Son muchas las fórmulas y métodos que se pueden aplicar a la hora de educar a un niño. El refuerzo positivo es una de las opciones, en esta ocasión se apuesta porque el niño comprenda cuando han hecho algo bien. Algo que muchos padres realizan de manera inconsciente y que puede servir de estímulo positivo para que los niños mantengan un comportamiento adecuado.
Tal y como indican desde el portal Auca el refuerzo positivo intenta que tras un comportamiento aceptable, los padres hagan ver a su hijo que están de acuerdo con el resultado. Por ello, el pequeño intentará repetir esta acción con el fin de experimentar de nuevo este estímulo positivo. Un ejemplo son las muestras de cariño como respuesta a actitudes correctas.
El refuerzo positivo en la educación
La misión del refuerzo positivo es influir en la actitud de los niños para su mejorar. De esta manera se presenten incentivar los comportamientos correctos y reducir aquellos indeseados provocando los siguientes efectos:
– Un aumento de la motivación por hacer lo correcto
– La mejora la autoestima y el reconocimiento
– La mejora de la receptividad
– El fomento del esfuerzo
Nunca hay que olvidarse de que lo más importante es que el niño entienda el origen del refuerzo positivo para que entienda la relación causa-efecto entre su actitud y el resultado final.
Exceso de refuerzos positivos
Como todo, abusar de los refuerzos positivos puede tener el efecto contrario. Así lo destacan desde de Child Mind Institute, en donde se recuerda que cuando el elogio es vacío, el niño olvida la importancia del trabajo duro. Siempre hay que retarles a tratar de hacerlo mejor, a superarse y a no quedarse con este incentivo, aunque sin caer en la excesiva crítica.
Lo correcto es crear una mentalidad de crecimiento en donde el elogio se centre más en el esfuerzo que en las capacidades Hay que evitar generar la ansiedad de que si no cumplen no recibirán el premio, sino en hacerles ver que hay que trabajar por mejorar en lugar de ver los errores como un completo fracaso, sino como una oportunidad para mejorar en lo que se fracasó.
Damián Montero
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