La llegada de un bebé significa la presencia en casa de una persona a quien no podemos entender y a quien no podemos mandar mensajes. Hasta que los hijos aprenden a hablar hay que tener en cuenta otras señales que nos indiquen el estado de los pequeños. Y es precisamente este el objetivo del baby sign, que nos invita a centrarnos en varios signos de los niños para poder entablar una comunicación con ellos.
Porque los bebés tienen su propio código a la hora de comunicarse y entenderlo es la base de su supervivencia. Uno de los más evidentes es el llanto para reclamar comida o indicar incomodidad, y es que nunca hay que olvidar que los seres humanos son sociales por naturaleza y desde el nacimiento ya existe el deseo de interactuar. En especial en estas edades en donde la persona es totalmente dependiente y debe transmitir a sus padres todas sus necesidades para satisfacerlas.
Variedad de señales
¿Cuáles son las señales en las que deben fijarse los padres? Los bebés usan todo tipo de signos para captar la atención de sus padres, tal y como recuerdan desde el equipo de Baby Sign: miradas, sonrisas, pucheros, o llantos. De esta manera, los niños comunican que tienen hambre, sueño o sed, o posibles molestias por el dolor. Así establecen relaciones con sus padres hasta que a los dos años de edad son capaces de expresarse con palabras.
Poco a poco hay que captar estos mensajes y aprender algo de los bebés hasta ser capaces de de descifrar todo lo que quieren decir a través de estas señales. ¿Cómo «traducir» correctamente lo que quieren decir los más pequeños? Y no es para menos ya que el mismo llanto puede traducirse en hambre, frío, calor, pañal sucio, fiebre, dolor, etc. No son pocos los casos de frustración cuando no se es capaz de calmar al pequeño satisfacer sus necesidades.
De esta forma el Baby Sign apuesta por enseñar a los padres a reconocer bien las señales que sus bebés han aprendido de manera intuitiva, algunos de ellos son:
– Mover la boca como si estuviesen comiendo para hacer saber a sus padres que tienen hambre.
– Alzan los brazos para que los padres los cojan porque quieren estar con ellos y no en la silla o hamaca.
– El bebé se rasca los ojos para decir que quiere dormir.
– El bebé señala los objetos como si quisieran abrazarlos para que se los den los padres y puedan jugar con ellos.
– Aplaudir para decirle a los padres que algo les está gustando.
Otras señales
Esta lista de signos innatos son solo una prueba de la capacidad de los bebés para comunicarse, hay muchas otras que los padres les enseñan de manera inconsciente. Por ejemplo: decir adiós, lanzar besos al aire, y muchos otros que les sirve para transmitir mensajes en el día a día. Todo ello se traduje en un lenguaje adaptado a las necesidades de los más pequeños y que les facilitará sus relaciones con los padres y el resto de personas con quienes convive.
Por supuesto, no todo el lenguaje de los adultos tiene un signo que los bebés transmitan. Pero sí que se puede encontrar la manera de enseñar al bebé a comunicar una idea a través de una señal determinada. En esto la imaginación tiene mucho que decir a la hora de establecer una pauta nueva en este lenguaje de los más pequeños de la casa.
Damián Montero
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