El trastorno de déficit de atención (TDAH) tiene unos síntomas más o menos comunes en todos los casos. Sin embargo, esta igualdad en las señales que lo delatan no quiere decir que el tratamiento deba ser el mismo. De hecho, además de las diferencias de cada persona, hay que tener en cuenta otras variables, como por ejemplo la edad de los diagnosticados. Tener en cuenta este factor dará lugar a los mejores cuidados.
Tal y como indican desde la Biblioteca de Guías de Ptrácticas Clínica, la etapa de desarrollo y el entorno social y cultural tienen un papel importante, para los niños y adolescentes, en la evolución del TDAH. Las peculiaridades del trastorno que tienen que ver con la forma de comportarse y pensar van cambiando con el tiempo, de forma que no son las mismas en la edad preescolar que al final de la vida adulta. Por lo tanto, los síntomas de que muestra una persona en la primera infancia no tienen por qué permanecer con la misma intensidad en la juventud.
Evolución del TDAH
Como se ha dicho, el TDAH no mantiene los mismos síntomas durante todas las edades, esta es la evolución habitual:
– Infancia. Se manifiesta a través de una hiperactividad más evidente que en el resto de niños que manifiestan inquietud en estas edades.
– Adolescencia. Disminuye esta hiperactividad.
– Vida adulta. Aumenta la inquietud interna, no mantienen la misma atención y su ritmo de actividad es superior al de la media.
En cuanto a los problemas de atención, estos se mantienen a lo largo de la vida de las personas con TDAH en los distintos contextos por los que pasa: escuela, instituto, universidad y trabajo. Estos son los síntomas más habituales:
– No se consigue prestar atención a los detalles o comete errores por descuido.
– Presentar dificultad para mantener la atención.
– No parecen escuchar una conversación.
– Tienen problemas para seguir las instrucciones.
– Tienen dificultad con la organización.
– Evitan o le disgustan las tareas que requieren mantener un esfuerzo mental.
– Se distraen con facilidad.
– Son olvidadizos con las actividades cotidianas.
Tratamiento según la edad
Tal y como indican en el Child Mind Institute, en el tratamiento del TDAH en niños, la capacitación para padres en técnicas de manejo conductual es el tratamiento recomendado para niños en edad preescolar que tienen este trastorno. A través de estos programas, los adultos aprenden cómo moldear de manera más eficaz el comportamiento de hijos y suelen mostrar una marcada mejoría en su capacidad para cumplir con las instrucciones y controlar su impulsividad.
Por su parte, en el caso de personas de mayor edad, y cercanas a la vida adulta, se recomiendan las siguientes pautas que recomiendan desde la Fundación Cadah:
– Es norma indispensable proteger tus relaciones sociales. Evitaras situaciones desagradables de separaciones que nadie desea.
– Piensa antes de actuar. Esta es la premisa más difícil de llevar a cabo. Para calmar tu impulsividad, cuenta hasta 3 cada vez que debas decir una opinión o, en general, cualquier cosa que implique poder arrepentirse de un daño emocional.
– Utilizar agendas o libretas de notas, sin miedo a sentir vergüenza.
– Establecer rutinas es obligatorio si quieres llevar una vida más organizada y que nada se te olvide.
– Es necesario disminuir la cantidad de trabajo. Tener menos tareas a la vez, será mejor para mejorar tu rendimiento laboral.
– Hacer pausas para que el nivel de atención sea el mejor posible a cada momento. Cada dos horas de trabajo tómate la libertad de parar 10 minutos para ir al lavabo, tomar un café o simplemente alejarte del lugar de trabajo dando un paseo por los pasillos.
– Acudir a un profesional si crees que puede ayudarte a mejorar aspectos de tu vida que puedan hacer que te sientas mejor en todos tus ambientes.
Damián Montero
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