La borrasca Filomena ha cubierto de nieve el centro de España, dejando una estampa blanca en las calles, sobre todo de la capital, que no se veía desde hace 50 años. El espesor de nieve, de entre 20 y 40 centímetros, se ha visto acompañado de bajas temperaturas, que han llegado a -15ªC en algunos lugares durante la noche, lo que ha hecho que la nieve se compacte y se creen placas de hielo.
La principal recomendación de las autoridades a los ciudadanos es evitar salir de casa nada más que para lo imprescindible, y entre esas cosas imprescindibles está pasear al perro, ya que nuestra mascota necesita salir, eso sí bien protegida. Para que esta actividad no entrañe riesgos, tanto para los cuidadores como para las mascotas, la Real Sociedad Canina de España nos ofrece estos consejos.
Ideas para equipar al perro en su paseo con hielo y nieve
Hay perros que cuentan con una gruesa capa de pelo que les sirve de abrigo, pero no todas las razas poseen este abrigo natural. Concretamente, hay una serie de razas llamadas de pelo corto que, junto a los perros más adultos, conforman ese 25 por ciento de perros que sufren frío en invierno. Podríamos decir que los perros más frioleros son los Chihuahuas, Carlinos, Yorkshire, Bulldog Francés e Inglés y los Galgos. Todas estas razas son las que se conocen como desnudas (sin pelo).
Estos perros son especialmente sensibles al frío, por lo que si tienes una de estas mascotas, la recomendación principal a la hora de sacarles a pasear con la nevada es cubrirles con un abrigo adaptado a su medida.
Igual sucede con las razas de pelo fino o sin subpelo impermeable -como los Shih Tzu o Bichón Maltés-, a las que debemos proteger más porque se empapan completamente.
Las razas de perro más preparadas para el frío, es decir, los que no tienen problema estos días son los Labradores, San Bernardos o Pastores Alemanes, pues proceden de zonas frías y están acostumbrados a estas temperaturas.
¿Qué hacer al llegar a casa tras el paseo con el perro?
Importantísimo: sea la raza que sea, lo primero que hay que hacer es secarlos bien al llegar a casa, para evitar resfriados. En cuanto a sus almohadillas, si sólo paseamos sobre nieve, la mayoría de los perros están suficientemente protegidos, aunque convendría aplicar algún tipo de crema especial al volver a casa.
Si, como ya es el caso, la nieve se ha convertido en hielo, este puede provocar quemaduras en las almohadillas de los perros y sería conveniente utilizar botines o zapatos especiales, inspirados en los que usan los perros de trineo y que se pueden encontrar o encargar en cualquier tienda de animales. También conviene proteger las almohadillas con botas o patucos si en nuestra zona han comenzado a esparcir sal, ya que ésta puede causar erosiones y puede escocer o ser muy dolorosa en el caso de tener alguna herida.
¿Qué hacer si nuestro perro se come la nieve?
Esta cuestión plantea muchas dudas a los cuidadores. ¿Los perros pueden comer nieve o es peligroso que lo hagan? Según la Real Sociedad Canina de España, «i comen algo de nieve para refrescarse, no hay problema, pero comer demasiada puede provocarles un corte de digestión por el frío que les cause una diarrea u otros problemas de estómago, por lo que es mejor intentar evitar que lo hagan y puedan enfermar».
Ideas para equiparnos para el paseo rutinario con el perro
Para que sacar a pasear a nuestra mascota no nos deje helados o, peor aún, sea causa de una caída o resbalón en la nieve o en el hielo, sobre todo si se sale a primera hora del día o a última, es abrigarse mucho y llevar un calzado adecuado.
Es importante llevar varias capas de ropa (se recomienda que tres) y que la primera sea térmica para aguantar el calor corporal y la última, sea impermeable. El abrigo debe ser un plumas preferiblemente con capucha. En cuanto a la parte inferior, es conveniente llevar también un pantalón impermeable con mallas térmicas debajo.
En cuanto al zapato, lo más recomendable es usar botas que impidan el paso del agua, como las de montaña o materiales como el cuero. Para no resbalar lo mejor es apostar por calzado con una suela con tacos que se adhiera al pavimiento o al menos rugosa y, por supuesto, que nos ajusten bien, para evitar torceduras de tobillo.
Marisol Nuevo Espin
Asesoramiento: Real Sociedad Canina de España
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