¿Cómo influye la figura paterna en el crecimiento de un niño? Es cierto que por simple biología, la conexión que se produce entre una madre y sus hijos es especial. No en vano, desde el propio proceso de gestación todo lo que ella siente, irremediablemente afecta y altera el desarrollo de sus hijos.
Esta parte biológica es innegable, pero desde el propio aspecto masculino, cómo se comporta en todo momento, también es relevante para la gestación de su hijo. Es decir, cómo trata a su pareja, cómo vive el momento de ser padre, las ganas y la ilusión, y no se puede medir por género si ese niño es deseado por ambos progenitores.
Una vez que el nacimiento se produce, la influencia de ambos es la misma, porque entra en valor, las experiencias que va viviendo y compartiendo el niño. Siente y nota que no es igual, que por ejemplo lo bañe su madre que su padre. No es igual que lo duerma, uno u otro. La experiencia y la situación entran en acción como un valor añadido para el niño, y como una forma de enriquecer sus vivencias.cómo sientes y sobre todo cómo te sientes con tu hijo influye siempre. Da igual la edad y el sexo del niño y de sus padres.
Atrás quedan los roles marcados socialmente, donde la madre ejerce de protectora y el padre de proveedor de bienes. Ambos pueden cambiar y sobre todo compartir sanamente las mismas labores. No con ello, el niño tendrá dudas sino enriquece su manera de observar su vida futura.
Mi madre trabaja y mi padre también, esto es lo normal y así debe de ser, y mi madre me cuida y mi padre también. Esto es la normalización y la estabilidad emocional de los hijos.
Encasillar no es la manera más adecuada de criar y de enseñar a un hijo la vida que va a tener que vivir. Lejos están los tiempos en los que las niñas juegan con muñecas y friegan, y los niños juegan con el baño y no hacen la cama.
Los roles masculino y femenino
Los roles masculino y femenino no solo deben intercambiarse, sino que deben generarse, ya que la juventud debe observar en casa, que los dos progenitores son iguales en todos los sentidos, de manutención, cuidados, educación, etc. romper con estereotipos como relaciones de hombre y mujer con hijos, y comenzar a estimar que puede existir sanamente los roles de mujer y mujer como el de hombre y hombre, ya son cotidianos en nuestros días. Solo debemos cuidar lo importante como padres, que se desarrollen en un contexto familiar donde el amor este claro sin medir quien lo demuestra y sobre todo que genero tiene.
Los cambios en la figura del padre en los últimos 30 años
La evolución generacional es relevante y necesaria. Los padres de ahora deben conciliar la vida laboral con la familiar, del mismo modo que sus madres, porque es lo necesario. con el paso de los años, las familias tienden a tener menos hijos, tiende a aparecer como normalizado las parejas de padres separados.
Y todo eso ha hecho que tantos padres, tengan que ejercer de padres y madres a tiempo parcial o completo por sus hijos. La evolución como hombres es maravillosa y enriquecedora, porque nos ha convertido en más completos y no meros trabajadores para obtener bienes para la casa. Se han formado y se seguirán formando los hombres, completos, que pueden aceptar los dos roles con naturalidad sin que por ello pierdan nada de masculino.
Del mismo modo, madres más luchadoras e independientes, traerán consigo en un futuro, mujeres más fuertes sin que con ello, se pierda o se ponga en riesgo su feminidad.
Un papá moderno: ¿qué mantener y qué eliminar del papá de hace un tiempo?
Los padres actuales, vienen de una generación en la que ser padre tenía un perfil claramente marcado, trabajar y trabajar. Donde su rol era autoridad e imposición como tipo de relación con sus hijos. Donde la frase más escuchada en las casas era «lo que diga papá» o «díselo a papá». Esto me suena rancio, machista y denigrante. Actitudes que si debemos eliminar no solo en el «trabajo de ser padre» sino en la forma de relacionarnos como hombres.
Lejos quedan esas actitudes que debilitan las posiciones femeninas, y con las que se crearon hijos machistas e hijas sumisas. Debemos mantener el respeto y sobre todo el amor como arma de enseñanza, donde por el bienestar futuro de los hijos, estas dos herramientas sean claves. ver crecer a tus hijos con respeto por ello y que vivan en primera persona el respeto entre sus padres es más que nunca necesario. donde los roles ya no son formas de vivir, y lastres sociales. debemos darnos cuenta que el amor entre los adultos de la casa, es la norma, y cuando uno de los dos carece de ello, no pasa nada, siguen siendo padres por separado porque lo que debe prevalecer por encima de todo es el amor a los hijos.
Tres consejos imprescindibles para los neo papás
1. PADRE SERÁS SIEMPRE. Esta norma es sencilla pero encierra mucho. te puedes separar de su madre, y ella libremente puede elegir rehacer su vida por su propia felicidad. lo que nunca has de dudar ni perderte es que eres padre de tus hijos toda la vida y como tal, educarles y apoyarles toda la vida.
2. PADRE SE MIDE POR SUS ACTOS. La forma y la manera con la que te relaciones con tus hijos, recuerda que será la que en un futuro ellos tendrán con sus parejas y en la vejez actuará contigo. deja acciones más que palabras de amor, respeto, comprensión, e igualdad para que tu labor de padre se entienda en el mismo.
3. PADRE QUE AYUDEN A SUS HIJOS A DECIDIR. Los niños no serán niños toda la vida y debemos ayudarles con la única regla clara, decide que quieres y en lo que pueda te ayudare, decide porque solo tu veras tus frutos. imponer el criterio paterno no te hará más fuerte. debes aportar seguridad en los menores para que sus decisiones y sus vivencias sean claras, ya que al mismo tiempo cada paso que dará tendrá unas consecuencias que solo ellos deben vivir en primera persona, que es la manera efectiva y eficiente de aprender.
Ya sea madres o padres la sobreprotección, el no te voy a criar como lo hicieron conmigo, el me voy a inventar un modelo nuevo de paternidad, no funciona. debemos entender que al final estamos entrenando y apoyando a nuestros hijos para que sean mejores que nosotros porque vive, siente, observa, y experimenta situaciones que nunca nosotros vivimos y que solo ellos, con la vigilancia adulta de la caída podemos hacer. El error solo lo comete quien lo hace, de nosotros depende que lo vuelva a intentar en el futuro o que se nieguen para siempre.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende.Autora de la colección Estimular los procesos de lectura y escritura
Más información en el libro: Corazón de padre, de Osvaldo Poli.
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