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Rosa Liarte: «Los profesores necesitan perder el miedo al uso de la tecnología»

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Licenciada en Historia por la Universidad de Málaga, Rosa Liarte, es una visionaria. Empezó a usar las tecnologías en el aula hace una década, cuando todavía no se sospechaba que esta formación TIC iba a ser tan necesaria en la educación durante la pandemia de coronavirus. 

Hoy día, esta pionera continúa compartiendo sus conocimientos sobre el uso de las nuevas tecnologías en el aula formando a otros docentes en nuevas metodologías: ABP, Flipped Classroom o Mobile Learning; evaluación y coevaluación por competencias a través de Rúbricas y Portfolios, así como en el uso de iPads, tablets y apps educativas en clase.

Colabora también con otras entidades, como Apple Education Trainer, Apple Distinguished Educator, Google Trainer o Google Innovator. Y además, tiene un nuevo proyecto: academiaparaprofes.com, un portal de cursos online, diseñados por profes para profes, sobre las mejores herramientas TIC que pueden utilizar en el aula.

Rosa Liarte, una profesora visionaria en el uso de las TIC

P. ¿Cómo pasas de ser una patinadora profesional a una innovadora educativa en materia de nuevas tecnologías?
R. Hay veces que todavía no doy crédito a lo que me ha sucedido. La tecnología siempre estaba presente en mi casa y mis padres no se dedican a ello. Pero la verdad es que mi madre siempre me apuntó a MS-DOS, a clases de mecanografía y siempre ha estado presente como algo más. Ahí en parte es culpa de mi familia. Y luego el patinaje me influyó en el sentido de que había que grabar canciones, montar vídeos, las canciones no podían tener música cantada… Eso me llevó a investigar por mi parte para hacer montajes para el patinaje y a tener una habilidad que no sabía que iba ser luego a lo que me iba a dedicar a enseñar al profesorado: usar mi hobbie para ahora mostrarlo en el aula y trabajarlo con ellos. Choca que una profe de historia sepa de tecnología o que sea la coordinadora TIC, un puesto que se le suele dar a un ingeniero o ingeniera. Pero lo que demuestra esto es que el autoaprendizaje y YouTube, que es una gran fuente de aprendizaje, lleva a que te puedas formas en muchas cosas y que luego te dediques a algo que ni te lo esperabas.

P. ¿Cómo empezaste a grabar tus clases en video y te convertiste en una profe youtuber?
R. Yo me lancé a hacerlo, primero, porque me tocaron cuatro clases de 4º de ESO durante un año. Cuando entraba en la primera aula, daba una clase, y genial. Era primera hora de la mañana, el alumnado estaba medio dormido y se daba bien. En la segunda clase había un par de interrupciones, pero ahí seguía el alumnado. En la tercera hora, a lo mejor tenía un segundo de eso, luego recreo, guardia, reunión, y quinta clase otra vez explicando lo mismo. ¿Qué sucedía? Que entraba en una dinámica explicando las cosas en la que estaba agotada, y el alumnado igual de llevar todo el día dando clase y, llegaba un momento, que no podía dar la misma clase a última hora que a primera hora. Empecé a cuestionármelo y lo primero que hice fue grabarme la primera clase de la mañana en directo en el aula para, más tarde, proyectarla con otro alumnado. De esta forma me di cuenta que se aprovechaban mejor las clases, los estudiantes atendían, veían el vídeo y me preguntaban las dudas. Y de repente tenía cincuenta minutos para trabajar con mi alumnado en clase, mientras antes solo disponía de diez minutos.

P. ¿Qué es una flipped classroom o una clase invertida?
R. En el aula tradicional de toda la vida, el profe entra a clase, pasa lista, después corrige los deberes del día anterior y empieza a explicar unos nuevos contenidos. Para esto último tarda unos quince, veinte minutos que al final se transforman en cuarenta por las interrupciones, por las preguntas del alumnado… Y una vez que se ha terminado la explicación se vuelve a mandar unas actividades de esos contenidos, pero ya ha pasado la hora y se llevan para casa. En el flipped classroom lo que se pretende es que los contenidos se aprendan a través de vídeos. Pueden ser vídeos vistos por la tarde en casa o vídeos proyectados en la clase por la mañana, e incluso que vean los niños diez minutos antes de empezar la clase. El vídeo no cuestiona a nadie, el alumno que no ha entendido el vídeo, lo puede echar para atrás tantas veces como necesite. Y entonces, una vez que el vídeo está comprendido, el profesorado hace las tareas con el alumnado en el aula. Qué mejor que tener la ayuda del propio profesor experto en la materia, a que le ayude un profesor particular o mamá o papá en casa. E incluso ese alumnado que no puede tener esa ayuda y llega al día siguiente, tristemente, sin los deberes hechos.

P. ¿Qué ventajas tiene la flipped classroom para el alumno sobre todo ahora que se ha convertido en necesaria?
R. El alumnado ahora, en muchos casos, está obligado a ver sus clases en vídeo. También hay muchos profesores que cuestionan que ahora los nuevos deberes son los vídeos, pero esto no tiene porqué ser así. En algunas materias es posible ver, por ejemplo dos vídeos y luego trabajar dos semanas en un proyecto en el aula (aunque sea virtual) sin estar viendo constantemente el vídeo.

