La vida académica de los hijos es uno de los grandes intereses de los padres. ¿Quién no desea que se alcance el éxito en esta ruta que será una de las grandes responsables en el futuro laboral? Al principio, en los cursos más básicos, puede parecer sencillo superar los distintos retos que llegan en las aulas. Sin embargo, en niveles más superiores (como es la secundaria), todo se torna más complicado y se hace necesario esforzarse mas.
Para poder apoyar a que los hijos tengan éxito a nivel académico, incluso en la adolescencia, desde la Fundación Nemours, se ofrecen algunas recomendaciones para que los padres pueden apoyar en estas edades y que la vida en las aulas sea llevadera. Trucos con los que, incluso lo complicado, se volverá fácil.
Decálogo del éxito académico
Conquistar el éxito académico puede parecer una labor complicada. Y no falta razón, sin embargo con esfuerzo y sabiendo claves como las siguientes todo saldrá bien:
– Asistir a la reunión de inicio de clases y las reuniones entre padres y maestros Los adolescentes se desempeñan mejor en la escuela cuando sus padres apoyan sus esfuerzos académicos. Asistir a la reunión al comienzo del curso escolar, o a las sesiones de puertas abiertas del instituto es una excelente manera de conocer a los profesores y sus expectativas. L
Hay que recordar que los padres y los tutores pueden solicitar reuniones con los profesores, los directores, los orientadores escolares u otro personal del instituto en cualquier momento durante el transcurso del año académico.
– Visitar. Conocer el entorno de la vida escolar del adolescente ayuda a conectar con los hijos a la hora de hablar sobre su día a día en las aulas.
– Apoyar las expectativas de tarea en el hogar. Durante los años del instituto, los deberes se intensifican más y las calificaciones se vuelven fundamentales para el futuro académico. Una herramienta importante para ayudarlo es asegurarse de loa hijos adolescentes tengan un lugar silencioso, bien iluminado y sin distracciones para estudiar, y que cuente con todo el material necesario.
– Enviar a los hijos adolescentes a la escuela preparado para aprender. Un desayuno nutritivo les da energía a los adolescentes y los prepara para el día que tienen por delante. En general, los jóvenes que cumplen esta comida tienen más energía y tienen un mejor desempeño en la escuela.
Los adolescentes también necesitan dormir lo suficiente, de 8 a 9 horas por la noche, para estar alerta y listos para aprender durante todo el día.
– Enseñar a los hijos a organizarse. Aprender a dominar las habilidades de organización, concentración y visualización de un trabajo hasta el final ayudará a los adolescentes en prácticamente todo lo que hagan. Pero esto no suele enseñarse de forma explícita en el instituto; por lo tanto, los adolescentes pueden beneficiarse si los padres los orientan con las habilidades de organización y administración del tiempo.
– Ofrecerles ayuda para estudiar. La planificación es fundamental para ayudar a los hijos a estudiar mientras realiza trabajos para varias materias. Como las calificaciones son realmente importantes en el instituto, planificar el estudio es fundamental para alcanzar el éxito, en especial cuando el adolescente tiene parte de su tiempo ocupado con actividades extracurriculares.
– Conocer las políticas de disciplina y hostigamiento. Todos los centros educativos tienen reglas y consecuencias para el comportamiento de los estudiantes. Los institutos suelen incluir las políticas de disciplina en los manuales del estudiante. Las reglas suelen cubrir las expectativas y las consecuencias de no alcanzarlas, en aspectos como conducta, código de vestimenta, uso de dispositivos electrónicos y lenguaje aceptable de los estudiantes.
– Involucrarse. El voluntariado en la escuela secundaria es una excelente manera de demostrar que está interesado en la educación del hijo adolescente. Sin embargo, se debe tener en cuenta que si bien a algunos jóvenes les agrada ver a sus padres en la escuela y en los eventos escolares, otros tal vez se sientan avergonzados por la presencia de sus padres. Esté atento a las necesidades de su hijo para determinar el grado de interacción adecuado para ambos y decidir si es conveniente ofrecerse como voluntario en cosas menos visibles. Deje en claro que no está allí para espiar; simplemente está intentando ayudar a la comunidad escolar.
– Tomarse en serio la asistencia de su hijo a clase. Los adolescentes no deben ir a clase si tienen fiebre, náuseas, vómitos o diarrea. De lo contrario, es importante que acudan al instituto puntualmente todos los días, porque tener que ponerse al día con el trabajo de la clase, los proyectos, las evaluaciones y los deberes puede resultar estresante e interferir con el aprendizaje.
– Encontrar tiempo para hablar sobre la escuela. Como los adolescentes pasan mucho tiempo del día fuera del hogar (en la escuela, en las actividades extracurriculares, sus trabajo o con sus amigos), para los padres puede resultar un desafío mantenerse conectados con ellos. Si bien las actividades académicas, los nuevos intereses y los círculos sociales más amplios son el centro de la vida de muchos estudiantes de la escuela secundaria, los adultos continúan siendo las anclas que les ofrecen amor, orientación y apoyo.
Damián Montero
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