La pandemia ha cambiado nuestra cesta de la compra. Un ejemplo es mirar nuestro carrito (físico o virtual) y comprobar cómo en el hay dos productos que se han convertido en imprescindibles: las mascarillas y los geles hidroalcohólicos. Ambos previenen el contagio, unas evitando que respiremos un aire contaminado por el coronavirus y los segundos higienizando nuestras manos tras contacto con superficies fuera de casa.
En el caso de los geles hidroalcohólicos, pueden empeorar los síntomas de enfermedades crónicas en la piel, como es el caso de la dermatitis atópica, que afecta con mayor prevalencia a los niños siendo entre un 6 y un 15%. ¿Cómo asegurar su cuidado al tiempo que se toman las medidas necesarias para prevenir el contagio del coronavirus? La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica, SEICAP, da los siguientes consejos.
Evitar efectos negativos
Para ayudar a los padres de niños con dermatitis atópica, SEICAP recomienda:
– Debe priorizarse siempre que sea posible el lavado con agua y jabón en lugar del uso de geles hidroalcohólicos.
– Cuando los niños estén al aire libre puede ser recomendable emplear mascarillas de algodón o tejidos naturales que faciliten la transpiración y que ocasionen el menor daño sobre la piel.
– A la llegada al domicilio realizar una correcta higiene con jabones no agresivos sin detergentes para retirar el sudor y otros restos acumulados en la zona facial.
– Aplicar cremas hidratantes y emolientes regularmente.
¿Y con las mascarillas?
Tal y como indican desde SEICAP el uso de las mascarillas puede ocasionar problemas cutáneos en la piel de niños con dermatitis atópica. Cabe recordar que, a partir de los 6 años, los niños tienen la obligación de llevarla en colegios y otros espacios públicos. El contacto continuo y la humedad que se genera por la respiración generan brotes de eccemas en sus rostros.
Por ello, se recomienda que siempre que se esté al aire libre se empleen mascarillas de algodón o tejidos naturales que favorezcan la transpiración y ocasionen el menor daño sobre la piel de los niños. Tampoco hay que olvidar la correcta higienización de estos productos al llegar a casa. Para ello nada mejor que jabones no agresivos sin detergentes y la retirada del sudor en la zona facial.
También será necesario el cuidado que favorezca la hidratación de la piel en esta zona. De nuevo, el uso de cremas emolientes para reducir la sequedad y restaurar la piel son la mejor opción para proteger la epidermos.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Trucos para conseguir que los niños se laven las manos
– Educar con mascarilla: las consecuencias de ocultar la cara
– La higiene fomenta virtudes en los niños