«No entiendo qué le ocurre a mi bebé, ¿por qué no deja de llorar?» «¿Cómo puedo conseguir que se calme?» Todos los padres se han hecho en alguna ocasión estas preguntas, intentando descubrir el motivo del llanto de sus pequeños. Y es que nunca lloran igual. Existen diferentes tipos de llanto, según lo que les pase, y el más desesperante es el correspondiente a los cólicos del lactante.
El llanto es la manera más eficaz que tienen los bebés para comunicarse y llamar la atención de mamás y papás cuando algo les ocurre. «Lloran para decir que tienen una necesidad no cubierta, es decir, que necesitan algo o que les ocurre algo que no pueden solucionar por sí mismos», explica Gema Magdaleno, matrona de Atención Primaria.
Para empezar a comunicarnos bien con nuestro bebé, lo importante es saber identificar qué le pasa porque no todos los llantos son iguales, ya que existen diferentes características que permiten identificarlos para poner solución al problema y lograr la tranquilidad deseada en el hogar.
¿Cuáles son los distintos tipos de llantos?
Los bebés suelen llorar por hambre, sueño, incomodidad,
– Hambre. Cuando el bebé desea comer lo hará saber con algunos gestos característicos en el momento inicial como sacar la lengua o cerrando los puños. Después, llorará enérgicamente y de manera continuada hasta que consiga obtener el alimento.
– Incomodidad. Si tiene frío o calor, o tiene el pañal sucio, o le molesta algo de ropa, llorará, y probablemente será un llanto estridente. Transmitirá nerviosismo y algunos gestos o signos que delatarán su falta de confort.
– Sueño. Cuando tienen sueño o están cansados pero les cuesta dormir, manifiestan un llanto parecido a un lamento, que se acompaña también de algunos gestos como frotarse los ojos o signos que delatan el problema (ojos enrojecidos o medio cerrados).
– Dolor. En este caso el llanto será muy estridente y agudo, casi como un grito, y puede acompañarse de signos físicos que indican la zona del dolor (la boca, el oído…).
El llanto por cólico del lactante
El cólico del lactante se define como un episodio de llanto súbito y sin motivo aparente, caracterizado por ir acompañado de rigidez del tronco o de extremidades y que suele ocurrir a última hora de la tarde, durando aproximadamente tres horas, de periodicidad diaria o durante varios días por semana.
El llatno por cólicos del lactante es “uno de los llantos más angustiosos y que más preocupa a los padres. En este caso, el bebé llora de una forma continuada, muy aguda y potente, y además manifiesta signos de dolor en la tripa (se retuerce, empuja como si quisiera expulsar cacas o gases, se pone muy colorado, y la zona abdominal se le pone muy dura)”, explica Gema. Generalmente los cólicos aparecen a partir de los 15 días de vida, y se terminan espontáneamente a partir del tercer mes.
El llanto por cólico de lactancia, tan característico por su frecuencia e intensidad, suele ser algo común y existen algunas claves para que los padres puedan ponerle solución:
– Masajes en la tripita. Es uno de los remedios que mejor funciona para calmar al bebé. Se recomienda realizarlos en el sentido de las agujas del reloj.
– Portearle o colocarle boca abajo un rato, pero nunca para dormir y siempre bajo supervisión.
– Solo si se alimenta con leche de fórmula, es importante elegir un biberón que no permita que trague aire en las tomas, para no empeorar la situación.
Aunque en el caso del cólico, el mejor tratamiento es el paso del tiempo, ya que suele desaparecer a lo largo de los primeros seis meses de vida. La mayoría de las intervenciones descritas para calmar el llanto del niño (cambios en la alimentación del niño o de su madre, homeopatía, fármacos para los gases, etc.) son poco o nada eficaces e incluso pueden ser contraproducentes, como el uso de fórmulas de soja.
¿Cuánto tiempo suele llorar un bebé?
Al principio, durante los primeros 3 meses de vida, la duración del llanto va en aumento. De manera que lo normal es que los bebés lloran una media de 2 horas al día, con un aumento del número y duración de los episodios de llanto hasta las 6-8 semanas de vida. Después va disminuyendo.
¿Qué podemos hacer para calmar a nuestro bebé cuando llora?
La única medida que ha resultado eficaz es la respuesta de los padres al llanto, según indica la AEP (Asociación Española de Pediatria. Esta asociación recomienda «conocer el patrón del llanto, responder con prontitud, alimentar con lactancia materna a demanda y favorecer el contacto físico, cogiendo al niño en brazos a menudo y, sobre todo, durante el llanto. Es fundamental que el adulto que atiende al niño esté calmado, para así transmitir al niño esa tranquilidad, debiendo ser sustituido por otro cuidador si está nervioso».
Gema Magdaleno, matrona de Atención Primaria y especialista asesora de Chicco
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