Con la llegada de las vacaciones y las altas temperaturas, el verano se convierte en sinónimo de diversión, amigos y, sobre todo, relajación. Pero… ¿sabías que la temperatura corporal superior a los 38 ºC puede tener graves consecuencias en la salud?
Según el Observatorio para la Salud y el Cambio Climático, «los efectos en la salud de las altas temperaturas abarcan desde la deshidratación hasta el agravamiento de patologías previas» . Por este motivo, es necesario cuidarse un poco más durante los meses más calurosos del año. ¿Qué necesito para disfrutar del verano y cuidarme al mismo tiempo?
Ideas, trucos y consejos para mantenerse saludable en verano
1. Alimentación, descanso y actividad física
¿Sabías que 8 de cada 10 encuestados, el 82 por ciento, identifican la alimentación como el factor más importante en el cuidado de la salud? ¡Somos lo que comemos! Tanto es así que un reciente estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda «la ingesta de un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas». Para encontrar la otra incógnita de la ecuación para tener una salud de hierro en verano, hay que hacer ejercicio y disfrutar del relax. Y es que mantener una actividad física regular (81,7%) y cuidar el descanso personal (77,3%) son otros dos de los tres pilares del autocuidado. Importante: ¡Recuerda evitar el ejercicio físico en las horas más calurosas del día!
2. Protección frente a la COVID-19
A pesar del agobio que nos produce ir con mascarilla cuando hace calor, las altas temperaturas no deben ser sinónimo de bajar la guardia porque la pandemia no ha terminado. De hecho, aún no hemos alcanzado el 50 por ciento de la población vacunada. Tenemos que esforzarnos en hacer lo estipulado, como por ejemplo, guardar la distancia de seguridad y seguir utilizando los productos necesarios para la reducción de los contagios de COVID-19: mascarillas, geles hidroalcohólicos, etc. Así, 9 de cada 10 españoles reconoce que en casa no pueden faltar las mascarillas; aunque también inciden en la importancia de los desinfectantes (83,4%) o los termómetros (85,1%).
3. Enfermedades crónicas: extrema las precauciones
El calor excesivo del verano supone un riesgo añadido para los hipertensos. Sin embargo, en las zonas costeras, estar al nivel del mar contribuye a la reducir la presión arterial. Seas de playa o de montaña, si padeces hipertensión recuerda mantener una buena hidratación, vigilar el consumo de sal y mantener una actividad física regular. Y si vas a hacer una escapada, no olvides un previo chequeo: un 60,4% de los españoles reconoce la importancia de controlar parámetros como la tensión o el peso, sobre todo en vacacion.es
4. Prótegete de los rayos solares
Durante los meses de verano, la intensidad de los rayos solares es mayor y, por tanto, más perjudicial. ¿Sabías que según el Ministerio de Sanidad la mayoría de los «efectos adversos de la exposición al sol son evitables»? Las quemaduras solares son una de las consecuencias más frecuentes de la exposición solar en verano, además pueden provocar un envejecimiento prematuro. La piel es el órgano más grande del cuerpo y, por ello, una protección completa es vital para evitar no solo las consecuencias a corto plazo, sino a largo plazo como, por ejemplo, el cáncer de piel. Evita la exposición al sol durante las horas de mayor intensidad, usa ropa con factor de protección solar y combínalo con un protector solar de FPS alto (entre 30 y 50).
5. Disfruta con moderación
Los excesos son perjudiciales para la salud: desde una comida copiosa a una larga exposición solar pueden darte el verano. Recuerda que las altas temperaturas provocan deshidratación y esto, sumado a la pérdida de agua (consecuencia del consumo de alcohol) puede arruinarte un día de playa o una tarde con amigos. Si quieres evitar riesgos innecesarios, te recomendamos apostar por el consumo de fruta, agua y bebidas isotónicas en la playa.
Marina Berrio
Asesoramiento: ‘IV Barómetro sobre el Autocuidado de la población española’ realizado por PiC Solution.
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