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Las 6 fases de la desescalada digital en familia

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Los dispositivos digitales han sido nuestro salvavidas para relacionarnos, trabajar y divertirnos durante el confinamiento. Pero, el exceso de convivencia con las pantallas (móviles, ordenadores, tablets y videoconsolas) también nos ha creado una gran dependencia y ahora es el momento de desconectar. Lo ideal es utilizar las fases de la desescalada para hacerlo de manera progresiva.

Toda la familia, desde los adultos a los niños, debemos ser conscientes de que el abuso de Internet, las redes sociales o los videojuegos puede perjudicarnos a medio y a largo plazo. Apenas son necesarios 21 días para forjar un hábito, por tanto si hemos estado más de 80 días confinados, es posible que hayamos adquirido muchas costumbres y hábitos digitales sin apenas darnos cuenta. Ahora conviene poner en marcha un plan para desescalada digital en familia.

Los datos de diferentes estudios avalan un gran aumento del tiempo de conexión. Un estudio de Qustodio ha revelado que el tiempo que pasan los menores españoles en redes sociales durante el confinamiento llegó a triplicarse con respecto a la media del año anterior; y un informe de Nielsen Global Media señaló que los españoles pasaban el 47% de su tiempo de confinamiento conectados a Internet.

«Al igual que recuperamos nuestra vida habitual en las progresivas fases del desconfinamiento, es necesario realizar un esfuerzo proactivo y consciente para identificar esos excesos de uso de pantalla que han podido incorporarse a la vida de todos los miembros de la familia y realizar una reducción progresiva, una desescalada digital planificada, en la cantidad y momentos de utilización, no pocas veces inconsciente o poco provechosa», manifiesta Jorge Flores, Director de PantallasAmigas.

Por ello, PantallasAmigas y Twitter, como parte de su compromiso por la promoción del bienestar digital, proponen un plan de seis pasos para ayudar a las familias a la desescalada digital. Son pautas para combatir el uso abusivo de pantallas y se pueden aplicar se tanto de forma tutelada en los miembros más jóvenes de la familia como de forma autónoma por parte de las personas adultas.

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Las 6 fases de la desescalada digital en familia

1. Obsérvate

Identifica qué cosas estas haciendo ahora con el móvil, las redes sociales o los videojuegos que antes del confinamiento no hacías. Es posible que estos cambios, que han sido progresivos, no los notes fácilmente o que están ya tan arraigados que te parezca que lo has hecho siempre. Sin embargo, conviene reflexionar, observarse y analizar, ya que cambiar es el primer paso para suprimir esos vicios adquiridos: por ejemplo, pregúntate: ¿duermes con el móvil? ¿lo llevas siempre encima? ¿publicas en redes varias veces al día por costumbre? ¿juegas cada noche?…

2. Conoce bien tus nuevas rutinas

Intenta reconocer cuándo, cómo y hasta dónde has incorporado las tecnologías y el uso de pantallas en tu día a día. Céntrate en los cambios que han aumentado el uso de pantallas y, sobre todo, en los que se han vuelto rutinarios. Trata de conocer qué los provocó o en qué circunstancias se agudizan, así como la manera en que te afectan y si perduran con la misma intensidad tras el desconfinamiento

3. Establece tus objetivos

Márcate una nueva situación deseada tras el proceso de desescalada. Tu propósito debe ser realizar un uso más racional y moderado de las pantallas. Para conseguirlo es recomendable marcarse objetivos parciales asumibles, es decir, retos que se pueden abordar en paralelo o de forma secuencial, pero que sumados conduce a ese nuevo estado de mayor bienestar.

4. Ayúdate de una estrategia

Cambia costumbres, pon en práctica trucos que te alejan de la pantalla y mide los avances. Sabes dónde quieres estar y qué quieres cambiar para ello. Necesitas también pensar cómo lograrlo y cuantificar los progresos. Un propósito firme y la fuerza de voluntad se deben potenciar con pequeñas estrategias o trucos cotidianos como, por ejemplo, establecer rutinas de ocio no digital, desactivar notificaciones o dejar el móvil fuera de tu vista o alcance. Es preciso mantener estos cambios durante al menos 21 días.

5. Comparte tu propósito

Haz partícipe a tu entorno de tu voluntad en cambiar ciertos hábitos y pídeles colaboración y comprensión para que te puedan ayudar. La meta es ambiciosa y en ocasiones las personas del ámbito familiar, laboral o escolar pueden no entender tu nueva actitud y ello puede ser un obstáculo adicional. Cambia esa amenaza por una oportunidad y hazlas cómplices de tu propósito. Puede incluso que lo quieran compartir contigo

6. Revisa tu plan

Cada cierto tiempo mide los avances, identifica y cambia lo que no va bien, reajusta las metas y prémiate por los logros. La desescalada digital supone un proceso de transición hacía un mayor estado de bienestar. Se trata de un tránsito nuevo que requiere reeducar hábitos en un contexto cambiante con muchas variables. Es importante reajustar la estrategia en función de los resultados obtenidos y recompensarse por lo ya logrado

Este plan de seis pasos se puede realizar en familia, pero cada uno debe proponérselo de manera particular. Sentir la necesidad de realizar una desescalada digital es fundamantal, pero es mejor aún, ser parte de un compromiso colectivo donde se establezcan metas individualizadas pero un objetivo común: desescalar el sobreuso de pantallas para lograr un mayor bienestar.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Jorge Flores, director de PantallasAmigas.

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