¿Hay valores que se aprenden o que nacen desde dentro? Si bien es cierto que la educación que reciben los hijos influye en el tipo de persona que se convertirán, hay otra serie de características que pareciera vienen predefinidas. Es el caso del altruismo, que según un nuevo estudio surge en los más pequeños, quienes son capaces, desde edades tempranas, a actuar por los demás que por ellos mismos.
Así lo asegura el estudio realizado por el Instituto de Aprendizaje y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington (I-LABS). Un trabajo que ha querido analizar el altruismo desde una acción tan simple como entregar alimentos a un desconocido. En el caso de los más pequeños, distintos alimentos comunes en la dieta más o menos.
La importancia del altruismo
Este estudio se compuso de un total de 100 bebés de 19 meses. La misión de esta investigación era comprobar si los más pequeños eran capaces de actuar más allá del interés propio y tener en cuenta el de los demás. A todos ellos se les dio una muestra de frutas como fresas o plátanos, y los mismos responsables de este trabajo interactuaron con ellos para comprobar si eran capaces de ofrecerles estos alimentos.
Los resultados demostraron cómo la mayoría de los niños concedían estos alimentos a desconocidos si estos presentaban necesidades. Incluso cuando los pequeños manifestaban hambre, preferían ayudar a los demás antes que comerse todas esas frutas. Una señal de que este comportamiento nace en las personas más allá de la etapa adulta en la que se ha concluido el desarrollo.
De esta forma, los bebés humanos muestran sistemáticamente un comportamiento de transferencia de alimentos altruista con alimentos fácilmente comestibles y de alto valor, incluso cuando hay motivación para tomar alimentos deseados para ellos. Una actitud que no se ha determinado en ninguna otra especie.
Transmitir valores
Si bien los más pequeños pueden dar síntomas de valores, como por ejemplo el altruismo, a los padres les toca educar en el desarrollo de estas actitudes. Estos son algunos consejos de Ayuda en Acción:
– Compartir historias con los hijos. La tradición oral, tan presente en otros momentos de la historia, refleja el poder de esos relatos que pasan de generación en generación como un hilo conductor común.
– Compartir álbum de fotos con los hijos. En relación con el punto anterior, también puedes hacer partícipe a tu hijo o hija de los momentos más felices de tu vida a través del poder de las imágenes que puedes comentar en relación con los recuerdos que tú mismo conservas de ese día.
– El deporte. El deporte es una actividad pedagógica que contiene valores tan importantes como el compañerismo, el trabajo en equipo, un estilo de vida sano, la superación personal, la lucha por un objetivo vital.
– Ofrecer ejemplos. Para los hijos sus principales referentes son los padres, por ello estos deben actuar en consecuencia y comportarse como icono de implicación social en la construcción de un mundo mejor.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Empatía, la clave para triunfar
– Claves para educar en habilidades sociales
– Actividades para desarrollar habilidades sociales con tu bebé