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Síndrome del impostor, qué es y cómo ayudar a quienes lo padecen

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El síndrome del impostor mina la moral de los jóvenes al sentirse inmerecedores del éxito que tienen.
El síndrome del impostor mina la moral de los jóvenes al sentirse inmerecedores del éxito que tienen. – ISTOCK

Alcanzar los objetivos supone un acto de realización para todas las personas, incluso para los más jóvenes de la casa. Conquistar un título académico, obtener grandes notas, o encontrar un buen trabajo. Sin embargo, cuando esto sucede, hay quienes se cuestionan si merecen lo que acaban de conseguir. No hay forma de evitar estas sensaciones, aunque los datos y el círculo cercano mantengan una visión positiva, su versión será negativa.

A esta situación se le conoce como «síndrome del impostor». Un trastorno que tal y como indica el neurobiólogo José Ramón Alonso hace que aquellas personas que conquisten sus metas, siempre piensen que son merecedores de su situación. Desde su punto de vista han llegado a donde están mediante engaños y viven con un miedo constante a ser descubiertos.

Profecía autocumplible

Tal y como se ha indicado, estas personas creen haber alcanzado un buen nivel profesional engañando a otros sobre su verdadera valía, su inteligencia y su capacidad. Su principal el miedo es ser descubiertos, un miedo que les causa estrés y ansiedad. Estos sentimientos derivan en una profecía autocumplible ya que nos les permiten alcanzar el nivel que sus capacidades les permiten y desempeñar sus funciones de la mejor manera.

Estos son los tres grupos que se pueden identificar en estas personas:

Sentimiento de estafador. Creen que no merecen el éxito ya que de alguna manera han engañado a la gente para hacerles creer lo contrario. Su principal miedo es que alguien descubra su «tapadera».

Atribuir el éxito a la suerte. Atribuyen su éxito a la suerte y no al propio esfuerzo y mérito.

Minimizar los logros. Un tercer grupo son los que subestiman cualquier éxito y se refieren a la obtención de un objetivo como una labor nada reseñable.

Qué pueden hacer los padres

Si bien el tratamiento del síndrome del impostor debe ser llevado por un profesional, una vez que haya sido confirmado por el mismo, desde casa los padres pueden realizar estas actividades recomendadas por José Ramón Alonso:

– Discutir la situación con los compañeros, ellos verán que no es falsa modestia y el impostor que realmente valoran su mérito y esfuerzo.

– Ser consciente de los pensamientos de impostor e intentar hacer un balance objetivo de la situación personal.

– Adaptar su formación logrando que tengan experiencias con las «manos en la mesa» lo más parecidas posible a lo que van a encontrar en el mundo laboral.

– Reiterarles en el último año de carrera que tienen buena formación y salen bien preparados para emprender la siguiente etapa en su formación.

– Proporcionar ejemplos de éxito de su nivel y su formación.

Damián Montero

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