Todos sabemos que, aunque la familia es el principal agente socializador y educativo en nuestra sociedad, la escuela, al igual que cualquier otro tipo de centro educativo más específico, también juega un papel fundamental en este sentido puesto que existen toda una serie de valores implícitos en la enseñanza.
Acciones aparentemente simples como mostrar respeto por los demás, esperar nuestro turno, asumir responsabilidades de las acciones de cada uno y entregar las tareas a tiempo son valores que no solo enseñan a los niños a comportarse de manera adecuada en clase, sino que constituyen la base para aprender a ser buenos ciudadanos y miembros de la comunidad.
Los profesores de inglés, por la naturaleza misma del lenguaje, también enseñamos valores. Las lenguas que aprendemos y hablamos influyen directamente en la forma en la que pensamos, la forma en la que vemos el mundo y la forma en la que vivimos nuestras vidas. Por ello, cuando los niños estudian un segundo idioma, aprenden mucho más que palabras, pues interiorizan diferentes culturas y diferentes maneras de pensar y, a su vez, asimilan cómo aceptar y respetar estas diferencias.
Educar en inglés: enseñar valores en otro idioma
Cuando hablamos de educar en inglés no nos referimos solo a las temáticas sobre las que trabajamos, sino a la forma de convivir en clase. Al igual que enseñamos inglés a través del ejemplo, fomentamos actitudes y prácticas positivas para ellos. Les mostramos la diversidad del mundo y les enseñamos a relacionarse consigo mismos y con los demás, contribuyendo a crear niños independientes, seguros de sí mismos, con autoestima y con creatividad.
Un gran recurso para trabajar este tema en clase son los juegos cooperativos. Para los que no los conozcáis, se trata de juegos en los que las personas que participan no compiten, sino que buscan un objetivo común y se gana o se pierde como grupo. Los juegos cooperativos promueven la participación y actitudes de empatía, coordinación, comunicación y solidaridad.
Estos juegos son una herramienta ideal para que los niños demuestren sus conocimientos en equipo, buscando un objetivo como grupo. De esta forma, ayudamos a crear vínculos entre los alumnos y contribuimos a que comiencen a trabajar de forma conjunta.
Lecciones de vida en distintas temáticas
Asimismo, más allá de enseñar conceptos, a lo largo del curso se transmiten una serie de valores importantes y lecciones de vida en torno a las distintas temáticas que se trabajan en el aula como pueden ser el amor a la naturaleza y el respeto a todos los seres vivos. Es decir, no se trata solamente de enseñar un vocabulario o unas expresiones específicas, sino de crear una conciencia más humana de nuestra relación con el planeta y con la sociedad.
Por lo tanto, cuando enseñamos a un niño los nombres de las frutas y las verduras en inglés, aprovechamos para abordar al mismo tiempo otras cuestiones estrechamente relacionadas como alimentación sana y hábitos saludables. Esto mismo sucede con otras unidades didácticas centradas en, por ejemplo, educación ambiental, que puede servir para profundizar en asuntos como el reciclaje, la donación de ropa usada o la importancia de tener espacios verdes en la ciudad.
Temas fundamentales que se trabajan en todos los cursos, adaptándolos a la madurez de cada grupo de edad pero que, ya desde pequeños, van dejando huella y despertando su interés.
A medida que van creciendo, invitarlos a la reflexión a través de unidades más complejas que versan sobre problemas históricos como la segregación racial, la esclavitud, las desigualdades entre sexos o los derechos humanos, también contribuye a la educación en valores. En estos casos, lejos de tomar partido por una ideología concreta, los profesores debemos poner a su disposición el léxico y las estructuras necesarias para ayudarles a dar forma a sus propias reflexiones y conclusiones individuales.
Al enseñar a los estudiantes a razonar sobre lo que están aprendiendo, contribuimos a formar a ciudadanos críticos, justos, comprometidos y responsables. De este modo, gracias, por un lado, a la adquisición de habilidades y competencias lingüísticas en inglés y, por otro, a la educación en valores, se podrá ofrecer a los alumnos una experiencia formativa completa.
Estefanía Agüera Alonso. Responsable de expansión de Helen Doron English Comunidad de Madrid
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