Este verano será distinto para muchas familias. Si en otros años lo habitual era hacer un viaje para aprovechar este tiempo de descanso y desconexión, en este 2020 en muchos casos se quedarán en casa. Una situación que puede llegar a saturar y debilitar las relaciones entre los distintos miembros del hogar, en especial después de un confinamiento como el acontecido.
La permanencia en casa, con el aumento del tiempo libre de las vacaciones de mayores y pequeños, es posible que surja algún que otro roce. Sin embargo, es el mejor momento para empezar mejor a todos los miembros que componen la familia y mejorar este tipo de relaciones. Y, tal y como indican desde DKV Salud, el mejor método para ello es la comunicación y el respeto a la independencia.
Mejorar las relaciones familiares
Los expertos de esta entidad recuerdan que existen una serie de normas de convivencia básicas y que deben ponerse en marcha durante estos días:
– Respetar los distintos puntos de vista y tratar de entender la perspectiva que tienen los distintos miembros del hogar.
– Si hay algo que no gusta es mejor hablarlo en lugar de esperar a una situación tensa para reprocharlo.
– Dedicar tiempo a hacer alguna actividad juntos como, por ejemplo, juegos de mesa y ver una película.
– Considerar la importancia de los sentimientos y emociones de los demás, entendiendo cuando llegue un mal día.
El papel de los padres
¿Qué pueden hacer los padres para mejorar las relaciones con sus hijos durante este verano? Desde la Asociación Americana de Pediatría se dan las siguientes recomendaciones:
– Estar disponible. El verano es una época perfecta para dedicar tiempo de calidad a los hijos, sin distracciones, para que padres y niños hablen, marcando una gran diferencia en la creación de buenos hábitos de comunicación
– Ser una persona que sabe escuchar. Al escuchar a los hijos, los padres consiguen que los niños se sientan queridos y apoyados.
– Demostrar empatía. Los padres deben sintonizar con los sentimientos de sus hijos y hacerles saber que comprenden la situación. Una caricia suave o un abrazo pueden hacerle saber a los pequeños que se está de su parte.
– Ser un buen ejemplo a seguir. Los niños aprenden a través de ejemplos, por lo que se recomienda utilizar las palabras y tonos de voz apropiados, demostrando a los hijos la mejor vía para mantener un diálogo.
Damián Montero
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