A través de la conversación, los niños pueden desarrollar las habilidades sociales necesarias para empatizar con los demás y caer bien, lo que conocemos popularmente como el «don» de gentes. Para desarrollar la simpatía de los niños, los padres podemos animar a nuestros hijos a conversar, a dialogar con sus padres, hermanos, compañeros, vecinos, tanto con niños como con adultos.
Las personas con buenas habilidades sociales suelen ser populares, tienen carisma y la gente de su alrededor se siente atraída por ellos. La clave de esta habilidad radica en la comunicación.
Saber comunicar no es fácil ya que intervienen aspectos personales como controlar y dirigir nuestras emociones. Este es el secreto del encanto y uno de los valores más importantes y difíciles en el desarrollo como persona, pues hemos de luchar contra nosotros mismos, para controlar nuestros sentimientos y nuestros caracteres.
Inteligencia social por edades
La inteligencia social a los 4 años
El niño/a a los 4 años es más seguro, firme e independiente. Tiene una mayor facilidad para hacer amigos y ya habla de «su mejor amigo». Es bastante charlatán y sociable.
La inteligencia social a los 5 años
Ya a los 5 años va reduciendo «su» grupo de amigos y comienza a rechazar a otros niños del grupo. Se hace más responsable y, en general, le gusta agradar a los que le rodean, en especial, a sus papás. Suele ser más servicial y le gusta que le pidan pequeños favores. Juega con compañeros imaginarios, imitando a los de su clase.
La inteligencia social a los 6 años
Sobre los 6 años se produce un cambio importante en la conducta del niño. Surgen en él tendencias contradictorias, ideas y deseos opuestos que dificultan el equilibrio emocional. Pasa rápidamente de una actitud serena, amable, cariñosa, al insulto la burla y la respuesta negativa a todo. Hemos de empezar a enseñarle en estos momentos que ha de aprender a controlarse, con mucha paciencia y sabiendo que tiene toda una vida por delante.
El colegio adquiere una importancia extraordinaria para el niño y «necesita» ver que la profesora y sus padres son amigos y van en la misma línea; esto le da seguridad y confianza. Pelea con sus compañeros en sus juegos, ya que en sus relaciones con los demás acusa mucho la tensión y el nerviosismo que lleva dentro así como la del entorno.
La inteligencia social a los 7 años
A los 7 años pasa del «yo» al «nosotros» de manera gradual; comienza a compartir su madre con los demás hermanos. En el colegio establece una relación afectiva especial con su profesora, como segunda madre y amiga, y valora mucho los estímulos y palabras de aliento de sus profesores.
Comienzan a consolidarse las primeras «pandillas» de amigos, tendiendo a seguir a un líder. Surgen pequeños conflictos continuos por todo, creando «rivalidades» entre «pandillas» diferentes.
Montse López. Profesora de Educación Infantil del Colegio Guadalaviar
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