Con motivo del Día Internacional de la Familia, resulta crucial hacer hincapié en la necesidad de que los más pequeños crezcan en un entorno familiar. Pero no se trata solo del cuidado de este vínculo, si no de darle prioridad a la protección de aquellos niños y niñas que han perdido el cuidado de sus padres.
Así lo señala Aldeas Infantiles SOS, una organización de atención directa a la infancia, cuyo objetivo es brindar un entorno familiar a niños y niñas que han perdido el cuidado de sus padres, de tal forma que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados.
Desde Aldeas quieren reconocer la imprescindible labor social que realizan las familias de acogida y reclamar para ellas el apoyo y los recursos necesarios para que puedan llevar a cabo su labor y garantizar el bienestar de todos los niños y las niñas que crecen bajo esta medida de protección. Puedes encontrar aquí más información sobre el acogimiento familiar.
Sin embargo, no se trata de centrar todos los esfuerzos en los niñas y niños, también es destacable el apoyo a las familias que se encuentran en una situación precaria con el riesgo que este conlleva para poder mantener su hogar. Muchas veces, la prevención es fundamental para evitar medidas mayores, como sería el caso de una posible separación.
Otro de los aspectos que también tienen en cuenta es el acompañamiento a las jóvenes durante su proceso de desarrollo hasta la independencia para que se integren plenamente en la sociedad; todo ello, comprendido en el marco de actuación que se articula en torno a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Crecer en familias de acogida
Según los últimos datos recogidos, en España encontramos casi 50.000 menores, entre los que se comprenden niños y adolescentes, separados de sus padres. Y lo que es aún peor, esto muchas veces supone que sean separados de sus hermanos.
Con esta cifra que, lamentablemente, crece año tras año, resulta indiscutible focalizar nuestra atención en reforzar el derecho de estos niños a crecer en familia, siendo vital que se intente salvaguardar dicho derecho todo lo que sea posible. Así lo demuestra Aldeas Infantiles en su informe ‘El derecho a crecer en familia‘, el cual apela a la necesaria transformación del sistema de protección a la infancia.
En el mismo, se estudian tanto los avances como las carencias del sistema de acogida en nuestro país, el cual incluye a cerca de 20.000 niños. El proceso de acogimiento familiar es sinónimo de solidaridad y de compromiso con la infancia y con familias que atraviesan dificultades. Las personas que se acercan al acogimiento familiar no lo hacen para cubrir sus expectativas como padres, sino que lo hacen motivadas por un propósito solidario.
Las familias de acogida ofrecen un nuevo hogar a aquellos niños que no pueden vivir con sus padres, ofreciéndoles una segunda oportunidad para que puedan volver a ser niños. Así es como lo contempla la Ley del Menor, que señala el acogimiento familiar como primera medida de cuidado alternativo recomendada cuando se ha retirado la tutela de un menor a sus padres.
Asimismo, en este aspecto es cuando toma relevancia el derecho de los niños, niñas y adolescentes a participar en la toma de decisiones que les afectan. Para ello, se deben generar mecanismos de participación y potenciarlos, se puntualiza desde Aldeas Infantiles. Es necesario reforzar y articular cauces de comunicación y queja accesibles y eficaces para todos los niños y las niñas en acogimiento, ya sea familiar o residencial, contribuyendo así a garantizar entornos seguros y protectores.
En la actualidad, de cada 100 niños y niñas que crecen separados de sus padres, 65 lo hacen bajo la modalidad de acogimiento residencial, a pesar de que la Ley recomienda lo contrario, que crezcan en acogimiento familiar.
No obstante, desde el informe se reclama un mayor esfuerzo preventivo y de fortalecimiento de las familias para evitar la separación de los menores de su entorno familiar excepto cuando ésta sea estrictamente necesaria. En este último caso, sería preciso asegurar el derecho de los hermanos y hermanas en acogimiento a permanecer juntos. Por último, es destacable la necesidad de mejorar los sistemas de recopilación de información conforme a indicadores comunes. Solo contando con datos fiables se podrán tomar decisiones basadas en evidencias con el fin último de garantizar el derecho de los niños y niñas a crecer en familia.
Ana Cemborain
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