P. ¿Cómo saber que los alumnos han visto el video de contenidos de clase?
R. Yo utilizo la aplicación EdPuzzle para comprobar que lo han visto. Esta aplicación no solo me dice si lo han visto, además le puedo poner preguntas dentro y puedo saber cuántas veces han echado el vídeo para atrás para comprenderlo mejor. Ahora puedo llegar a la diversidad, puedo ver cómo comprende el alumnado los contenidos, algo que en una clase tradicional no se puede saber.

P. ¿Con qué herramientas trabajas con tus alumnos para hacer un flipped classroom y evitar que se conviertan en huérfanos digitales?
R. Por un lado, visualizan el vídeo por EdPuzzle y luego lo que intento es hacer proyectos en los que intervenga la tecnología. ¿Cómo? Pues, por ejemplo, usando Chroma Key, que es la tela verde, donde con Touchcast, que es una aplicación para Ipad, el alumnado se graba y hace un proyecto. Romanízate es uno de ellos, en el que el alumnado se convierte en antiguo romano y revive la historia de la Antigua Roma. Hemos usado también Google Expedition para hacer realidad aumentada y virtual, sumergiéndonos en lugares en los que no podríamos haber ido de excursión. Aprovechamos la tecnología para poder usarla en el aula. Montones de aplicaciones nos pueden ayudar a hacer proyectos, no solo en clase de sociales como es mi caso, sino interdisciplinares, donde intervengan el resto de materias. El fin es que el alumnado entienda que el aprendizaje es para la vida, no simplemente para aprender un examen que luego se olvida. Sino que piensen «ah, estoy aprendiendo competencias que me van a hacer competente el día de mañana cuando busque un trabajo o quiera resolver un problema».

P. ¿Cuáles son las ventajas de trabajar con las tecnologías en el aula?
R. La principal ventaja es que se pueden trabajar las dudas en clase, aunque sea virtual. El alumnado puede ver los videos por su cuenta y después el profesorado puede trabajar con el alumnado en clase. Hay estudiantes que van a necesitar más ayuda, claro, y no vamos a descartar ese apoyo que las familias van a querer darles fuera de clase. Pero ahora tienen toda la hora de clase disponible para que el profesorado especialista en la materia pueda trabajar con ellos. En mi caso, lo que hago son proyectos y el alumnado trabaja conmigo realizando productos finales de lo que hemos abordado en el vídeo.

P. ¿Cree que con el cambio de dinámica en la innovación educativa se evitan las distracciones en el aula?
R. Se dice que tenemos nativos digitales en el alumnado, pero luego les pides que te manden un email con un archivo adjunto y, tristemente, no sabne hacerlo. Por lo que yo cuestiono ese nativo digital. Es un huérfano digital, porque solo sabe de Instagram, Snapchat y jugar al Fortnite; de ahí no sale. Tenemos que educar a estos nativos digitales. Ellos controlan muchas cosas del mundo digital, pero hay que educarles. Si lo prohibimos no estamos educando, no estamos enseñando. Esto sí que trae problemas. 

P. ¿Qué ha pasado con el bullying? ¿Le han ayyudado las nuevas tecnologías?
R. El bullying ya existía antes de existir los móviles. Hay que hacer una prevención y educarlo. No podemos dejar a un lado el problema, pero no les estamos concienciando sobre ello. Hay que educar el uso del móvil, eso lo primero. Luego hay que enseñar a usarlo y sacarle partido. El alumnado tiene aplicaciones en su dispositivo que no tiene ni idea para qué sirven y el día de mañana, lo digital estará por todas partes y ha venido para quedarse. Eso sí que me preocupa, un alumnado nativo digital y que no es competente digitalmente.

P. ¿Qué necesitan aprender los docentes?
R. Yo lo que intento es inspirar un poco al profesorado, porque creo que a veces la falta de ver ejemplos lleva a los profesores a la negatividad. Por eso, publico muchísimos ejemplos que hago en el aula para motivarles. Lo primero que siempre destaco es la actitud ante la tecnología. Aprender algo nuevo siempre lleva un proceso de aprendizaje y la gente de hoy día no tiene paciencia para aprender. Quiere saberlo todo ya y hay que recordar que muchas cosas las aprendimos poco a poco, como cuando nos sacamos el carnet de conducir. Si estoy trabajando con una aplicación nueva que no tengo ni idea, me va a llevar unos meses aprenderla a usar. Esto implica que la aplicación se actualiza, saca cosas nuevas y la gente se agobia porque llega un momento que hay que aprender constantemente. Yo defiendo una actitud de querer aprender siempre, sobre todo con el uso de la tecnología. Los profes necesitan perder el miedo al uso de la tecnología. Lo único que se necesita es paciencia y actitud.

P. ¿Qué intentas transmitir en tu academiaparaprofes.com?
R. En las formaciones intento inculcar eso al profesorado y mucha gente me dice: «seguro que es la edad, los que se están jubilando son los que no saben». Y eso lo desmiento porque he tenido a profesores que estaban a un mes de jubilarse y acudían a mi formación. Y eso habla a favor de la actitud de esa persona de querer aprender. Y de igual forma, me he encontrado a gente joven que no sabe de tecnología. Creo que es cuestión de lo que te quieras formar e intentar aprender por ti mismo en las formaciones con los centros de profesores y practicar el uso de la tecnología en el aula y perder ese miedo que, poco a poco cuando vas poniendo las cosas en práctica, ves que realmente todo funciona.

Marisol Nuevo Espín

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