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Reír y sonreír: ¿por qué es tan importante para los niños?

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La risa es tan habitual en la cara de los bebés y de los niños que rara vez se piensa en lo maravilloso que es ese acto. La sonrisa, además de expresar alegría, influye en el proceso madurativo, fisiológico, cognitivo, emocional y social.

Sonreír es algo innato en los niños; es una habilidad que adquirida al nacer que dura toda la vida. El ser humano es la única especie que puede hacerlo. Resulta increíble cómo algo tan pequeño hace sentir cosas tan grandes. Por lo general, no se le presta mucha importancia, pero es algo que se debe valorar y trabajar también desde casa.

Etapas de la sonrisa en los niños

Comencemos desde el principio, la primera etapa de la sonrisa se denomina sonrisa refleja. Aparece a los pocos días de nacer, dura el primer mes y es bastante fugaz. Este tipo de sonrisa se da por imitación y, desde el primer momento, el pequeño ya es capaz de asociarlo a un sentimiento positivo, a la alegría, a la diversión y a la felicidad.

La segunda etapa de la sonrisa se corresponde con la risa general y suele mostrarse a las cuatro semanas. La sonrisa es más intensa y duradera y la provoca cualquier estímulo que le guste o cualquier adulto en general. Este tipo de sonrisa dura hasta los cuatro meses, que es cuando el pequeño comienza a distinguir formas de manera más nítida.

De aquí en adelante, en la cara de los bebés comienza a dibujarse la sonrisa específica, selectiva. El pequeño ya es consciente de a quién sonríe, reconoce los rostros que le resultan familiares y comienza a extrañar a las personas que no conoce. En esta fase, la sonrisa ya no es silenciosa como antes. Si los bebés escuchan algo que les gusta, emitirán un sonido alegre, una leve carcajada, sonidos guturales o balbuceantes.

Cerca de su primer cumpleaños, los niños repiten acciones que les hacen gracia para jugar con sus padres. También resulta curioso observar cómo se ríen con otros niños de su misma edad, sin apenas entenderse, porque para ellos la risa es un medio de comunicación. De ahí que sea uno de los elementos más importantes desde el primer minuto de vida.

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La risa tiene más importancia de lo que parece

La importancia de la risa en las edades tempranas es grande, no sólo en el aspecto madurativo, sino también en el fisiológico, cognitivo, emocional y social. Respecto al factor fisiológico, la risa ayuda a regular el aparato digestivo e intestinal, fortalece el corazón e interviene en la regulación del sistema inmunológico. Los niños que ríen a menudo tienen más defensas.

La risa también está relacionada con el sistema límbico, que gestiona las respuestas fisiológicas, como el sudor o la aceleración del pulso, ante estímulos emocionales. Además, influye en la memoria, la atención y la conducta. Al reír se liberan endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad. Está demostrado que los niños y niñas que ríen de manera habitual tienen más capacidad creativa y su aprendizaje, en general, es mejor, ya que al reír se oxigena más el cerebro y aporta un mayor y mejor riego sanguíneo.

Todos estos aspectos son importantes, pero sobre todos ellos destacan los factores emocionales y sociales. Los padres habrán notado la alegría de sus pequeños al hacer algo nuevo, y este alborozo se debe a que en los primeros meses la sonrisa está muy relacionada con los logros. Esta reacción refuerza muchísimo la autoestima y eso hará que quieran seguir consiguiendo cosas, investigando, explorando y siendo cada vez más autónomos.

Además, los niños que aprenden a reírse de una forma sana de las cosas cotidianas desarrollan antes la empatía y son más resilientes.

Así son capaces de ponerse en el lugar de los demás con más facilidad y de aceptar y asimilar los hechos antes y con una actitud mucho más positiva. Los niños que desarrollan este tipo de actitud se repondrán mejor ante una situación difícil o ante lo que para ellos puede ser un «fracaso». Por este motivo, es importante enseñarles a ver el lado positivo de las cosas y hacer que se las tomen con humor.

Los beneficios de la risa son múltiples y es una de las primeras formas que los niños tienen de comunicarse. Con el tiempo, los pequeños aprenderán a hacer reír a los demás, lo que refuerza el momento de la diversión y desarrolla más sus habilidades sociales. Los niños que ríen y les gusta hacer reír suelen ser más participativos en las actividades que se proponen y forman parte de ellas.

La risa es algo que todo ser humano tiene interiorizado de una forma muy natural, por lo que no suele llamar la atención que un niño o una niña ría. Sin embargo, la risa se puede potenciar y reforzar todavía más con pequeños juegos o canciones.

Izaro Tapia. Profesora de Escuelas Infantiles NClic

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