El curso escolar ya está en marcha. El periodo de adaptación ha finalizado y toca adaptarse a las rutinas que marcan el día a día en las aulas. Estudios, trabajos escolares, deberes. Todo esto pasa a formar parte de las tardes de los estudiantes, que tras cumplir su horario en el centro, toca cumplir con todas estas responsabilidades.
Un clásico de estas responsabilidades extraescolares son los deberes. Una ocupación que en muchas ocasiones trae un quebradero de cabeza: cómo organizarse con ellas y cumplir con ellas. En ocasiones estas labores pueden resultar abrumadoras, pero con organización y mucho tesón, se puede conseguir alcanzar el mejor de los resultados. Estas son algunas recomendaciones que ofrecen desde la Fundación Nemours.
Plan de estudios, el mejor aliado
La planificación es la clave para enfrentarse, tarde tras tarde y en fines de semana, a los deberes. Estas son algunas recomendaciones antes de ponerse a trabajar:
– Comprender los deberes. No hay que tener miedo de hacer preguntas sobre los deberes, ya sea al profesor o a los padres en casa. El primer paso es leer el enunciado y solucionar las dudas que trabajar en algo que se desconoce.
– Comenzar inmediatamente. Los deberes no siempre tienen que hacerse en el hogar, también se pueden aprovechar las horas de estudio o cualquier otro momento que tengas durante el día escolar. De esta forma habrá menos carga de trabajo para otros momentos del día.
– Administrar el tiempo. Armar un horario para los deberes es una gran idea, especialmente si hay otro tipo de actividades extraescolares. También hay que tener en cuenta los descansos a la hora de hacer esta planificación.
¿Qué debe incluir un plan?
Los consejos de la Fundación Nemours también se centran en la planificación de una tarde de estudios:
– Hacer primero los trabajos más complicados. Hay que aprovechar las energías del comienzo de los deberes y la concentración para terminar con las labores más difíciles.
– Continuar trabajando. Si hay algo que trabe el desarrollo de los deberes, hay que intentar resolver los problemas de la mejor manera posible, pero no dedicarle más tiempo del necesario porque esto puede retrasar el plan para el resto de la tarde. Si se necesita ayuda, se puede recurrir a un adulto o un compañero de clase, aprovechando las nuevas tecnologías. Los padres deben asegurarse de que estos momentos no se exceden y se termina por chatear con estos conocidos.
– Descansar. La mayoría de las personas tienen períodos de atención cortos, tomarse un descanso de 15 minutos por hora es una buena idea para la mayoría de las personas. De esta forma se repondrán fuerzas y la capacidad de atención será mayor.
Damián Montero
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