Aunque los primeros pasos de la desescalada se están llevando a cabo, y tanto pequeños como mayores disfrutan de diferentes momentos y horarios de libertad a lo largo del día, las consecuencias derivadas del periodo de confinamiento perdurarán en el tiempo.
Entre los miembros de la familia que más va a notar los efectos adversos de la cuarentena se encuentran los niños, puesto que han cambiado completamente sus rutinas y no han podido disfrutar de la libertad a la que estaban acostumbrados, algo que podría repercutir enormemente en su estado anímico y mental.
Lo más aconsejable para los niños y sus familias es contar con un buen seguro de salud como el que ofrece Elma, con asistencia médica integral de calidad para prevenir cualquier enfermedad; pero también para cuidar de la salud mental y el bienestar general de los más pequeños de la casa. Especialmente en momentos tan excepcionales como los que vivimos estos meses.
Cómo afecta el confinamiento a la salud mental de los niños
Tras pasar mucho tiempo encerrados en casa, los niños representan uno de los colectivos más vulnerables del entorno familiar. Uno de los síntomas que se aprecia con mayor facilidad es el aumento del estrés, y reconducirlo de la forma adecuada debe ser un objetivo fundamental por parte de los padres y resto de la familia.
En especial lo notan los niños más pequeños, ya que la cuarentena ha supuesto una interrupción de algunos procesos claves de su desarrollo durante las primeras etapas de su vida como el movimiento, las relaciones sociales o las diversas fases de un aprendizaje que debería ser constante.
El hecho de que sus actividades habituales hayan desaparecido de su rutina, junto con el no entender la extraordinaria situación que se vive en la actualidad, constituyen un cóctel demoledor que muchas veces provoca efectos realmente negativos, como ansiedad, frustración, tristeza, estrés o enfados continuos.
Como constatación de esta realidad, en la que los niños sufren de manera casi constante los efectos del confinamiento, hay estudios que indican que la tasa de estrés postraumático es cuatro veces superior en los niños que han pasado por esta situación, que en los que han tenido la suerte de no verse envueltos en un periodo de cuarentena.
Es indispensable idear nuevas y diferentes formas de apoyar a nuestros hijos y ayudarles a reducir la irritabilidad y agresividad generada por esta situación. Con unos sencillos gestos podremos proporcionarles algunas herramientas para sobrellevar el confinamiento de la mejor manera posible.
Cómo afrontar la situación para ayudar a los más pequeños
Lo primero que debemos hacer es intentar tranquilizarlos y transmitirles la máxima sensación de normalidad posible. Para ello, debemos hablar con nuestros hijos con total transparencia, intentando explicarles la situación con palabras amables y con toda la empatía que seamos capaces de demostrar.
También es importante escucharlos, que tengan la libertad necesaria para compartir con nosotros sus miedos y cualquier situación que les genere desasosiego mientras dure el confinamiento. No debemos olvidar que están echando mucho de menos a sus amigos, a sus profesores y todas las actividades que están acostumbrados a realizar.
Por último, también es imprescindible fomentar una rutina para que los niños sean conscientes de la realidad en la que viven, pero sin perder demasiado la perspectiva en relación con la normalidad. Por ejemplo, podríamos empezar por establecer unos horarios equivalentes a la semana escolar y otros para el fin de semana, así como establecer actividades que fomenten su crecimiento y desarrollo como harían a través de sus rutinas habituales.
Marisol Nuevo Espín
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