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Por edades: cómo actuar con los hijos durante el confinamiento

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Los días de confinamiento en casa parece que se alargan. Lo que en un principio eran 15 días sin clase, ahora serán 30 días sin cole… y aún no hemos alcanzado el pico de contagios por coronavirus, por lo que la vuelta a la normalidad es todavía bastante incierta. Por tanto, si te preguntas, ¿cómo actuar con los hijos durante el confinamiento?, no te agobies, ¡todo depende de la edad que tengan!

«Mucho se ha hablado estos días de cómo proceder los adultos en caso de confinamiento: que si mantenimiento de rutinas, horarios, ejercicios… y muchos creen que eso mismo es lo que necesitan los niños, y no siempre es así», afirma la psicóloga infantil Rosa Jové, autora de libros como Dormir sin lágrimas o La crianza feliz.

Para todos los padres preocupados por cómo afectará esto a sus hijos, la psicóloga Rosa Jové asegura que » los niños tienen más facilidad que los adultos para superar las adversidades en su vida, y conviene tener en cuenta su edad para actuar de una manera u otra durante el confinamiento«.

Consejos para el confinamiento de los niños por edades

De 0 a 2 años: rutinas para el confinamiento

Bebés de 0 a 2 años

La rutina la marcan los padres, ya que, seguramente, les continuarán alimentando, acostando o bañando más o menos a la misma hora. Lo importante para los niños de 0 a 2 años no son las rutinas (sus padres van a hacerlo por ellos), sino que se lo pasen bien (que jueguen mucho y hagan actividades lúdicas) y que no se agobien.

Intentemos, en la medida de lo posible, que jueguen al aire libre: si no hay jardín o terraza, puede ser en el balcón de casa o debajo de una ventana abierta, siempre con vigilancia. Lo único que van a entender de todo lo que pasa es que no pueden salir a la calle, intentemos minimizar ese aspecto.

También es bueno contactar por videollamada con personas que vean normalmente (abuelos, canguro, etc.), pero sin forzar.

De 3 a 6 años: ideas para el día a día en casa

Niños de 3 a 6 años

Es bueno empezarles a contar lo que está sucediendo, porque se dan cuenta de grandes cambios y necesitan una explicación que les tranquilice. Tan importante es explicarles lo que sucede, como ser positivos y no dramatizar. Hay una diferencia entre ser positivo y mentir. No vamos a mentir, pero si explicarles el escenario más favorable en cada caso. Hay que adaptar el lenguaje a la edad del niño.

Los padres seguro que siguen con las rutinas de sus hijos cuando tienen entre 3 y 6 años, pero hay que ser flexibles porque los niños van a ver que sus padres no hacen lo mismo que siempre (¿quién en este momento lo hace?) y ellos también pueden hacer cambios en su día a día (ver algo más la tele, acostarse un poco más tarde…).

Que les dé el aire al menos un ratito al día (puede ser asomados en una ventana jugando al veo veo) para que sigan con el ritmo circadiano, y que hagan juegos en donde desarrollen su imaginación (pintar, bailar, cantar, disfrazarse…) porque un niño que trabaja su imaginación olvida las preocupaciones.

No olvidemos, sobre todo, jugar con ellos. Siempre nos quejamos de que no tenemos tiempo para jugar con ellos, ahora es un buen momento.

De 7 a 12 años: consejos para una situación excepcional

NIños de 7 a 2 años

Aquí ya es imperativo, no solo que estén informados de lo que sucede en torno al coronavirus, sino de que sean proactivos y ellos se protejan, lavándose las manos y manteniendo la distancia social. Si aún no saben lo que es la distancia social, es importante explicárselo para que actúen en consecuencia.

Los padres siguen marcando las rutinas, pero, como ya se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor, si los padres no cumplen sus propias rutinas, hay que mostrar más flexibilidad, o lo van a vivir como un agravio comparativo. Si los padres van al trabajo o teletrabajan en casa, podemos hacer que en esos momentos ellos también desarrollen algún tipo de trabajo de tipo escolar, pero si los padres no trabajan, mejor no obligarles. Ahora es el momento para aprender con las nuevas tecnologías o mediante proyectos, con los que se aprende igual o mejor, pero sin darse cuenta.

Hay que intentar que estén ocupados con cosas que les gusten (sí, hasta con videojuegos) pero ir variando a lo largo del día, no siempre lo mismo. Es posible que en estos momentos se incremente la actividad con las pantallas, pero esto obedece a dos motivos: el primero es que todos hemos aumentado el uso de móviles, tablets, ordenadores, etc. no es algo exclusivo de los niños.

El segundo motivo es que, en estos momentos e igual que los padres, es la forma de poder estar conectados con sus amigos porque a estas edades ya tienen vida social (muchos niños juegan online con los compañeros de clase o se escriben mensajes.). Son situaciones excepcionales que provocan conductas excepcionales, no hay que reñirles: ya volverán a la normalidad.

Rosa Mª Jové Montanyola. Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, está especializada en psicología clínica infantil y juvenil y en psicopediatría (bebés de 0 a 3 años).

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