2020 fue un año que pasó a la historia, aunque no por motivos que merezca la pena recordar. Fue entonces cuando un pequeño virus demostró lo frágil que puede ser todo. La pandemia se anunció y nos tocó confinarnos, dando inicio a una nueva vida que poco tenía que ver con aquella que conocíamos antes. Meses enteros en casa y, una vez que pudimos salir, las rutinas de ocio cambiaron repentinamente: mascarillas, geles hidroalcohólicoss, distancia social, etc.
Tal y como explican desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, durante todo este tiempo los hogares han pasado por diversas fases que han cambiado el modo de vivir y la forma en la que nos relacionamos. ¿Cómo se han adaptado las familias a toda esta situación? Cansancio, estrés, o miedo, son algunas de las reacciones que se han advertido. Pero, ¿qué hemos aprendido?
Aprendizaje tras la pandemia
Tras más de un año con la pandemia entre nosotros, estos son algunos de los aprendizajes que han tenido los hogares:
– Las personas somos capaces de reaccionar ante las crisis. Estas situaciones despiertan la solidaridad en las personas, y esto se ha demostrado en las múltiples ideas y proyectos de apoyo a a personas en situación de necesidad como ancianos.
– Venceremos a la pandemia entre todos. Las medidas de higiene y prevención que nos recomiendan los expertos en salud pública son las que conseguirán acabar con el virus. Hay que apostar por la responsabilidad personal.
– Las nuevas tecnologías han sido importantes en estos tiempos. Un uso responsable de estos dispositivos ha permitido que podamos mantenernos en contacto con nuestros seres queridos y mantener rutinas como acudir al colegio, o al instituto.
– La lactancia materna ha vuelto a mostrarse eficaz en la protección de los bebés a través de los anticuerpos en la leche materna.
– Los conocimientos avanzan a gran velocidad, y por ello los protocolos y medidas de actuación pueden ser cambiantes. Las decisiones deben basarse en las evidencias científicas. De nuevo la ciencia debe ser la base en que apoyarnos. No hay que hacer caso de bulos y teorías poco científicas, y por el contrario, buscar la información en fuentes fiables.
Damián Montero
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