Las nuevas tecnologías se han convertido en compañeras habituales de los más pequeños de la casa. A día de hoy las nuevas generaciones nacen con un smartphone bajo el brazo en lugar de con un pan. Pero, como ya se ha dicho en otras ocasiones, si bien estos dispositivos ofrecen multitud de ventajas, también pueden provocar un exceso de uso que altere las rutinas de los más pequeños.
Así lo indican los expertos del Hospital Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga que explican que no hay que limitar la lectura al entorno escolar ya que el hogar es un ambiente importante a la hora de potenciar esta rutina. Sin embargo, la presencia de las nuevas tecnologías puede evitar que los más pequeños se acerquen a los libros, por lo que se hace importante el entorno familiar.
Nuevas tecnologías y lectura
Los expertos del Hospital Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga inciden en que el uso excesivo de móviles y redes sociales delante de los hijos puede provocar que el grado de interés por la lectura disminuya entre los más pequeños. Por ello, se recalca la importancia de crear un entorno en el que los niños vayan desarrollando interés por los libros desde edades tempranas.
«Debemos introducir en la rutina diaria un tiempo dedicado expresamente a la lectura. Antes de dormir puede ser un buen momento para leer un cuento». Además, añade que debemos ofrecerles lecturas compartidas y hacerles preguntas sobre lo leído o realizar recreaciones del cuento en familia», Rocío Juárez y Ruíz de Mier, psicóloga infantil del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Juárez añade que «alrededor de los 5 años el niño tiene las habilidades necesarias para iniciar la lectura de manera independiente, pero, cuanto antes se exponga a un niño a la lectura, mejor será su capacidad lingüística y sus habilidades oratorias. Por supuesto, sin imposiciones, simplemente ofrecerlo, dando ejemplo y debemos estimular con la lectura en voz alta. La edad para que ellos por sí mismos empiecen a leer depende fundamentalmente de su grado de madurez y del método que sigan en su centro escolar».
«Crear un clima de tranquilidad durante la lectura ayuda, al igual que es importante que vean a sus familiares leyendo libros, ojeando revistas, entre otros. Podemos asistir con ellos a bibliotecas o librerías y, en la medida de lo posible, podemos decorar las habitaciones con estanterías o espacios con libros y comics«, finaliza la especialista.
Ambiente familiar alfabetizador
Tal y como indican los expertos de esta entidad, la existencia de un ambiente familiar alfabetizador se relaciona directamente con un aumento de la motivación por la lectura. «La lectura es un proceso complejo que estimula conexiones neuronales propiciando no solo una mejora del desarrollo cognitivo de los niños como la amplitud de vocabulario, la expresión lingüística, la capacidad de atención, concentración y memoria, sino que también favorece el desarrollo de otros aspectos como la imaginación, la creatividad, la empatía o la comprensión de uno mismo y del entorno», explica la doctora Juárez.
Por su parte, Marta García, pediatra de Vithas Xanit Internacional asegura que «la mejor forma de estimular es a través de la lectura en voz alta desde que son muy pequeños». Esta especialista asegura que la adquisición del lenguaje se produce entre los 10 y 30 primeros meses de vida, de ahí «las ventajas de la lectura en edades tempranas, puesto que permite a los niños aprender palabras con mayor rapidez, mejorar su comprensión y ejercitar su cerebro para conseguir que el vocabulario sea lo más rico posible».
En este punto, la doctora Juárez añade que la implicación de la familia es esencial ya que favorece actitudes y comportamientos positivos hacia la lectura. Por ello aconseja exponer al niño a un mayor número de experiencias que permitan «el desarrollo de conocimientos y habilidades relacionadas con la lectura». Por ello se aconseja que la relación con los libros no se ciña al entorno escolar.
Damián Montero
Te puede interesar:
– 10 libros para que los niños se enamoren de la lectura
– Niños lectores: ¿existen fórmulas mágicas?
– Dejar que los hijos elijan qué quieren leer mejora sus habilidades de lectura