Son dos días a la semana, 8 días al mes, donde cambian las rutinas y hay más tiempo libre. Es el momento de poder estar en familia y olvidarse de la rutina de la semana para reencontrarnos con nuestros hijos y con nuestra pareja.
Las vacaciones son ideales para estar junto a los nuestros y pasar tiempo de calidad con ellos, pero durante el resto del año tenemos que buscar esos momentos especiales con nuestra familia que nos van uniendo, porque como dice el refrán, el roce hace el cariño. Y es, precisamente, durante los fines de semana, cuando tenemos una buenísima oportunidad de conocernos más, de crecer como familia y reencontrarnos.
Ideas en familia para el tiempo libre de los fines de semana
1. Actividades adaptadas a todos. Es importante planificarse unos buenos fines de semana en familia realizando planes en los que todos podamos participar, desde hijos pequeños, hasta adolescentes y papás. Esto facilitará mucho el disfrute y poder pasar tiempo de diversión juntos. Pueden ser actividades de exterior, paseos, excursiones, o planes más relajados si tenemos niños pequeños.
2. Actividades que puedan hacer en paralelo a nosotros mientras descansamos, como leer un libro que ya hayamos leído nosotros para poder comentar después y analizar más profundamente.
3. Compartir momentos. Desde ver un película, hasta salir a dar un paseo, compartir momentos en el sofá haciendo mimos, o planificar el encuentro con algún juego de mesa…
4. Dedicar un rato de manera lúdico a reforzar con los hijos algunas las tareas escolares del curso que seguramente nos hayan indicado…
5. Acercarnos a su mundo. Resulta interesante saber qué música les gusta, qué siguen en YouTube, qué lecturas prefieren… Adentrarnos en su mundo nos acerca mucho a nuestros hijos, a su forma de ver el mundo y a su realidad y propicia espacios de comunicación.
Cocinar y dedicar tiempo a la jardinería son actividades familiares muy beneficiosas para los niños
6. Compartir espacios en casa. Aprender a estar en casa juntos, compartiendo el espacio del hogar durante el tiempo libre de los fines de semana es muy positivo. Para llevar a cabo este objetivo, la cocina y la terraza son lugares perfectos. Realizar recetas de cocina juntos es una actividad muy beneficiosa para los niños, lo mismo que dedicar un rato a la jardinería, a responsabilizarse con el crecimiento de una planta o bien a organizar un pequeño huerto casero. Aprender a realizar esto en la rutina semanal de los fines de semana, con espacios para compartir resulta muy saludable para la familia.
Aprende de tus hijos
Los fines de semana también nos pueden servir para aprender cosas de nuestros hijos, entre ellas:
1. Podemos aprender cómo disfrutan de las cosas, y aprender de esa forma de disfrute. Renueva tu ilusión por las cosas viendo como cada actividad les parece nueva y se entregan a ella como si no la conociesen previamente.
2. Podemos observar cómo viven en presente, cómo su mente está entregada al momento presente y realizan disfrutando la acción por amor a la acción en sí, esto es muy meditativo.
3. Podemos aprender a desarrollar más la paciencia, observar si nuestros hijos nos inquietan o nos hacen reaccionar. Esto nos lleva a sugerir y plantearnos si en situaciones de estrés podríamos conectar con la paciencia y con el responder vs reaccionar. Esto también nos lleva a aceptar.
4. Podemos aprender a poner normas y límites claros, esto será un regalo de vida ya que aprenderán a ajustarse al entorno y a no sufrir estrés ni ansiedad social. Y su relación con nosotros será clara y sana.
5. Podemos aprender a educar a cada uno de nuestros hijos según sus necesidades y sus características. Por ejempl,o usando un determinado lenguaje, respetando los tiempos individuales de cada uno, reconociendo a cada uno su esencia, y apoyando sus dificultades, no comparando con hermanos o con otros niños, etc.
6. Podemos aprender e impregnarnos de la inocencia y el amor que nos desprenden con su mirada cuando conectamos y sintonizamos con ellos.
7. Podemos aprender conectar con ellos, a estar presentes, a sintonizar. Esto como padres y cómo personas será muy gratificante.
8. Podemos aprender a planificar lo justo y realmente necesario y a improvisar cuando también sea saludable. Tener normas, rutinas y limites, no es incompatible con la flexibilidad y la improvisación. Combinar ambas en una familia que requiere de mucha coordinación es todo un arte, pero si se aprende es un gran regalo de vida.
9. Podemos aprender a valorar lo realmente importante de la vida para nosotros.
10. Podemos aprender a enamorarnos o re-enamorarnos de nuestra vida, tal y como lo está un niño.
Si nosotros estamos completos, felices, y relajados, esto será algo que se desprenda en el hogar. El autocuidado de los padres, la relación de pareja sana y la sensación de equipo familiar hace a una familia consistente y feliz. Recordemos también que a nuestros hijos lo que realmente les encanta, llena y nutre es compartir con nosotros tiempo de calidad y además vernos felices.
Ana Asensio. Psicóloga y fundadora de Vidas en Positivo
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