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Todos tenemos un niño interior: aprende a conectar con él

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¿Todos tenemos un niño interior? La respuesta es sí, pero muchas veces no conseguimos escucharlo ni conectar con él. El niño interior está relacionado con la armonización emocional y la integración del pensamiento.

Solo si aprendemos a escucharle, podemos desarrollar la manera de amarnos a nosotros mismos, y reconciliarnos con el conjunto de vivencias propias eliminando los bloqueos desarrollados y cerrando en lo posible las heridas que quedaron abiertas por el camino.

Entonces, ¿de qué manera nuestro niño interior condiciona nuestro día a día y por qué es importante aprender a escucharle? ¿Qué problemas pueden surgir si no cuidamos esta parte íntima y profunda de nosotros mismos? ¿Cómo podemos sanar al niño interior?

¿Qué significa tener un niño interior?

El niño interior es la imagen retrospectiva que cada persona se ha formado sobre el niño que fue en los diferentes momentos de su desarrollo. Todos asociamos la infancia con la espontaneidad, la inocencia y la sensibilidad. Esta imagen permite el acceso a esas dimensiones pretéritas de uno mismo.

El psicólogo Antonio Carrero de Mundopsicologos.com asegura que «la figura del niño interior es una invención de las corrientes que evolucionaron desde el psicoanálisis para facilitar el trabajo de sanación por medio de una imagen a disposición de todos».

El desarrollo humano desde el nacimiento, en el proceso de civilización del bebé, su nacimiento al lenguaje y su ulterior evolución psíquica y emocional, supone una serie de pérdidas y sacrificios que no son sin crisis, traumas y sufrimiento. Eso para todos, pero en muchos casos hay que añadir dramas personales y familiares que constituyen profundos traumas en el desarrollo. La memoria del individuo se organiza en torno a esas experiencias de dolor y la reacción ante ellas, esa sería la dimensión del niño interior. 

Nuestro niño interior condiciona nuestro día a día

Aprender a escuchar al niño interior es importante porque el rechazo de las propias emociones y la huída de uno mismo tiene graves repercusiones en la coherencia y capacidad emocional. En lugar de estar huyendo de lo que nos duele y asusta, para evitar afrontarlo, lo que empobrece nuestras posibilidades vitales y nos confina en patrones de evitación preventiva de experiencias, esta terapia propone la conexión con esos conflictos por medio del niño interior. Será una conversación íntima con esa fantasía del niño que fuimos lo que facilitará el desbloqueo progresivo de las emociones del adulto.

Escuchar al niño interior conlleva el coraje de cambiar el desconocimiento por la concentración, intentar cambiar la autoevasión por el hacerse presente y consciente en el aquí y el ahora.  «El retorno de lo reprimido en este caso, sería una sensibilidad alterada ante lo que nos confronta en el día a día con lo que no queremos saber de nuestras heridas infantiles», explica Carrero

Cómo reconocer si una persona no cuida a su niño interior

Una persona no cuida a su niño interior en la medida en que sigue imponiéndose límites y prohibiciones recibidos. «Una autocrítica feroz, una autoexigencia imposible de cumplir, el rencor consigo mismo y los demás, y la tristeza de vivir en un contexto donde las coordenadas infantiles se han convertido en patrones de repetición inconsciente», asegura Carrero.

La lucha con el niño interior produce bloqueos emocionales, tendencia a los sentimientos negativos de crítica o envidia, en detrimento de los positivos de aceptación y amor. Entre los problemas que pueden surgir están la reproducción de los errores recibidos en la generación siguiente. La incidencia de las propias heridas emocionales en el desarrollo de los hijos. 

Consejos y recomendaciones para sanar al niño interior

La sanación del niño interior pretende conseguir la armonización emocional y la integración del pensamiento. La ambición es aprender a amarse a uno mismo, reconciliarse con el conjunto de vivencias propias eliminando los bloqueos desarrollados y cerrando en lo posible las heridas que quedaron abiertas por el camino.

En su versión de auto-ayuda, el método consiste en crear un espacio tranquilo y privado en el que durante 10 minutos al día durante al menos 6 meses, se trate de conversar con el niño interior por medio de una introspección retrospectiva. En la búsqueda de ese niño angustiado y escondido en ese pasado de incomprensión, se tratará de establecer un diálogo de perdón y comprensión.

En el caso de traumas muy graves imposibles de afrontar ni progresivamente ni en solitario, el psicólogo Antonio Carrero recomienda buscar la ayuda de un profesional de la escucha.

Marina Berrio
Asesoramiento: Antonio Carrero, psicólogo de Mundopsicólogos.com

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