentro de todos ellos, llorar es uno de los más estudiados y que divide en siete categorías: nacimiento, dolor, apetito, separación, placer, enfado y susto.
El llanto y la respuesta de los padres
Ya en sus primeros días el bebé está despierto y presta atención a todo lo que le rodea. Siente curiosidad por todo aquello a su alrededor y uno de los detalles en los que se fijan es la voz humana. Cuando el recién nacido llora, una de las cosas a las que atienden es ver la reacción de sus padres y la respuesta que reciben cuando han emitido el llanto.
Los padres que hablan en su hijo y se fijan en la respuesta cuando se les habla, en especial en la expresión facial y movimientos de extremidades, tendrán más posibilidad de entender lo que se les ha comunicado con el llanto. Si el recién nacido cesa esta comunicación cuando se ha cubierto una necesidad, habrá que prestar atención a cómo era la actitud del pequeño para empezar a advertir patrones.
La respuesta de los padres a las vocalizaciones no verbales de los hijos durante los dos primeros años influye en el desarrollo del lenguaje de los hijos. Por ejemplo, cuando el niño emite algunos sonidos vocales y recibe una respuesta sonora, se advierte que el bebé comienza la imitación. En ese sentido, el papel de los progenitores tiene es muy importante en esta evolución.
Damián Montero
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