La luz tiene un impacto directo en la calidad visual, el confort personal, el comportamiento, el aprendizaje y el rendimiento académico de los estudiantes. Pero no todas las luces son iguales, ni nos afectan por igual. Mientras que la luz fría nos pone en situación de alerta, la luz cálida nos relaja. Descubre cómo usar bien la iluminación en cada caso
La luz afecta directamente a los seres vivos regulando las funciones fisiológicas del organismo, esto es lo que llamamos ‘ritmos circadianos’. El ojo humano y sus células ganglionares retinianas son el órgano encargado de recibir el estímulo externo de intensidad de luz y su temperatura de color. La información pasa al núcleo supraquiasmático, que la interpreta, y activa en la glándula pineal que se encarga de la segregación la melatonina (conocida como la hormona del sueño). Es esta interacción la que, fundamentalmente, pone en hora el reloj biológico.
Sistemas de iluminación para el aprendizaje
En los colegios es necesario crear diferentes esquemas de iluminación que se adapten según los requerimientos de aprendizaje de los alumnos:
Luces cálidas. Empleando luces cálidas (2700K) y bajos niveles de iluminación (300lx) conseguiremos crear el ambiente ideal para actividades donde se busca una mayor relajación y tranquilidad de los alumnos.
Luces frías. Utilizando luces de tonalidades frías (6500K) y mayores niveles de iluminación (1000lx) en las aulas favorecemos la concentración y la agudeza visual de los alumnos.
Luces de intensidad media. Mantienen un esquema de 4000K y 500lx para el trabajo normal.
Así afecta la luz al aprendizaje de los alumnos
Un estudio de mediciones llevado a cabo durante un año escolar por Grupo Prilux en el International School San Patricio de Toledo ha demostrado que el cambio de temperatura de color (TCC) y el nivel de la iluminación afecta directamente al comportamiento de los alumnos durante la jornada lectiva.
La luz fría favorece la concentración y la cálida la relajación.
Como resultado, el estudio ha concluído que con un nivel de iluminación alto en tonalidad fría se estimula al organismo favoreciendo la concentración y el enfoque; con una luz estándar para el trabajo de lectura y escritura y una tonalidad neutra se favorece un trabajo mantenido en el tiempo sin forzar la concentración y evitando el cansancio; y con la luz mínima exigida por la normativa con tonalidad cálida se favorece la tranquilidad y la relajación.
Después de meses de trabajo bajo estos esquemas de iluminación, los resultados muestran mejoras importantes en atención y concentración. Se ha logrado reducir hasta un 64% el número total de errores en TEST D2, se ha aumentado un 26% la velocidad de procesamiento, se ha conseguido un incremento de un 8,17% la velocidad de lectura y un drástico descenso del 40% en el número de errores al leer así como, una mejora de un 10% en la comprensión lectora.
«Tan importantes como los datos objetivos son las impresiones de los alumnos y profesores. En general, el personal docente asegura que ha notado bastante la influencia de la luz en los alumnos, principalmente a nivel de actitud, disposición al aprendizaje y concentración. Es más, algunos profesores aseguran que ya son los alumnos quienes piden la iluminación que creen que les ayuda a trabajar mejor según la actividad y el momento. Además, han notado que el tiempo para volver a la calma tras la pausa de recreo se ha disminuido considerablemente», explica Alberto Troconis, Responsable de Proyectos de Prilux.
Este proyecto de iluminación tiene por objetivo mejorar el rendimiento del alumno en su aprendizaje y parte de la idea de que la luz es un elemento fundamental del espacio docente y, por lo tanto, su uso debe ser planificado con mucho cuidado. Conocer lo que el estudiante necesita para desarrollar un equilibrio con el ambiente luminoso, se convierte en un elemento prioritario a la hora de establecer el tipo de iluminación.
Beneficios de un buen sistema de iluminación
Las condiciones de la iluminación en función del aporte de luz natural que haya en cada momento en el aula y de la actividad a realizar, tiene un impacto directo en la calidad visual, confort personal, comportamiento, aprendizaje y rendimiento académico de los estudiantes.
Un buen sistema de iluminación tiene beneficios sociales, medioambientales y económicos. En el ámbito social, protege la salud de alumnos, docentes y personal den centro; mejora la experiencia educativa, el rendimiento escolar y el ciclo de sueño; asimismo minimiza el impacto en la infraestructura eléctrica del centro.
En el plano medioambiental, se reduce el consumo de electricidad protegiendo ecosistemas y biodiversidad; además se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde un punto de vista económico, se disminuyen los costes gracias al ahorro energético.
Marina Berrio
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