Gracias a Internet, redes sociales, móviles y videojuegos este periodo de aislamiento físico no está siendo tan gravoso como cabe imaginar. Nuestras posibilidades de relacionarnos, trabajar, aprender o disfrutar de nuestro ocio ya venían trasladándose a las pantallas de ordenadores, tabletas, móviles y consolas. Esto ha hecho que nuestros hábitos al respecto sean más compatibles con la situación de confinamiento que nos ha tocado vivir.
Por otra parte, esta reclusión nos permite explorar oportunidades que nos brinda la sociedad digital conectada, algunas que ya estaban ahí, y otras que están naciendo al albor de la nueva situación. Así, podemos concluir que las Pantallas son nuestras Amigas durante esta etapa.
Sin embargo, para optimizar este saldo positivo, hay que prestar atención a cómo afrontamos este uso sin exceso y de la manera más provechosa, más aún cuando la singladura se realiza con hijos e hijas las 24 horas del día, día tras día.
Decálogo para un confinamiento digital saludable en familia
1. Establece horarios y tiempos máximos de uso: identifica las horas límite de uso de dispositivos conectados al iniciar y acabar el día, así como tiempo máximo de conexión para fines no escolares.
2. Desconecta: establece momentos de desconexión total para toda la familia, cuando menos durante las comidas. Es un ejercicio necesario y desvela las necesidades y debilidades que se deben afrontar.
3. Varía: cambia de experiencia, combina distintas actividades, alterna videojuegos* todo ello ayudará lograr un uso más equilibrado y enriquecedor de la Red y sus posibilidades a toda la familia.
4. Explora: incentiva en tus hijos el descubrimiento y uso de las herramientas, actividades y posibilidades que Internet ofrece casi a diario, mostrándoles la bondad de esta actitud.
5. Comparte momentos de pantalla: busca actividades, excusas incluso, para compartir con tus hijos e hijas actividades al mismo lado de la pantalla. Jugar videojuegos en familia es una magnífica posibilidad para crear complicidad y confianza.
6. Conversa: provoca el diálogo en torno a las actividades desarrolladas online, buscando con respeto y empatía comprender el qué, el porqué y el para qué. Explica también las razones por las que es necesario gestionar de forma consciente el uso de pantallas.
7. Cuida la higiene postural y visual: promueve buenos hábitos posturales y el cuidado de la vista. Aprovecha las muchas horas en las que puedes estar presente para instruir y corregir.
8. Sé buen ejemplo: esfuérzate en convertirte en una buena referencia. Tendrás más autoridad moral y conseguirás los beneficios del aprendizaje por imitación.
9. Aprovecha los apoyos técnicos: conoce y utiliza software y funcionalidades de bienestar digital y control parental. Te ayudarán a supervisar y limitar ciertas posibilidades que puedan no ajustarse a tus preferencias o decisiones.
10. Revisa el plan: analiza la situación, las medidas adoptadas y los resultados obtenidos, ajustando lo necesario para conseguir tus fines.
Por supuesto, todo ello debe ir acompañado de las imprescindibles prácticas relativas a garantizar las condiciones de seguridad y privacidad de los dispositivos y aplicaciones conectadas.
Marina Berrio
Asesoramiento: Jorge Flores, director de Pantallas Amigas
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