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Mª Luisa Ferrerós: «Cuando los padres tenemos miedo de decir que ‘NO’ a nuestro hijo tenemos la batalla perdida»

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Todos queremos ser padres perfectos, pero ¿existe ese espejismo de perfección? Esto es lo que se cuestiona, entre otras muchas cosas, la psicóloga María Luisa Ferrerós, autora del bestseller Pórtate bien y de otros quince títulos de referencia, en su último libro Dame la mano, un manual para conectar con tus hijos.

Ferrerós vuelve al tema de la educación en familia con un mensaje claro para los padres «lo que realmente permanece en nuestros pequeños son los gestos inconscientes que se van a tatuar en su memoria emocional». Y es que descubrir cómo conectar con tus hijos y crear un vínculo que les ayude a crecer seguros y felices es fundamental.

Cada hijo es un reto educativo

Existe una obsesión en los nuevos padres por ser los mejores padres o padres perfectos. ¿Qué cree que necesita saber está generación para educar bien a sus hijos y no caer en los errores que estamos viendo?
Creo que es muy importante poder tomar distancia de la presión externa, familiar, de medios, de Instagram, Youtube… de las redes sociales en general y focalizar en lo esencial. Es una tarea muy difícil porque parece que es una carrera a ver quién es mejor padre o madre y hay que hacer un millón de cosas extra como estimulación precoz, psicomotricidad… que parece que consiguen que tu hijo sea un super bebé.

La sobreinformación es otra característica de estos nuevos padres, ¿de qué manera les está influyendo dejarse guiar y no ser ellos mismos?
Es la generación con mayor acceso a la información y la que se deja guiar más por Google que por los profesionales. Aunque creamos que en Internet esta todo, no es verdad, falta mucha información relevante. Esta tendencia nos aleja de nuestros propios valores e intereses, de lo que realmente es importante para nosotros y nos olvidamos de nuestro propio instinto materno/paterno y en el caso de dudas la búsqueda del asesoramiento de auténticos profesionales. Realmente cuando eres capaz de aislarte del «ruido» exterior y de conectarte con tu parte más emocional y dejar de intentar cumplir la check-list de lo que deberíamos hacer encontramos nuestro propio camino en la aventura de ser padres y criar a tus hijos.

¿Qué es la crianza a la carta y cómo podemos ponerla en práctica?

Tener presente que tu hijo es único y no se parece a ningún otro es esencial.

Lo que le puede servir al hijo de tu amiga o de alguna otra familia puede ser contraproducente para ti. Hay que asesorarse por profesionales y contrastar su experiencia y preparación. Los síntomas: mala conducta, lloros, pataletas, insomnio, dificultades con la comida… pueden responder a diferentes causas. Y las soluciones tienen que ver con lo que motiva dicha conducta. Por ejemplo, si un niño duerme mal y aplicas un método conductista sin saber porque le cuesta dormir puedes tener el efecto contrario. Si tiene miedo o ansiedad de separación el problema se puede agravar o cronificar.

¿Cree que el problema estriba en que queremos construir al hijo ideal sin darnos cuenta de lo que tenemos delante el hijo real?
Exactamente, sobre todo si partimos de la creencia o la idealización de cómo hemos soñado a nuestro hijo e intentamos que encaje en ese patrón. Cuando no coincide, nos asustamos, nos frustramos y entramos en una rueda de exponer a que el niño llegue a nuestros objetivos que produce una baja autoestima porque nunca conseguirá llegar a ser nuestro hijo ideal. Si aprendemos a observarlo, a quererlo como es olvidándonos de nuestros ideales, el niño podrá desarrollarse con una buena autoestima y nosotros también seremos más felices.

¿Cree que la falta de normas y límites por huir el autoritarismo está dando lugar a una nueva generación de niños frustrados?
Bueno, yo creo que es lo que hay detrás de esa falta de normas o limites es el miedo. Cuando los padres tenemos miedo de decir que «NO» a nuestro hijo tenemos la batalla perdida. No hemos de poner límites porque si, sino porque ellos necesitan saber cuál es el camino y cuáles son las lineas rojas que no han de traspasarse.

Establecer límites no tiene nada que ver con ser autoritario.

Pero saber hacerse respetar es imprescindible para establecer una relación de confianza y seguridad lo que se conoce como pago seguro. Un buen vínculo emocional.

¿Qué significa que la familia es como un avión? ¿Cómo debemos actuar los padres cuando vienen turbulencias?
Este símil nos ayuda a visualizar cómo habríamos de actuar y nos sitúa, nos ubica y nos enseña cuál es nuestro rol, nuestro papel. Dentro de la familia, dentro del avión, los roles están repartidos, quién guía y quiénes son los pasajeros. Cuando hay turbulencias, cuando hay nervios, conflcitos, inseguridades conflictos familiares, los padres que son los que guían (pilotan el avión) han de trasmitir, calma, seguridad, firmeza… como cuando en ese momento el piloto habla y dice: «está todo controlado, abrochénse los cinturones». Si en ese momento los niños nos ven nerviosos, chillando, perdiendo el control, ellos se asustan, como nos asustaríamos si el piloto del avión se pusiera nervioso en un momento de turbulencias.

¿Cómo ha sido la experiencia Covid para la familia, para los niños por un lado y para los padres por otro?
Por mi experiencia he tenido dos tipos de familia, unos que han estado encantados por poder estar todo el tiempo con sus padres, sin estres, ni horarios imposibles, disfrutando de estar en familia y recuperando la calma y los juegos de mesa y otros con problemas de sueño, insomnio, nerviosismo por la falta de deporte y espacio al aire libre en niños muy activos. Y en los padres también dos escenarios diferentes: los que se han dado cuenta de que todos sus problemas venían de ella falta de tiempo para compartir juntos y el confinamiento ha sido un bálsamo que ha curado todas su heridas por falta de comunicación y ahora están genial. Y los que se han dado cuenta, estando juntos 24/7 que no se soportan y tras el confinamiento se han separado.

¿Cuáles son las claves para jugar en equipo en casa: cómo hacer equipo con tu pareja y cómo formar un equipo con tus hijos?
Pienso que lo más importante es ser consciente de que la familia es un proyecto común, la comunicación es el puntal imprescindible para gestionarlo, y apoyarse mutuamente. Darse cuenta de que estáis en el mismo equipo y el objetivo es común. Respecto a los hijos, se trata de implicarlos en las tareas comunes, responsabilizarlos y colaborar juntos tanto en la preparación de las comidas como en el orden o el cuidado de mascotas y plantas, ir a la compra, etc.

¿Qué recomienda para que los niños nos ‘den la mano’?
Recomiendo COMPARTIR tiempo y actividades comunes para evitar el aislamiento como tardes de juegos de mesa, preparar pizzas, pasteles… juntos, planificar comidas juntos con alguna actividad como la de «El Frasco de la Felicidad», que consiste en escribir cada uno en papeles de colores lo bueno que nos pasa y meterlo en un frasco de cristal, cuando está lleno se hace una celebración para leerlos todos (son anónimos). También es bueno compartir películas en casa con palomitas y luego comentarlas, compartir partidos deportivos o carreras, excursiones por los alrededores andando o en bici… ¡Cuanto más mejor!

Marisol Nuevo Espín

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