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Entrenamiento para escribir: juegos y ejercicios para tu bebé

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Durante los primeros meses de vida del bebé, la mano va a dejar de ser, poco a poco, un puño cerrado para transformarse en una verdadera herramienta. Gracias a la estimulación, el bebé abrirá las manos queriendo coger todo lo que se le pone delante de los ojos. Cuando comience a moverse y patalear, las manos entrarán en su campo visual con mayor frecuencia y podrá observar esa parte de su cuerpo que le servirá de gran utilidad a partir de este momento.

Al aprender a combinar el control de los dedos y la habilidad para moverlos bajo el control visual hace que el niño, con el paso de los meses, vaya adquiriendo una mayor destreza. El desarrollo de los huesos de las muñecas proporcionará un control más preciso aún y, así, el niño será capaz de realizar giros y lanzamientos, utilizará los cubiertos con mayor precisión, levantará y colocará objetos apilándolos… En el segundo año de vida, por ejemplo, el niño es capaz de controlar los objetos que coge y de utilizarlos como hrramientas.

El mundo de la escritura para los bebés

Igual que la lectura, la escritura se encuentra plenamente inserta en la vida cotidiana del niño. Ve escribir a sus padres, a sus hermanos, a todo el mundo, y tiene ganas de imitarles. El acercamiento a la escritura por parte del niño ha de hacerse con naturalidad.

Pero para llegar a alcanzar una buena escritura, es necesario que el niño haya adquirido con anterioridad ciertas destrezas y habilidades. Todos esos movimientos se engloban bajo el concepto de grafomotricidad:coordinación óculo-manual, tono muscular, fuerza, presión, etc. Por ello la grafomotricidad puede dividirse en:

Grafomotricidad: la capacidad viso-motora

Se trata de realizar ejercicios para desarrollar los movimientos de los ojos, de arriba abajo, de un lado a otro, con movimientos convergentes y divergentes o haciendo un seguimiento con los ojos de algo en movimiento. De esta forma, se fortalecen los músculos de los ojos y se amplía el campo visual lo que ayudará a que el niño o niña consiga una buena velocidad lectora y un mayor seguimiento del trazo.

Ejercicios de motricidad ocular

1. Sigue ese objeto. Para estimular y fortalecer los músculos de los ojos, podemos pedir a los pequeños que sigan con la mirada un objeto de gran colorido de un lado a otro, de arriba abajo, haciendo círculos en el aire, realizando diferentes formas o figuras, etc.Puede utilizarse, por ejemplo, un globo, una cartulina de colores recortada con forma graciosa, etc.

2. De uno a otro. Otro ejercicio de motricidad ocular puede consistir en colocar dos objetos encima de la mesa bastante juntos. Cuando le digamos debe mirar de uno a otro cada vez más rápido sin mover la cabeza, solo los ojos. Eso le ayudará a entrenarse. Si vemos que no sabe hacerlo a la primera, deberemos enseñarle nosotros exagerando, para que lo vea claro, ese movimiento.

3. Un cordón en mi nariz. Ahora usaremos un cordón, que lo sujetaremos por sus extremos, uno con cada mano. Colocaremos el cordón en la punta de la nariz del pequeño y estiraremos una punta poco a poco. Se trata de que lo sigan con la mirada, sin mover la cabeza.También hay que realizar ejercicios de convergencia y divergencia de los ojos.

Grafomotricidad: entrenamiento digito-manual

Se trata de hacer ejercicios para conseguir una cierta agilidad de los músculos y tendones de las manos y dedos: abrir y cerrar las manos con fuerza, subir y bajar las manos a partir de las muñecas, realizar giros de muñecas, juegos de choque de dedos, de coordinación de manos y dedos, de golpear con las manos y dedos, de estiramiento de los dedos, etc. Con estos ejercicios, se conseguirá dominar las diferentes herramientas de escritura o dibujo.

Ejercicios de entrenamiento digito-manual

1. Apretar y soltar. Después de entrenar los ojos, llega el turno de fortalecer los músculos de la mano. Para ello, podemos pedir al pequeño que cierre el puño fuertemente y abra de golpe la mano, haciendo fuerza. Es decir, como si apretara algo y luego lo soltara.Estos ejercicio pueden adornarse con canciones, cuentos, etc. que contengan este tipo de actividades.

