Tres trimestres de quehaceres: exámenes, trabajos escolares, deberes para casa… No es de extrañar que tras finalizar el curso muchos estudiantes quieran dedicar su verano al descanso y a la recargar de pilas. Si bien en este periodo estival los alumnos se merecen una desconexión de sus responsabilidades académicas, esta no debe ser total y el repaso debe estar presente en sus vacaciones.
Ahora bien, ¿cómo hacerlo de manera exitosa? ¿Cómo organizar el verano de los estudiantes para que el repaso no entorpezca su bien merecido descanso? Desde la Federación de Asociaciones de Padres de y Madres de Alumnos de Aragón, FAPAR, se brindan varios consejos para que los padres puedan acompañar a sus hijos durante el verano y facilitarle estas labores.
Organización, la gran clave
Aunque parezca mentira, hay tiempo para todo. El verano es una época en el que si existe organización, todo es posible, desde la ansiada diversión y descanso, hasta las labores de repaso. Tan solo hay que buscar la manera de compatibilizar el ocio con las responsabilidades, las responsabilidades académicas con las salidas con los amigos y muchos más binomios.
El primer paso para ello es establecer un horario que se convierta en rutina veraniega. A lo largo de las jornadas estivales, los padres deben programar junto a sus hijos una serie de actividades de repaso. Desde un primer momento, hay que dejar claro que estar de vacaciones no significa estar sin hacer nada. Las tareas que deben proponer los padres deben ejercer de continuidad a las materias escolares.
Una buena idea en este sentido es la de volver a repasar ejercicios que hayan realizado durante el curso, en especial de aquellas materias que más se les atragantasen. De esta forma, contarán con un tiempo extra para poder alcanzar un mejor nivel en esas asignaturas que más cuesta arriba se les hicieron durante el año esxolar.
Claves para organizarse en verano
Siguiendo la senda de la organización, la psicóloga María Jesús Campos, propone las siguientes claves:
– Levantarse pronto. Aunque sea verano madrugar un poquito no cuesta nada, de esta forma se podrá aprovechar mejor el día y cubrir todos los puntos propuestos.
– Elaborar un plan de estudio en donde se planifiquen objetivos y horarios de cumplimiento, teniendo en cuenta fechas señaladas como unas vacaciones fuera del hogar.
– Un día de repaso. A medida que se vayan tratando contenidos, establecer un día de la semana para comprobar qué tal marcha su aprendizaje es una buena idea para cambiar el plan de estudio o mantenerlo.
– Comprobar si es necesario un apoyo. Durante el curso la figura del profesor resuelve dudas, pero en verano el docente no está presente. Si algún contenido no termina de interiorizarse, no es mala idea acudir a alguna academia o tutor particular para que ayude al estudiante de manera individual.
Damián Montero
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