La conservación del cordón umbilical para poder extraer células madre -capaces de transformarse en diferentes tejidos y de ayudar a curar algunas enfermedades- se ha extendido en los últimos años. Pero a los padres nos surgen dudas: ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Plantea algún dilema ético? ¿Dañamos la dignidad de la persona? ¿Qué enfermedades podemos curar? Las respuestas para poder tomar una decisión con conocimiento de causa.
Quizá lo haya comentado la matrona. A lo mejor el ginecólogo nos lo pregunta: ¿vamos a querer guardar células del cordón umbilical de nuestro hijo al nacer? Tienen que saberlo porque hay que contactar con una de las empresas que lo gestionan. El sistema de almacenaje es complicado y requiere de pericia para que las riquísimas células que alberga la sangre se puedan conservar. Después, ya en el laboratorio, serán sometidas a distintos procesos y criogenizadas para garantizar que, si se necesitan, podrán ‘despertarse’ de nuevo y ser utilizadas en un tratamiento.
Pero nos surgen muchas dudas y necesitamos respuestas claras. ¿Cómo se utiliza esta técnica? ¿Es éticamente adecuada?¿Las células madre del cordón tienen algo que ver con las embrionarias? Hemos consultado todas estas cuestiones a Sagrario Crespo, farmacéutica, máster en Bioética e investigadora en la Universidad Francisco de Vitoria, para que nos ayude a salir de dudas.
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¿Qué son las células madre del cordón umbilical?
Las células madre de sangre de cordón umbilical son células madre adultas pluripotentes que poseen características embrionarias y pueden diferenciarse. Son fáciles de obtener y presentan pocos problemas de inmunogenicidad.
Además, su obtención no implica destrucción de embriones, sino que se sacan de una sangre ‘sobrante’ que se desecha tras el parto. Son equivalentes a las células madre de la médula ósea del adulto pero tienen la ventaja de que en la sangre del neonato están en una proporción mayor que en la del adulto -diez veces más-, de modo que son fáciles de conseguir.
¿Por qué son tan útiles las células del cordón umbilical?
Esta sangre es muy rica en células madre hematopoyéticas o sanguíneas. El tejido hematopoyético es responsable de la renovación de todos los componentes de la sangre y tiene la capacidad e regenerar la médula ósea y el sistema inmunitario cuando este se encuentra deprimido.
¿Es ético guardar las células del cordón umbilical?
En el caso de las células madre procedentes del cordón umbilical, no estamos tocando un embrión sino unas células específicas albergadas en el cordón que unía a un bebé ya nacido con su madre. Estas células tienen algunas propiedades únicas que pueden emplearse en la curación de enfermedades. En este caso no hay condicionamientos éticos porque se trata de sangre sobrante del cordón. Además, su potencialidad es muy semejante a la de las células embrionarias y, sin embargo, no supone la eliminación de un embrión.
Sagrario Crespo explica que «no se pueden utilizar esas células del cordón umbilical para iniciar, por ejemplo, un proceso de clonación. Permiten desarrollar sangre y tejidos, pero no producen una célula germinal, un óvulo del que generar una nueva vida. Son células no especializadas capaces de autorenovarse sin sufrir diferenciación».
¿Para qué se pueden emplear las células del cordón umbilical?
En este momento, gracias a las células del cordón se pueden tratar enfermedades como la leucemia y la aplasia medular, en el labio leporino, la esclerosis en placas o en algunas enfermedades de tipo hematológico, también para tratar algunos tumores, como los neuroblastomas.
Pero el número de patologías tratadas gracias a las células del cordón irá creciendo con el paso de los años, puesto que son numerosos los proyectos de investigación en marcha que están trabajando sobre esta línea experimental.
Estas células pueden servir para la curación de su propio portador, con un autotrasplante, para curar a familiares, puesto que el rechazo es menor entre miembros de la misma familia, y para curar a cualquier persona que sea compatible. En muchos países, España entre ellos, la legislación exige que estén disponibles para cualquier persona, es decir, que no sean de uso privado.
¿Cómo podemos guardar el cordón umbilical?
En función de la legislación en diferentes países, el cordón umbilical se puede guardar tanto en bancos públicos como en privados. Dentro de los bancos privados, en algunos se conserva para uso exclusivo de la familia y en otros se utiliza de manera altruista de la misma forma en que se dona la sangre o los órganos.
El proceso de conservación del cordón exige unos protocolos que deben cumplirse con mucho celo, puesto que necesita ser transportado de inmediato en unas condiciones y a una temperatura adecuada hasta el lugar en el que se congelará y almacenará. En algunos casos, antes de la congelación, se somete la sangre del cordón a determinados procesos para separar diferentes tipos de células. La sangre del cordón umbilical no siempre se puede guardar porque depende de determinados factores como la cantidad disponible que, en cualquier caso, siempre es muy pequeña.
¿Está arraigada la conservación del cordón umbilical?
La ciencia ha avanzado enormemente en esta materia en los últimos años y la técnica de conservación del cordón umbilical es relativamente reciente, de manera que está aún poco extendida entre la población. Junto al desconocimiento sobre las características del proceso, hay que tener en cuenta que exige un desembolso por parte de los padres.
Además, todavía no hay una conciencia social del beneficio que supone conservar el cordón umbilical, no solo para uno mismo y sus familiares sino para otros posibles enfermos con los que pudiera encontrarse una compatibilidad.
A medida que se asiente la idea de la conservación del cordón umbilical, se puede llegar a entender como una donación altruista, como la donación de sangre o de órganos. Para Sagrario Crespo, «este sería un avance importante para evitar la mercantilización que se puede producir en lugares con legislación insuficientes».
¿Y entraña posibles riesgos?
Si bien es cierto que las aplicaciones terapéuticas hasta la fecha muestran buenos resultados, aún se sabe poco sobre posibles complicaciones a largo plazo. Sí se conoce que este tipo de células está libre de virus, puesto que el feto aún no ha tenido enfermedades, pero no se puede asegurar qué podría ocurrir respecto a problemas médicos vinculados con la carga genética de esas células.
Alicia Gadea
Asesoramiento: Sagrario Crespo. Investigadora de la Universidad Francisco de Vitoria UFV
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