2. Con canciones. Para preparar a nuestros hijos en el aprendizaje de la escritura se pueden ejercitar sus miembros con actividades que desarrollen a la vez otras capacidades como la creatividad, el disfrute, la autoestima, por medio de juegos y actividades. Por ejemplo, se puede cantar los cinco lobitos haciendo que giren las manos y muñecas.Otras canciones también pueden servir: solo se trata de gesticular bastante.

3. A chocar dedos. Para que adquieran fuerza y tono muscular sirven los juegos de choque, es decir, que los pequeños choquen entre sí dos dedos de las dos manos uno contra otro y apretar durante cierto tiempo. Se les puede decir que son enemigos y están peleando.A continuación pueden jugar a chocar el dedo pulgar con cada uno de los dedos de su mano.

4. Tocando el tambor. Los juegos de golpear también resultan de utilidad para el entrenamiento dígito-manual. Se trata de que los pequeños golpeen con las manos y los dedos de uno en uno o todos a la vez encima de la mesa; o que golpeen golpear con los puños en la mesa.También se les puede decir que forman parte de un grupo de música y tienen que tocar el tambor en la mesa.

5. ¡Vaya lío! Los juegos de coordinación van a venirle muy bien para la futura escritura, ya que sujetar el lápiz o las pinturas y ser capaces de realizar trazos tiene mucho que ver con una buena coordinación. Para ello, con las dos manos abiertas, les pediremos que cierren una y abran otra a la vez, y viceversa, cambiando rápidamente.Se lo podemos complicar: cuando cierren una mano tienen que guiñar ese ojo.

6. Estirar los dedos. Por último, para terminar con el entrenamiento dígito-manual, se les puede proponer determinados juegos de estiramiento. Por ejemplo, apoyar los dedos de uno en uno en el borde de la mesa y estirarlos presionando contra la mesa.También pueden ir estirándose ellos mismos los dedos de una mano uno a uno, como si se sacaran novias.

Grafomotricidad: la motricidad fina

En este aspecto se trabaja todo lo referente a la utilización de material variado para agilizar, coordinar y fortalecer los músculos. El niño debe adquirir la fuerza, destreza y habilidad necesaria para la posterior escritura. Por ejemplo, pueden realizarse ejercicios de fuerza, ensartado, cosido, encajes, puzzles y rompecabezas.

Ejercicios de motricidad fina  para tu bebé

1. Verdaderos escultores. Para la motricidad fina, se pueden realizar varios ejercicios de fuerza: modelar con arcilla o plastilina; tensar y destensar gomas; recortar con tijeras; estampar con esponjas o patatas; arrugar papel, hacer bolitas y luego pegarlas… También pueden rasgar papel, borrar con una goma, etc.

2. Unos bonitos collares. Para realizar ejercicios de ensartado pueden: apilar cubos, dados, vasos o bloques… haciendo una torre; ensartar bolas, “macarrones”, botones o tubitos en un cordón; meter clavijas en un tablero (pinchar); abrochar y desabrochar; atar y desatar cordones… También pueden hacer cadenetas con clips, trenzar con cordones, retorcer dos cordones de izquierda a derecha y viceversa, etc.

3. Y ahora, sastres. Para realizar ejercicio de cosido pueden: enhebrar y desenhebrar lana en una aguja de plástico; atar y desatar un lazo; pellizcar una miga de pan o algodón; pasar hojas con un pellizco; pasar cintas o cordones en rejillas…También pueden vestir y desvestir a muñecas.

4. ¿Hacemos un puzzle? Otro tipo de ejercicios muy adecuados son los puzzles. Por ejemplo, los puzzles y rompecabezas de acuerdo a cada edad: de 3 a 30 piezas aproximadamente (según las aptitudes del niño). También pueden encajar diferentes siluetas en un tablero. Además, hacer un puzzle junto a nuestro pequeño nos proporcionará una ocasión inmejorable para fomentar la comunicación con él.

5. Sin parar. Se pueden utilizar muchas actividades para estimular la motricidad fina de nuestros pequeños. Por ejemplo: abrir y cerrar un grifo o una puerta; tapar y destapar botes o cajitas; doblar y desdoblar papeles o telas; atornillar y destornillar; enrollar un cordón en un carrete de hilo… También, pasar pasta, arroz, sal, lentejas, alubias, etc., de una mano a otra o de un bote a otro; sacudir un trapo; sacar punta.

Montse López.  Profesora de Educación Infantil del Colegio Guadalaviar

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