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10 consejos para educar a los niños en valores

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Todos los padres reconocen la importancia de inculcar a sus hijos una serie de valores en los que apoyarse toda su vida. En estas primeras edades, la base de la educación se centra en la adquisición y el aprendizaje de hábitos que deberá incorporar cada hijo a su vida diaria, haciéndolos suyos. Cuando estos hábitos se asimilan, se convierten en valores. A lo largo de toda nuestra vida, esos valores que vivimos se convierten en virtudes.

Nuestros hijos deben crecer seguros de sí mismos, con sentido de justicia, de capacidad crítica y abiertos a los demás. Deben ser considerados y comprensivos con los que le rodean, sin necesidad de pisotear a nadie para obtener ventajas, ni abandonar la lucha ante las primeras dificultades. Han de vivir como personas libres y responsables en una sociedad en la que se necesita un resurgir de valores como la generosidad, el compañerismo, el optimismo, la ayuda, la alegría, la disponibilidad y la responsabilidad.

Los niños deberían crecer como personas optimistas, entusiasmadas con la vida, capaces de ver la parte positiva de todas las situaciones cotidianas, olvidándose de sí mismos y volcándose en los demás para hacerles felices, y así llegar a alcanzar la propia felicidad. En definitiva, han de llegar a ser personas maduras, con personalidad bien formada, fuertes, pero humildes a la vez.

Pautas educativas para educar en valores a los niños

La educación de los hijos es una tarea muy difícil, costosa, que requiere de mucha paciencia, constancia y ganas por nuestra parte. Es y debe ser una tarea conjunta entre padres y colegio. Los padres, como primeros educadores de nuestros hijos, debemos concienciarnos y responsabilizarnos en esta tarea educativa, contando con la ayuda del colegio.

Resulta pues indispensable tener unos criterios o pautas de educación claros; es decir, qué quiero conseguir en mis hijos, qué valores quiero fomentarles, qué es lo se espera de ellos. En estas edades, se despierta la conciencia personal del propio yo, es decir, comienzan a ser conscientes de sus posibilidades y limitaciones, de lo que les cuesta más y les cuesta menos.

Por esto es bueno que nuestros hijos sepan qué esperamos de ellos y a qué son capaces de llegar, para poder exigirles a cada uno en su justa medida. Esto se irá consiguiendo con nuestra constancia y cariño, intentando ir a la par con el colegio en cuanto a lo que queremos transmitir y vivir.

10 consejos para educar en valores

Una vez que tenemos claros los criterios, viene la cuestión de cómo educar:

1. Dedicar tiempo a transmitir estos valores

No se educa mejor por la cantidad de horas de trato con los hijos, sino por la calidad de las relaciones que establezcamos con ellos. Más vale poco y bien que mucho y mal. Los hijos necesitan que el tiempo que les podamos dedicar sea pleno y exclusivamente para ellos: sea al contarles un cuento, escucharles, jugar con ellos, compartir horas de comidas, etc.

2. Tener paciencia

Conviene tener en cuenta que no se deben perder los nervios. La jornada diaria se encuentra llena de tensiones, estrés y prisas que nos hacen perder los nervios y agotar la paciencia, y lo suelen pagar los hijos. Ser tierno y comprensivo no se opone ni a comportarse de una manera justa ni a la riña cuando la conducta de los hijos no es la indicada.

3. Corregir con amor

Las correcciones con amor valen más que una salida de tono. Al educar con cariño pretendemos, por un lado demostrarles a nuestros hijos que los queremos con muestras de afecto físico (abrazos y besos), pero también requiere reñirles si su conducta no es la correcta. Se trata, en definitiva, de exigir a cada hijo, en la medida en que pueda, las metas u objetivos que nos hemos propuesto.

4. Educar en positivo

Es muy importante educar positivamente, reforzando las buenas actitudes, alabando la parte positiva del comportamiento de nuestros hijos. Ellos necesitan saber que sus padres están satisfechos con ellos. Esto les ayudará y se sentirán estimulados para continuar su buen comportamiento.

5. Adelantarnos a los acontecimientos

En la medida de lo posible, hemos de adelantarnos y hacer a nuestros hijos obedientes, ordenados, sinceros, etc., antes de que puedan ser desobedientes, desordenados, mentirosos, etc.

6. Razonar siempre, nunca imponer

Es necesario hacerles comprender las cosas razonadamente, y no como una orden que han de acatar (aunque a veces, cuando son muy pequeños no se lo razonamos).

7. Evitar amenazas

El método de las amenazas funciona solo las primeras 2 ó 3 veces. Luego el niño se acostumbra y no hace caso. La amenaza a largo plazo desprestigia la credibilidad de sus padres. Más vale castigar al niño después de una conducta incorrecta, que amenazarle y no cumplir la amenaza nunca.

8. Educar invidualmente

Cada hijo tiene un carácter, una personalidad y unas necesidades específicas. Por ello, conviene tenerlo en cuenta para educar individualmente.

9. Mostrar respeto

Para corregir algo incorrecto no se necesita ridiculizar al niño. Esto no le aporta nada positivo y existe el peligro de que el niño se acompleje. Se debe corregir a solas, para que no se sienta humillado.

10. Predicar con el ejemplo

La mejor forma de educar a nuestros hijos llega por el ejemplo. Los hijos se fijan en los padres más de lo que creemos; somos los modelos que imitan. Si ellos nos ven luchar en nuestros defectos, lucharán por mejorar los suyos. De esta forma haremos personas responsables y libres capaces de afrontar cualquier obstáculo, con fortaleza y madurez.

Montse López. Profesora de Educación Infantil del Colegio Guadalaviar

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